Desmontó un baldío, construyó una plaza y ahora necesita ayuda para instalar un polideportivo

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Luego, la gente conoció esta obra y cada fueron más las donaciones que le fueron llegando. Fue así que junto a su familia, realizaron durante mucho tiempo esta importante tarea de arreglar juguetes y también, entregar ropa en buen estado a quienes más lo necesitaban.

Un sueño hecho realidad

Inquieto de solidaridad y amor hacia los demás, tuvo otra ocurrencia que primero inició como un sueño difícil de alcanzar, pero que con el tiempo se convirtió en realidad. Al ver que alrededor de su casa había grandes dimensiones de terrenos repletos de malezas y yuyos, decidió crear allí un espacio público.

Primero, desmontó un terreno baldío con un machete con el fin de instalar una plaza y una canchita de fútbol. Tras hacer este costoso trabajo, que lo hizo a pulmón y con un machete, hizo un llamado a la solidaridad para que le donen los jueguitos que irían en la plaza.

Su idea era crear una canchita de fútbol y lo logró. Pero no quiso solamente quedarse con eso, plantó árboles, marcó la cancha y puso los arcos, después llegaron los jueguitos, banquitos y todo lo necesario.

Para eso tuvo que pedir mucha ayuda a la sociedad jujeña y pese a que poca gente se acercó a colaborar al principio, nunca abandonó su objetivo. Iba pasando el tiempo y la cancha de Franco era cada vez más visitada por niños y niñas que pasaban tardes enteras ahí.

Luego de un tiempo, esta travesía solidaria volvió a movilizarse con la idea de instalar un polideportivo para que más jóvenes y chicos puedan practicar deportes y alejarse de los malos hábitos que lamentablemente golpean duro a la sociedad con las adicciones y la delincuencia.

Por esa razón, lanzó un llamado a la solidaridad, “ojalá más gente se sume a ayudarnos, empresas y las autoridades puedan darnos una mano porque realmente la necesitamos. Espero poder darle a los chicos de mi barrio, un lugar más lindo para que practiquen deportes”. Para sumarse a esta loable labor, comunicarse al: 3885960902.

Este sueño tiene, además de todo lo que implica para un niño una plaza, un hermoso mensaje detrás que refleja un enorme corazón solidario y un espíritu de superación por hacer el bien, pese a que en muchas ocasiones el viento le sopló en contra.