El caso de Amy Bradley, la joven desaparecida en un crucero: su hermano recibió nuevas pistas 27 años después gracias al documental de Netflix

Amy Bradley, una joven de 23 años recién graduada en la universidad como profesora de educación física, estaba junto a sus padres y su hermano en un crucero en pleno Caribe cuando despareció en marzo de 1998. Desde entonces su familia la busca, convencidos de que está viva, tal como afirmaron en el documental Amy Bradley is Missing, disponible en Netflix.
Los misterios en torno al caso son abordados en la docuserie de tres episodios, llena de testimonios y con el despliegue de todas las teorías sobre su paradero.
La cronología comienza cuando Ron Bradley, el padre de Amy, un ejecutivo de seguros oriundo de Virginia, Estados Unidos, ganó un viaje de siete días al Caribe con todo incluido, como premio a su desempeño en su trabajo.
La familia Bradley en el crucero donde Amy desapareció. (Foto: Netflix)El sábado 21 de marzo de 1998, zarpó junto a su esposa, Iva, y sus dos hijos, en un imponente barco de la compañía Rhapsody of the Seas de Royal Caribbean International Cruise Line, junto a 3000 pasajeros.
El crucero de varios pisos zarpó de San Juan, Puerto Rico, rumbo a Curazao. Todos se hospedaban en el mismo camarote, y cuando llevaban tres días en altamar, se desencadenó la peor pesadilla de la familia.
El misterio de la desaparición de Amy Bradley
La madrugada del 24 de marzo de 1998 Amy y su hermano bailaron en la discoteca del barco hasta las tres de la mañana, y regresaron a la habitación con muy pocos minutos de diferencia.
La desaparición de Amy Bradley sigue siendo un misterio. (Foto: Netflix)A las 5.30 de la madrugada su padre la vio dormida en una de las reposeras del balcón del camarote. Se volvió a dormir, y media hora más tarde cuando quiso ir a darle los buenos días, su hija ya no estaba.
Despertó a su esposa y a su hijo, que emprendieron un recorrido por cada uno de los lugares públicos del barco y todos los baños. Avisaron al capitán y se emitió una alerta en todos los altavoces.
“Le rogamos al personal del barco que no bajara la pasarela, que no permitiera que nadie abandonara la embarcación, pero mucha gente abandonó el barco en Curazao”, relató la madre de la joven en el documental, convencida de que esos minutos fueron claves para un posible secuestro.
La primera hipótesis fue una caída accidental por la borda, pero su familia aseguró que Amy era una socorrista y nadadora experta, por lo que creen que hubiese podido llegar hasta tierra firme.
El crucero donde se reportó la desaparición de Amy Bradley. Foto: ArchivoLos investigadores coincidieron, y descartaron esa teoría por varios factores. Además, por la ubicación geográfica del barco al momento de su desaparición, en caso de ahogamiento la marea debería haberla llevado hacia alguna de las costas.
Las teorías del caso Amy Bradley y la pista que recibió su hermano 27 años después
En una entrevista con WTVR CBS 6, Brad confirmó que la familia recibió nueva información tras el estreno del documental. “La cantidad de pistas es abrumadora, llegaron de todas partes, y algunas son muy creíbles”, reveló.
A raíz del caudal de mensajes de la ciudadanía, comentó que asignaron un nuevo agente del FBI al caso, ya que la investigación continúa abierta y se ofrece una recompensa de 250.000 dólares para quien aporte datos certeros.
Aunque no profundizó en los detalles, dejó entrever que se condice con la hipótesis de que su hermana haya sido raptada y luego fue víctima de una red de trata de personas.
Los hermanos, Amy y Brad Bradley, se definían como “mejores amigos”. Foto: Netflix“Creemos que fue un objetivo, que fue secuestrada y retirada del barco para ser llevada a una red de prostitución”, expresó Brad.
Luego habló de un proyecto llamado ‘Alerta Amy‘, similar a las alertas Amber que se activan cuando desaparece un niño, para que se implementen en los cruceros.
“El caso de mi hermana destapó que la seguridad a bordo de estos barcos, contratada por la compañía de cruceros, tiene como principal función proteger a la compañía, y debe existir una normativa distinta para que las autoridades puedan investigar los delitos de una forma más eficiente y segura”, recalcó.
Sus dichos coinciden con las declaraciones de un investigador privado, el expolicía Jim Carey, de 61 años, que afirma tener nuevas pruebas. Trabaja en el caso hace cuatro años, y asegura que en 2024 le hicieron llegar evidencia de que Amy sigue con vida.
Amy Bradley horas antes de su desaparición, a bordo del crucero cerca de la costa de Curazao. (Foto: Netflix)El detective Carey insistió en que vuelvan a indagar a Alistair Yellow Douglas, un músico del barco que fue visto bailando con Amy la noche de su desaparición, fue interrogado extensamente por el FBI durante la investigación inicial y el resultado de la prueba del polígrafo no fue concluyente.
Quién es Amy Bradley y por qué creen que sigue con vida: los giros de la investigación
Fueron varios los argumentos para descartar que Amy Bradley haya desaparecido por motu propio. La joven de 23 años quería estudiar un máster en psicología deportiva, y había alquilado un departamento a donde mudarse sola cuando volviera de las vacaciones del crucero.
Incluso había adoptado una perra, que iba a ser su fiel compañera en su flamante hogar de soltera, y había quedado en ir a buscarla al refugio el lunes siguiente cuando regresara a Estados Unidos. Jamás regresó y esos planes quedaron pendientes para siempre.
Otra de las cuestiones que se analizó en detalle fue la vida privada de Amy. En el documental habló Mollie McClure, exnovia de la joven, y generó interrogantes sobre su orientación sexual.
El FBI aún investiga el caso de Amy Bradley. “Amy era bisexual, y había salido del armario con la familia en 1995, tres años antes de su desaparición. Tuvo varios novios y también novias, y nunca fue un problema para nosotros, fuimos y seremos una de las familias más unidas del mundo”, aseguró Brad Bradley para desmentir las teorías que surgieron en las redes.
La familia sigue enfocada en encontrar a Amy, que ya debería tener 50 años, para saber lo que verdaderamente pasó aquella noche en el crucero.
Uno de los detalles que se omitieron en el documental fue que la familia fue estafada por un supuesto investigador privado, Frank Jones, quien afirmaba ser un ex SEAL de la Marina. El hombre estafó a la familia por 210.000 dólares luego de ilusionarlos con un falso rescate.
En 2002, Jones se declaró culpable de fraude postal, fue condenado a cinco años de prisión y se le ordenó devolver el dinero robado. Pese a todos los reveses que sufrieron, los Bradley no renuncian a la esperanza de volver a ver a Amy con vida.
Fuente: www.clarin.com



