El Gobierno arma una campaña de baja intensidad, centralizada en la Rosada y con candidatos desconocidos

La decisión de que el primer candidato a diputado por la Ciudad de LLA Alejandro Fargosi no participe en el debate en TN tiene su correlato en las 24 provincias. Los candidatos libertarios piden permiso para hablar y moverse y las actividades de campaña por ahora son minúsculas. Al igual que el armado de listas, todo se termina de definir en la Casa Rosada.
Fargosi, como la mayoría de los candidatos, se limitó a tuitear el viernes la nueva línea discursiva que bajó Santiago Caputo: “Tenemos una oportunidad histórica: El 26 de octubre, la Libertad Avanza o la Argentina retrocede”.
La falta de presencia en los medios y las escasas actividades proselitistas agravan el hecho de que los candidatos son desconocidos en sus distritos. El cordobés Gonzalo Roca, al que Milei le levantó la mano hace una semana, apenas participó de una actividad en Belville, el viernes, y sigue siendo una figura ignota para el electorado. “El 99% de la gente es desconocida”, se justificó el libertario en el segundo distrito nacional.
Con una sinceridad abrumadora, se expresó en la misma línea el candidato libertario en Jujuy Alfredo González. “Mi más grande fortaleza es mi más grande debilidad: mi nivel de conocimiento”, expresó el aspirante a legislador. “Somos gente nueva que quiere cambiar el país y que no está metida en política hace 40 años”, dijo el también titular de la cámara de expendedores de combustibles local.
Horas después, en su primera actividad pública tras su gira a los EE.UU., Javier Milei compartió escenario en la Feria de Turismo con el híper silencioso secretario de Turismo, ex embajador, ministro dos veces gobernador, vicepresidente y candidato a la presidencia, Daniel Scioli, un recién llegado. El mandatario aprovechó para volver a hablar de una reforma laboral y fiscal, que el Gobierno quiere volver a poner en agenda a partir del lunes con la convocatoria de Francos al Consejo de Mayo.
“Se confiaron mucho en el auto, que es el sello, pero los pilotos -los candidatos- también son importantes”, explicó un candidato con varias elecciones en el lomo.
Entre los armadores y candidatos con demasiado pasado político que hoy integran las listas de LLA hay nerviosismo, porque suponen que el electorado buscará caras y nombres conocidos en el cuarto oscuro. La asociación entre los candidatos locales con el Presidente igual al “Adorni es Milei” que el oficialismo impuso como lema en los comicios porteños, tiene el problema de que los aspirantes en las provincias no son tan conocidos como el vocero ni están tan identificados con el mandatario.
El jefe de Estado, que pretendía plebiscitar su gestión y ahora pide un voto de confianza para que valga la pena el esfuerzo (el ajuste), intentará replicar la estrategia asociativa con la inminente e intermitente gira que arranca el lunes en Ushuaia y ganará intensidad hasta el 26 de octubre.
Como reclamaban algunos candidatos con experiencia de gobierno, la gestión se mezclará más con la campaña. Bullrich desembarcará con el candidato y ministro de Defensa Luis Petri en Mendoza para inaugurar la nueva estación de la Policía Federal en Guaymallén, el departamento más populoso de la provincia que gobierna el aliado oficialista Alfredo Cornejo. Néstor Majul, secretario de Articulación Federal de Seguridad, hombre del gobernador y candidato a legislador provincial también aprovechará la postal.
El impacto de la boleta única es incierto. En la cuenta que hacen en LLA en la Capital, por ejemplo, descuentan que le irá mejor a la candidata a senadora Bullrich -que se apuró en bajarse de un hipotético debate antes de pudiera prosperar- que al abogado, que deberá enfrentar a otros competidores mucho más conocidos.
“Los candidatos tienen mordaza, salvo (José Luis) Espert que siempre tiene más autonomía”, consignó un dirigente que hizo campaña con el Presidente. El titular de la comisión de Presupuesto que había sido cauteloso en las primeras horas después del triple crimen en Florencio Varela, apuntó contra Axel Kicillof. Lo mismo hizo Diego Santilli, con quien tenía previsto visitar la Sociedad Rural de Tres Arroyos.
No fue casual, el economista criticó la eliminación temporaria de retenciones que generó malhumor entre los productores. El ministro de Economía, Luis Caputo, defendió la medida. En reemplazo del candidato asistió el secretario de Producción, Pablo Lavigne; que respondió la consulta de los ruralistas. Otra vez, campaña y gestión.
Espert tampoco había sido de la partida en la reunión de la mesa de campaña de la Provincia, el martes en las oficinas de Sebastián Pareja, adonde tampoco estuvieron ni Karina Milei ni Santiago Caputo. “Está madurando la estrategia”, se ilusionó uno de los presentes que preferiría focalizar la búsqueda de votos en el conurbano.
En la reunión de jefes de campaña con coordinadores de cada una de las provincias de hace diez en Olivos, se acordó que se enviarían insumos para la campaña: cartelería y folletería, imprescindible en algunos distritos para luchar contra los aparatos locales. Hasta el momento no mandaron nada. Las mesas en la Provincia que funcionaron poco -y sufrieron muchas chicanas por las denuncias de coimas- antes del 7 de septiembre tampoco volvieron a replicarse de manera organizada hasta el momento. Candidatos bonaerenses festejaron que funcionarios importantes como el ministro de Economía regresaran a los medios.
Por WhatsApp, los armadores y candidatos libertarios de todo el país reciben resúmenes con las intervenciones del Presidente y de los ministros para replicar el discurso oficial.
Los candidatos envían un plan de acción que debe ser validado antes de poder avanzar. “Pilar está al frente de todo”, consignan en las provincias sobre Ramírez, la flamante coordinadora política de la campaña nacional, delegada de Karina Milei, legisladora porteña y candidata a senadora suplente por la Ciudad.
Su ascenso chocó con la versión luego desmentida de que Eduardo “Lule” Menem, golpeado por los audios y las acusaciones de corrupción de Diego Spagnuolo, ya no intercedería en la campaña. Aunque ya no aparezca en las fotos de la mesa política y en la de campaña, el subsecretario de Gestión Institucional, muy cercano a Karina, sigue siendo el principal interlocutor para los candidatos del interior profundo del país. “Para todo seguimos hablando con Lule”, consignó un referente libertario que no sueña con una victoria a pesar de los trascendidos de que Menem solo estaría abocado a la fiscalización.
Más allá de las promesas de ponerle una pausa a la interna libertaria y de avanzar en la construcción de gobernabilidad -como el ministro de Economía reconoció que le pidió el secretario del Tesoro de EE.UU.- los cortocircuitos continúan. El grueso de los gobernadores por ahora no creen en el ascenso del ministro del Interior Lisandro Catalán y en el empoderamiento de su mentor Francos y cuestionan la conducción parlamentaria de Martín Menem en Diputados. En despachos oficiales se alimentan esas lecturas.
Santiago Caputo, en tanto, disputó a la Cancillería y a Economía, la autoría de la arquitectura para sellar el respaldo de Donald Trump, un detalle que -más allá de la veracidad- cayó mal en varias carteras.
Fuente: www.clarin.com