El Presupuesto 2026 en Defensa prevé ajuste en funcionamiento, adiestramiento, compra de bienes y salarios

La reciente llegada al país de seis aviones F16 de los Estados Unidos de 24 comprados a Dinamarca, le permitió al Gobierno desenfundar una fiesta popular en redes sociales y medios de comunicación. Pero el Presupuesto 2026 para la Argentina, el primero aprobado finalmente por el Senado el viernes pasado tiene una lectura paradójica para el caso de la Defensa.
Pese a la arenga en estos dos años libertarios para poner en valor el accionar de las Fuerzas Armadas con promesas de reequipamiento, y pese a que ahora un militar, el general Carlos Presti, conduce Defensa, el Presupuesto previsto para dicho Ministerio es de ajuste, sobre todo en funcionamiento, adiestramiento, compra de bienes y salarios.
Más aún, la pregunta que surge es cómo se van a financiar los programas de mantenimiento de los F16 que son altísimos y en dólares. Y cómo se van a pagar las siguientes compras que se precisan y se han hasta anunciado: fusiles, municiones, barcos, submarinos, que cuestan miles de millones de dólares y que el propio presidente Milei anunció.
Lo más probable es que tengan que recurrir a créditos internacionales. Pero por otro lado, durante la gestión de Luis Petri explotaron fuertes crisis, como la de la obra social de las fuerzas armadas y de seguridad, IOSFA. Mantiene millonarias deudas, su funcionamiento es por completo deficitario y mantiene en vilo a unos 600.000 afiliados. Pero hay otros más pendientes, como los aumentos de salarios y otras promesas a los uniformados. Presti ahora deberá cargar con ello.
El estudio más agudo sobre el tema surge del Coordinación de la Comisión de Defensa de la Fundación Alem, Marcelo Seghini.
“El presupuesto de la jurisdicción Defensa para 2026 en Argentina, aprobado por el Senado el pasado viernes (26 de diciembre de 2025), asciende a aproximadamente $3.583.051 millones (3,58 billones), representando un aumento nominal, pero una caída real significativa respecto a 2025 debido a la alta inflación”. Su distribución es de alrededor del 78% de los créditos ($2.808.383 millones) se destina a gastos de personal (sueldos y cargas sociales), lo que limita la capacidad operativa y de inversión.
La lectura de los datos da cuenta de que el Presupuesto es de ajuste: aumenta un 1,5% en términos nominales, lo hace en función de la variable macro de 10,1% de inflación, que nadie cree que suceda. Pero si la inflación a diciembre de 2026 supera esa marca, el presupuesto se habrá ajustado claramente. Para el caso, como señala un último informe, ya el presupuesto 2025 terminó siendo el más bajo en cuatro años. Es decir, se usó el presupuesto de 2023, que el gobierno de Alberto Fernández no aprobó y prorrogó y no se le hizo ajuste inflacionario.
Lo más serio además es que eliminaron desde 2024 el dinero del llamado Fondo Nacional para la Defensa que venía de ingresos corrientes, recaudación.
Es decir. Contiene una eliminación del FONDEF como piso: El Artículo 30 del presupuesto deroga la obligación de destinar el 0,8% del PBI al reequipamiento de las Fuerzas Armadas, dejando esta asignación sin un piso legal fijo.
¿Cuál es su impacto? Se pregunta Seghini. “La estructura presupuestaria condena a las Fuerzas Armadas a operar con fondos exiguos para inversión, priorizando gastos de personal por encima de la modernización.”
El Presidente Javier Milei probó personalmente uno de los nuevos aviones de combate F-16, junto a la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el Ministro de Defensa, Luis Petri; y el Jefe de la Fuerza Aérea, el Brigadier Mayor, Gustavo Valverde. Foto PresidenciaBaja en los proyectos
Luego, el análisis de los llamados BAPIN (los Bancos de Proyectos para la Inversión Pública) en el área de la Defensa hasta noviembre de 2025 muestra un alto nivel de fragmentación y “una ejecución globalmente baja en relación con el tamaño del portafolio vigente”.
Dice el especialista que sobre un total de 455 proyectos activos, solo 71 recibieron crédito en 2025 (15,6%), y apenas 126 proyectos recibieron algún nivel de financiamiento desde su aprobación (27,7%), lo que evidencia que la mayoría de los BAPIN se mantiene formalmente vigente pero sin respaldo presupuestario efectivo.
La ejecución se encuentra altamente concentrada: la Fuerza Aérea Argentina explica la mayor parte del volumen ejecutado y del saldo pendiente, seguida por el Ejército Argentino y la Armada, mientras que otros organismos (FM, IAF, COVIARA, TANDANOR) no registran ejecución alguna. Esto sugiere una priorización de hecho, pero no necesariamente el resultado de un criterio estratégico explícito y sostenido, sino de decisiones presupuestarias coyunturales.
En términos financieros, el costo total del portafolio asciende a aproximadamente $2,13 billones, de los cuales se ha ejecutado históricamente $643.655 millones, quedando un saldo pendiente superior a $1,48 billones, lo que refleja un fuerte descalce entre planificación y capacidad real de financiamiento. El nivel de ejecución promedio de los proyectos que sí recibieron crédito ronda el 44,8%, confirmando que incluso los BAPIN activos avanzan de manera parcial y discontinua.
Militares consultados para el caso se quejan y ponen este ejemplo: el Programa de los F16 comprados tiene como contrapunto que sus correspondientes “BAPINES” están todos parados y eso mostraría que no hay una planificación estratégica en función de las compras. “Las compras se hacen en forma aislada y los BAPINES corren por otro lado. Pero si se suspendes los BAPINES que tienen que ver con el con el F16 su sistema de armas, se produce una incongruencia desde el punto de vista de la planificación estratégica.”
Más datos del Presupuesto
Los números de 2026 en la Defensa contemplan para el Adiestramiento Operacional del Ejército: 18 días en guarnición, 13 días en campaña, y 2 Ejercicios Tácticos en el terreno.
Adiestramiento Operacional ARA: 243 días de navegación, 50 días de campaña, Aeroadiestramiento- Técnico y Táctico 2.760 horas de vuelo, y 584 Casos de Búsqueda y Rescate. Control de los Espacios Marítimo e Hidrovía: 50 días de navegación.
Para el Plan de Actividad Operacional de la Fuerza Aérea: 156.080 horas operación y 56 Ejercicios.
En lo que hace a las acciones del Estado Mayor Conjunto: 365 días operación para el control del espacio en Areas de Interés en Zonas de Frontera, 365 días operación para el control del Ciberespacio y del Espectro Electromagnético, 257 días navegación para el Control de los Espacios Marítimos e Hidrovía, 156 Horas de vuelo para el Control de los Espacios Marítimos y Fluviales, 2 Ejercicios de Apoyo a la Comunidad, 10 Ejercicios de Planeamiento y Conducción del Adiestramiento Militar Conjunto y 30 Días de Operación para Apoyo a la Comunidad.
Fuente: www.clarin.com



