Dónde se grabó Animal, la serie top de Netflix con paradisíacos paisajes rurales


Desde el primer episodio, la serie de Netflix Animal cautiva no solo por sus personajes y humor rural, sino también por los paisajes: montes verdes, aldeas de piedra y escenas que evocan la Galicia profunda.

Lejos de ambientaciones genéricas, la producción eligió localizaciones auténticas para que el entorno sea parte del relato. Pero, ¿dónde se rodó exactamente la serie?

Los escenarios utilizados y la estrategia de rodaje muestran que Galicia se convirtió en el escenario principal, con foco en la provincia de A Coruña y municipios cercanos a Santiago de Compostela, en España.

Según reportes especializados, la serie fue filmada casi en su totalidad en Galicia, y más concretamente en la provincia de A Coruña.

El equipo de Animal optó por ubicar las locaciones en un radio de no más de 45 minutos alrededor de Santiago de Compostela, con el fin de lograr variedad paisajística, accesibilidad logística y una estética coherente con la historia.

El mismo productor mencionó que esa cercanía permitió capturar luz natural preciosa, paisajes desconcertantes y animales reales sin recurrir a decorados amplios.

Entre las localizaciones más destacadas aparece Touro, donde se encuentra el Pazo Dioño, que en la serie funciona como la casa de Antón.

Esa construcción señorial y su entorno de prados y muros de piedra dan credibilidad al hogar rural protagonista.

Pero no todo se grabó en esa sola localidad: la Finca Donicio, en Arzúa, fue utilizada como escenario para las escenas de granja, con hórreos, bodegas y hornos tradicionales, elementos muy vinculados al mundo rural gallego.

Otro lugar emblemático es Pontemaceira, una aldea con puente medieval sobre el río, que en la serie representa parte del pueblo ficticio Topomorto. Ese puente aparece como uno de los elementos visuales reconocibles en varios episodios.

En cuanto al entorno urbano/boutique de mascotas (Kawanda), para interiores el rodaje se ubicó en una nave del polígono Costa Vella de Santiago de Compostela, adaptada como set, mientras que exteriores urbanos reales de la ciudad se aprovecharon para escenas de tránsito, tiendas y ambiente de ciudad.

Además, se mencionan localidades como Teo, Vedra y zonas próximas a Santiago, que aparecen en caminos, caminos secundarios, carreteras y entornos mixtos entre valle y colinas.

En esos tramos, Animal capta cómo Antón viaja entre el entorno rural y la ciudad, y esas escenas de camino muestran tramos reales entre aldeas y carreteras secundarias gallegas.

El relato rural respira gracias a las locaciones reales: hornos de piedra, alambradas, vacas en prados, ríos y puentes antiguos. Esa autenticidad refuerza que el protagonista realmente venga de un entorno rural.

Fuente: www.clarin.com

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