El Senado bonaerense aprobó las reelecciones indefinidas de legisladores pero la oposición frenó a Kicillof el pedido para tomar deuda por USD 1.045 millones


La atomización en los bloques opositores y las fisuras que se mantienen en el peronismo complejizan la actividad parlamentaria en Buenos Aires. Después de dos intentos en tres semanas, el Senado bonaerense aprobó este martes un proyecto que prevé el retorno de las re-reelecciones para cargos legislativos. También logró la designación de más de 90 fiscales y jueces de todo el territorio. Sobre el filo del reglamento, se consiguió el quórum necesario para empezar el debate en el recinto.

Sin embargo, las dificultades para encontrar acuerdos con la oposición postergaron -por ahora- el pedido que hizo el Poder Ejecutivo para conseguir endeudamiento por U$S 1.045, que necesita Axel Kicillof para pagar vencimientos y sostener el déficit fiscal. La propuesta, empujada por el gobernador, tuvo despacho favorable en la comisión de Hacienda, pero no se debatió en este plenario. Requería el respaldo de los dos tercios del cuerpo, lo que solo era posible con el acompañamiento del radicalismo y el PRO que aún siguen negociando con Kicillof las condiciones de la iniciativa. Por eso la discusión de la iniciativa se pateó para el mes próximo.

En el oficialismo no alcanzaron las proclamas de “unidad” y de “alineamiento” expresadas por Kicillof, Sergio Massa y Maximo Kirchner después de la confirmación de la condena a Cristina Fernández. A la hora de las acciones efectivas, en este caso poner el voto o dar quórum, el concepto unificador se diluye.

El pedido de endeudamiento quedó postergado cuando se cayeron las leyes de Presupuesto y Fiscal (a principios de año) que Kicillof necesita para cerrar el ejercicio fiscal de este año sin contratiempos. En ese momento, en la Gobernación argumentaron que no había voluntad de los seguidores de Máximo Kirchner para viabilizar esos proyectos. La comisión de Economía y las presidencias de bloques del PJ son manejadas por ese espacio.

Otra vez, sobre el pedido para solicitar deuda asoman posturas enfrentadas dentro del oficialismo. Hay dudas sobre la posibilidad de otorgar esta herramienta “discrecional” al gobernador en un año electoral. Y la oposición exige compensaciones o mayor debate antes de levantar la mano, o apoyar parte de su cuerpo en las butacas.

Los sectores que responden a La Cámpora, al peronismo tradicional y al kicillofismo tuvieron que apelar a durísimas negociaciones para alcanzar el quórum de 24 senadores que le permitieron, este martes, discutir el postergado proyecto de Luis Vivona (UxP) para permitir -otra vez- que legisladores, concejales y consejeros escolares no tengan limitaciones en la posibilidad de ser reelectos en sus cargos.

Hace 20 días, fue Sofía Vanelli (del massismo) quien pateó la mesa de negociación y postuló que “las re reelecciones no eran prioridad”. Ahora, la convencieron de revertir su posición y fue una de las que ayudó a habilitar la sesión.

Pero esta vez, Federico Gafioli (que pertenece a Patria Grande de Juan Grabois) dijo: “No cuenten conmigo. Mientras el pueblo la pasa como el o… no podemos estar desde la política mirándonos el ombligo”. No obstante, el oficialismo reunió a tres senadores del bloque “libertario blue” (Carlos Kikuchi, Sergio Vargas y Silvana Ventura, que fueron elegidos por LLA pero se abrieron a principios del año pasado) y dos del bloque UCR+Cambio Federal. Así llegó al “mágico” número de 24 senadores para comenzar la postergada y trabajosa sesión. Y sobre las 22 del martes, se hizo la votación: hubo 22 a favor, 22 en contra y una abstención. Definió Verónica Magario, a favor de las re reelecciones.

Los bloques del PRO que conduce Cristian Gribaudo, de los radicales- Agustín Máspoli- y de LLA “original”- rechazaron la propuesta re-reeleccionista.

Además se votaban 93 propuestas de magistrados que ocuparán puestos de fiscales y jueces en 11 departamentos judiciales de la Provincia.

Este paquete de magistrados estaba acordado entre los bloques mayoritarios. Son postulantes que tienen el aval del oficialismo y de la oposición, casi en mitades iguales. Pero su aval definitivo estaba postergado por las dificultades para sesionar que experimenta el Senado. El 4 de junio la sesión se cayó por falta de quórum y una semana después porque coincidió con el día en que la Corte Suprema confirmó la condena de la ex presidenta Cristina Fernández.

Hace un mes, el Senado había aprobado otros 131 pliegos. El gobierno intenta achicar el porcentaje de puestos vacantes en la Justicia: antes de esta saga de nombramientos, el Poder Judicial tenía casi el 20% de los 2.650 asientos de magistrados vacíos. Ahora se espera la designación de Kicillof para que ocupen los nuevos despachos.

La eliminación de la restricción que tienen los ocupantes de bancas en legislatura y concejos deliberantes será una tarea dificultosa. La Ley actual, la 14.836, prevé que esos cargos pueden ocuparse un máximo de 8 años consecutivos (dos mandatos). Fue sancionada en 2016, en el gobierno de María Eugenia Vidal y tuvo el aval del Frente Renovador. Establece que los funcionarios deben esperar obligatoriamente, al menos, un mandato antes de postularse para el mismo cargo.

En esa situación están 12 diputados y 9 senadores provinciales. Pertenecen a todos los bloques y para esquivar la restricción el proyecto debe pasar por Diputados en pocos días. Caso contrario, no podrían presentarse ante la Junta Electoral el 19 de julio, cuando vence el plazo para designar las listas de candidatos. Es decir, tienen que debatirlo en menos de un mes. Será otra intensa y trabajosa gestión parlamentaria del kirchnerismo, que tampoco tiene mayoría propia en ese cuerpo deliberativo.

La liberación del cepo que impide ser elegido en forma indefinida no incluye a los intendentes. Eso pretendía Kicillof -que tiene en su movimiento Derecho al Futuro (MDF), con el que intenta tallar en la interna del PJ- a 44 jefes comunales. Muchos tendrán vedada la re reelección, pero eso operaría en 2027. El gobernador intentó incluir a los alcaldes. No fue posible y esa disputa -también- lo enfrentó con el cristinismo que presentó el proyecto en el Senado.



Fuente: www.clarin.com

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