Detuvieron en Caballito a un chico de 16 años que planeaba un tiroteo en su antigua escuela: su arsenal, la apología al nazismo y la mención a Anders Breivik


La Policía Federal detuvo en su casa de Caballito a un adolescente de 16 años, acusado de planificar un tiroteo escolar en su antigua escuela. Allí le encontraron bombas molotov, armas blancas y réplicas con inscripciones de algunos tiradores famosos, además de inscripciones neonazis.
El caso llegó a partir de una colaboración del FBI, que detectó el perfil del joven patrullando en la red social X. Allí encontraron posteos en los que amenazaba con cometer una masacre en el mes de noviembre. Le enviaron el reporte a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), a cargo del fiscal Horacio Azzolín, que avanzó con una investigación.
Entre el reporte y la detención pasó menos de una semana. Los pesquisas pudieron establecer que el menor de edad, a través de distintas plataformas y redes sociales, expresaba su afinidad hacia contenidos de extrema derecha; reivindicaba al nazismo; y glorificaba a atacantes múltiples. “Todo este material compatible con atracción/idealización de un atacante activo”, contaron fuentes policiales a Clarín.
En las últimas horas allanaron la casa, ubicada en una torre sobre Juan Bautista Alberdi al 1600. Allí encontraron al chico junto a su familia. Al revisar entre sus cosas, encontraron un pequeño arsenal casero.
Hallaron réplicas de fusiles que tenía inscriptos los nombres de otros once tiradores, entre los cuales aparecían Brenton Tarrant, Anders Breivik o Rafael Solich, el joven argentino que entró a los balazos en un colegio en Carmen de Patagones en 2004.
También había armas blancas, cargadores, gas pimienta, balas de goma para armas airsoft, cargadores, empuñaduras, botellas para armar bombas molotov, mira telescópica, parches con inscripciones neonazis, soles negros, calaveras o elementos del supremacismo Frente patriótico estadounidense.
Además, encontraron una carta suicida, a modo de despedida, y varias computadoras que se llevaron. Pero uno de los puntos más inquietantes fue un cuaderno, que tenía redactado un plan para ejecutar una balacera en noviembre.
Dicho plan contemplaba realizar una amenaza en un shopping cercano al colegio. Luego, entrar posteriormente a su excolegio, “simular ser policía, aislar a los alumnos en las aulas y ejecutar un tiroteo, con la intención de provocar un hecho de extrema violencia”, según señaló la Policía.
Este tipo de plan era similar al que en julio de 2011 llevó a cabo Breivik, el terrorista de extrema derecha noruego que cometió una masacre en Utøya. En aquella ocasión, Breivik estalló una bomba en Oslo, en casa del Primer Ministro, para generar una distracción. Luego manejó unas horas y se metió a un campamento del Partido Laborista, simulando ser un oficial de policía. Una vez adentro, comenzó con una balacera que dejó un total de 77 personas muertas entre ambos ataques.
El chico quedó a disposición del magistrado interventor, quien ordenó su traslado al Cuerpo Médico Forense para una evaluación psiquiátrica. La causa judicial fue caratulada como “Intimidación pública”. La causa quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°1, a cargo de la Dra. María Romilda Servini.
Según señalaron desde la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal, se trata del décimo caso similar encontrado en el país en los últimos dos años. En todos los casos los acusados resultaron ser menores de edad.
Fuente: www.clarin.com



