El piloto de un avión se enfermó en pleno vuelo y el viaje se demoró más de 8 horas

¿Qué pasa cuando un piloto de avión se enferma en pleno vuelo? Esto ocurrió el sábado en un vuelo de Delta Air Lines que sufrió ese contratiempo.

El vuelo 389 de la aerolínea estadounidense Delta volaba destino a China. Había despegado de Detroit a las 10.30 de la mañana del sábado y llegaría a Shanghái dieciséis horas después.

Sin embargo, el viaje se terminaría extendiendo unas ocho horas porque uno de los pilotos se enfermó.

El Airbus A350-900, que en ese entonces sobrevolaba el sur de Alaska, tuvo que desviarse más de 2.000 millas para aterrizar en Los Ángeles, donde se encuentra el centro de operaciones de la aerolínea.

La tripulación decidió asentarse en ese aeropuerto y no en uno más cercano por la facilidad para encontrar un reemplazo para el piloto.

Más de tres horas después, a eso de las 19, el avión siguió rumbo a China con un piloto de reemplazo.

Entonces, teniendo en cuenta que el vuelo desde Alaska hasta Los Ángeles duró tres horas y el tiempo que pasaron en tierra, los viajeros estuvieron más de 24 horas en un viaje que normalmente dura unas 16.

“El vuelo aterrizó sin incidentes y rodó hasta la puerta de embarque”, declaró Delta Air Lines en un comunicado. “Ofrecemos disculpas a nuestros clientes por el retraso en su viaje”.

En julio se conoció que un vuelo de Delta Air Lines tuvo que aterrizar de emergencia en una isla con 282 pasajeros a bordo.

El vuelo 127 despegó de Madrid con destino a Nueva York, pero aterrizó en la isla Terceira, ubicada en el archipiélago portugués de las Azores. Todos resultaron ilesos en la maniobra, y abordaron otro avión unas 30 horas más tarde.

Cinco horas después de partir desde el aeropuerto de Madrid-Barajas, los pilotos detectaron irregularidades en el Airbus A330-300, identificado con la matrícula N805NW, y se vieron forzados a descender cuando sobrevolaban el Océano Atlántico.

Los testigos escucharon “un fuerte estruendo” y percibieron “olor a quemado”. Varios pasajeros coincidieron en que aunque el procedimiento fue puesto en marcha con gran profesionalismo, se sintió el temor y la preocupación entre los ocupantes del avión, que no entendían qué sucedía.

Llegaron a tierra de manera exitosa, con un aterrizaje perfecto en la base aérea de Lajes de la isla Terceira, que pertenece a Portugal, y procedieron a la evacuación mediante escaleras móviles de los 282 pasajeros y los 13 integrantes de la tripulación.

El vocero de la compañía, Andrew Post, reveló a USA Today qué fue lo que falló y produjo pánico en los viajeros. “Se detectó un problema mecánico en el motor derecho, y como la seguridad siempre es lo primordial, se siguió el procedimiento de desvío; nuestros clientes pasaron la noche en distintos hoteles y fueron provistos de comida durante la espera”, indicó Post.

Luego de extender sinceras disculpas por los inconvenientes en nombre de Delta Air Lines, el vocero indicó que se dispuso otro Airbus A330 como avión de reemplazo, y los pasajeros finalmente retomaron su viaje hacia Estados Unidos, con 31 horas de retraso del itinerario original, y llegaron sanos y salvos al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York.