El “blanco” de Chiqui Tapia y el chat del juicio de los Cuadernos


Música, luces, bandejeo de calidad y buena bebida: todos los viernes, el juez federal número 2 de Morón, Jorge Rodríguez, agasaja a sus amigos y relaciones públicas en una coqueta vivienda de Parque Leloir. Algunos de los presentes en esa fiesta acuñaron una frase histórica: “Yo no tengo amigos, tengo contactos”. Los contactos del poderoso magistrado federal son diputados y senadores, intendentes bonaerenses y jueces nacionales y de la provincia mayor de la Argentina. ¿Iba a esas tertulias la fiscal Cecilia Patricia Incardona, junto a su marido Eugenio Sarrabayrouse?

Además, allí son habitués dirigentes sindicales y del mundo del fútbol, muchos de ellos hermanados en ambos roles. Basta con eso, revisar la nómina de empleados del CEAMSE, la coordinación ecológica que se encarga del generoso negocio de la basura. Gremialistas y titulares de clubes de todas las divisionales tienen su poltrona y su sueldo garantizados por la empresa pública que gestiona los residuos sólidos urbanos del Área Metropolitana, y que preside Claudio “Chiqui” Tapia.

El otrora poderoso “Chiqui” suele mostrar allí su relación recompuesta con el clan Moyano (los diversos vértices de la familia de Hugo Antonio Moyano) y los pedidos de acompañar al plantel capitaneado por Lionel Andrés Messi al próximo Mundial de fútbol. Los jueces, varios de ellos partícipes del mundo dirigencial del fútbol, se muestran sonrientes y cómodos en ese reducto de Parque Leloir.

Pero un día, todo se complicó: mientras todos bebían y danzaban al ritmo de la cumbia, apareció un dron. Todo fue confusión y nervios. Y todos salieron corriendo, temerosos de quién habría enviado el robot volador. Y para qué. Misterio…

Las conversaciones entre los miembros del poder judicial afín al fútbol difieren en cuál será la suerte de las causas tanto la que instruye el juez en lo Penal Económico, Marcelo Aguinsky, respecto de la mega mansión de Pilar como la que lleva adelante el juez federal subrogante de Lomas de Zamora, Luis Armella, en el caso Sur Finanzas, la magnánima financiera auspiciante de muchos clubes de fútbol.

Algunos creen que una situación es la de Pablo Toviggino, mano derecha del jefe de la AFA, mientras que es distinta la de Claudio Tapia. Las malas lenguas “dicen” que el dueño del club Barracas Central justifica ingresos en blanco por 150 millones de pesos, producto de su rol de titular del CEAMSE más sus cargos en la CONMEBOL y la FIFA. Un recibo a la derecha…

Lejos de estos asuntos, pero también como parte del devenir judicial, sucede el juicio por los Cuadernos de las Coimas, que lleva adelante el Tribunal Oral número 7, y que tiene entre sus acusados a la ex presidenta Cristina Elisabet Kirchner y a varios empresarios de la órbita de la Construcción. Allí, en medio de las extensas jornadas que aún se desarrollan vía zoom, se ha armado un grupo de WhatsApp para comentar los sucesos, desde los más trascendentes hasta los más pintorescos.

Del chat participan abogados defensores y algunos de los acusados, donde a pesar de la gravedad de los hechos, algunos no pierden la capacidad de la ironía. Un clásico que ya se conformó es cuando CFK se corre de la imagen y deja solo a su abogado Carlos Alberto Beraldi. El grupo allí se regodea: “La Doctora no aparece en la imagen: ¿podrán pedir que lo haga?”, escribe alguno de los miembros y luego, el pedido se eleva en el juicio. Malhumorada, la ex jefa de Estado se suma a la sesión y aparece, en medio de declaraciones donde se habla del mecanismo de corrupción con la obra pública en el período kirchnerista. Fiat iustitia, et pereat mundus…

Pasando al mundo legislativo, esta semana fue el debut de un nuevo encuadramiento: “Las fuerzas del cambio”. Así se le ocurrió al diputado Martín Yeza, del PRO, al acuerdo tácito entre esa fuerza política con La Libertad Avanza y otras fuerzas que votan en comunión con el Gobierno de Javier Gerardo Milei. Antes de discutir el Presupuesto, el Compromiso Fiscal y la Inocencia Fiscal, “las fuerzas del cielo” lograron que un bloque encabezado por el diputado Cristian Ritondo -y secundado por la cornejista Pamela Verasay- apoye las iniciativas oficialistas.

A ese nucleamiento hay que sumar a los gobernadores que han decidido acompañar este paquete de leyes que el mileísmo quiere consagrar en las dos Cámaras legislativas antes de finalizar el año. Allí aparecen el salteño Gustavo Sáenz, el misionero Hugo Passalacqua, el chaqueño Leandro Zdero y los peronistas empelucados Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil.

De este alineamiento ha surgido una novedad importante: que la codiciada AGN (la Auditoría General de la Nación) renueve su conducción con el nombre de Pamela Calletti, ex diputada nacional que está enrolada con el salteño Sáenz, para encabezar organismo constitucional de control, que depende del Congreso de la Nación. Yo solo quiero un millón de amigos…

Fuente: www.clarin.com

Artículos Relacionados

Volver al botón superior