El público aplaudió su entrega y su espectáculo dedicado a Jujuy

Llegaron por primera vez a Jujuy, y al Teatro Mitre, a nuestra sala más preciada. Y sólo eso, las emocionaba y no se cansaron de agradecer por esta oportunidad.

Para las hermanas Luchi y Ferni de Gyldenfeldt, era umuy significativo este momento, pero para el público jujeño que pudo estar, lo fue mucho más.

Presentaron su espectáculo “Ópera Queer”, en el marco de la programación de la XX Feria del Libro de Jujuy que se está desarrollando en nuestra provincia hasta el próximo domingo.

El espectáculo ofrecido tuvo la ineludible calidad que tiene “Ópera Queer” en cualquier parte del país, pero además tuvo la calidez de artistas entregadas a Jujuy y encariñadas con Jujuy. Porque presentaron su repertorio, pero el show estaba preparado también para emocionarnos a los anfitriones porque cantaron nuestra música, con nuestra gente, y se ocuparon de hacernos sentir que no vinieron de pasada a nuestra provincia.

La emoción y la gratitud de estas dos maravillosas cantantes y humoristas realmente traspasaron la cuarta pared.

El espectáculo comenzó el ingreso de la pianista Jazmín Tizcornia, que también suma sus actuaciones, y completan el histrionismo bello de las gemelas. Cuando se ubicó en el escenario, por detrás de las plateas aparecieron ellas, que mantienen un vínculo en el escenario, en las interpretaciones y en los diálogos con el público fuera del guión, que es de gran ternura, afecto, admiración y complicidad mutuas.

La selección musical es exquisita, y tiene picos de interpretaciones maravillosas que emocionan y vibran en el público, y no por eso pierden el tono de comicidad, también de alto vuelo. La capacidad actoral de ambas es encantadora, envolvente, el espectador queda atrapado desde el inicio hasta el final en cada detalles, vestuario, peinado, voces, movimientos, caras, diálogos.

Primera entrega, “Pueblito, mi pueblo”, de Carlos Guastavino, con una variación graciosa en la letra para nombrar a San Salvador de Jujuy, pie que sirvió parta que contaran su travesía hasta llegar a Jujuy, algo del hotel, de Purmamarca que visitaron, del spa que no pudieron disfrutar, y otros pormenores que las acercaban al público cada vez más.

Una canción más del folclore de Guastavino, no sin meter una apostilla en la letra con gracia y énfasis de “que machista es el folclore”.

Pero el “fin” de la puesta es hacer un recorrido por la historia de la ópera, con la clase magistral que intenta dar Ferni, que según su hermana es la “académica”, y que en el tiempo que dura un show, y con un tono tan entrador como el humor, lo logra. Pasa por el barroco y el clasicismo, y los interpreta, no sin antes ponen en contexto a los presentes, acerca de la historia que nos lleva a esa aria que eligen incluir en “Ópera Queer”.

La pianista llora, celebra o se enoja en un segundo plano, que tampoco pasa desapercibido, haciendo un perfecto equilibrio, con el brillo y la contundencia de las gemelas en el primer plano.

Presentan también a un Wolfgang Amadeus Mozart deconstruido.

Llega el esperado o más popular “Oh sole mío”, emocionante.

Y luego viene una mini guitarreada, porque Luchi le pide su hermana Ferni (folclorista también) que haga algo de folclore. Busca su guitarra criolla y cambia el clima, aún con el brillo de sus vestuarios de gala. Ambas se sientan al borde del escenario, y Luchi la mira y la escucha con la misma admiración que antes fue al revés y con la misma admiración de la platea.

Los bocadillos en esta parte, tienen que ver con la militancia por la educación pública, libre y gratuita y la universidad pública, que las convirtió a ellas en docentes y artistas, orgullosas de la educación que transitaron. Y entonces le proponen al público cantar con ellas “Como la cigarra” de María Elena Walsh. Sin dudas, uno de los tantos momentos bellos de este encuentro.

No conformes con tanta emoción, las hermanas nos sorprendieron con la invitación a una de nuestras artistas más queridas y apreciadas como es la talentosa vientista y cantora Micaela Chauque, con quien hicieron un tema del dúo salteño y para tocar el corazón definitivamente de la platea, “Guanuqueando”, del recordado Ricardo Vilca.

Ellas sabían adónde venían, y nos quisieron desde antes de llegar, si no, no podría haber sido tan nuestro ese show de dos artistas porteñas.

Pero había que volver a la clase de Luchi, la ópera, y entonces se vino otro momento delicioso, ella hace un fragmento de “Carmen”, y Ferni se encarga de la comicidad.

Es que en ningún momento se perdió ni una cosa, ni la otra.

Y finalmente llegó el tango, no podía faltar, y eligieron “El día que me quieras” de Lepera.

El público cantaba despacito, no por no engancharse, sino por no dejar de escucharlas.

Alto vuelo en una de las noches más resonantes de la Feria del Libro de Jujuy 2024.