El peronismo hace esfuerzos para evitar fugas en el Senado mientras los K ven peligrar su poder


El peronismo entró en estado de deliberación en el Senado y comienza a salir de la confusión general que le provocó la última derrota electoral. Las reuniones y los mensajes por WhatsApp se replicaron en los últimos días entre las distintas facciones que a partir de diciembre integrarán el bloque de Fuerza Patria. Unos tratan de contener y otros reclaman quedar al margen de la interna entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof y más flexibilidad para negociar con el Gobierno.

“Hay que decidir si seguimos en una posición cerrada o nos abrimos a un federalismo”, sentenció una fuente del peronismo consultada por Clarín. Hasta aquí, el PJ tiene tres líneas dentro de un interbloque en la Cámara Alta: Frente Nacional y Popular, referenciado con José Mayans; Unidad Ciudadana, encabezado por la cristinista Juliana Di Tullio; y Convicción Federal, de Fernando Salino.

Quienes están metidos en la discusión interna admiten que el armado del bloque peronista no puede abstraerse de la interna del PJ y, por eso, los contactos son entre todos los sectores. Algunos senadores alertan que “va a ser difícil seguir acompañando la posición extrema de Cristina que pide cosas puntuales y que no están en línea con los intereses del país y de las provincias”.

Se estima que el proceso de ordenamiento del peronismo podría extenderse hasta marzo. Mientras tanto, Mayans, que quedó al comando del PJ ante la prisión domiciliaria de la ex presidenta, trata de contener a todos y hacer equilibrio ante los reproches y los reclamos. Ya se reunió con Salino y Di Tullio para avanzar en los próximos temas de la agenda parlamentaria: Presupuesto 2026 y la reforma de la ley de DNU, dos temas que podrían marcar la balanza en la interna.

Mayans tiene previsto reunirse con Gerardo Zamora, senador electo, quien según distintos rumores tendría pensado armar un bloque propio, aunque no está claro si se mantendrá bajo el ala peronista. El formoseño está confiado en que podrá contenerlos, aunque los santiagueños son herméticos y esperarán hasta último momento para mostrar sus cartas.

En tanto, la senadora electa Flavia Royón, quien responde al gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, armaría un bloque propio. Por ahora es difícil que pueda sumarse al armado peronista dado que su jefe político fue crítico con la estrategia de Cristina Kirchner para esta elección.

A eso se agrega que desde el massismo no vieron con buenos ojos que haya aceptado continuar como secretaria de Energía en el comienzo del mandato de Javier Milei. Por eso, lo más probable es que Royón arranque el año legislativo en un monobloque.

Los sectores no K reclaman una mayor apertura en la estrategia parlamentaria, como también la generación de consensos dentro del espacio. En otras palabras piden que se terminen las imposiciones de Cristina y se respeten las diferencias. Aquellos legisladores que responden a su gobernador exigen mayor “flexibilidad” para negociar con la Casa Rosada.

Saben que el oficialismo puede armar una nueva mayoría con mayor facilidad recurriendo a los votos del medio. Por eso, algunos senadores peronistas presionan para no repetir lo ocurrido en diciembre de 2023 cuando la vicepresidenta Victoria Villarruel juntó el número para quedarse con el control del Senado, apoderándose no sólo de comisiones clave como la de Acuerdos, Legislación General y Relaciones Exteriores, sino también de áreas administrativas.

Como planteó un senador de bajo perfil, al peronismo le conviene hablar y negociar con La Libertad Avanza porque si hay acuerdo, los bloques del medio que perdieron todas las elecciones se quedan afuera. En resumen, lo que piden es negociar con el Gobierno para que la UCR y los bloques provinciales no se lleven los beneficios y puedan recibir algo de la discusión de Presupuesto, por ejemplo.

Por ahora, el kirchnerismo ha perdido poder en la última elección y en contraposición ganaron terreno los llamados sin techo, aquellos legisladores que no tienen terminal en un gobernador. Esta situación ya genera incertidumbre entre los K porque hay gobernadores peronistas que amenazan con armar un interbloque federal, ya que apuntan a negociar con el Gobierno “políticas de producción y desarrollo”.

Fuente: www.clarin.com

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