De promesa a súper figura: Paredes y el antecedente top de su único partido ante Tigre :: Olé

Tal vez ni siquiera imaginaba que sería su último gol en Boca por un largo tiempo. Con poco recorrido en Primera, Leandro Paredes ya había vivido bastante con la camiseta xeneize pero no lo esencial: ganarse un lugar, ser reconocido más allá de su rol de promesa y de pibe que ya había enamorado a la gente pero con apenas pincelazos. Y esa tarde, ante Tigre, tuvo quizá su mejor instante en la Bombonera antes de irse a Europa.

Fue en el partido por la fecha 15 de un campeonato que el equipo de Carlos Bianchi peleó hasta el final. Irregular, los resultados ajenos y las intermitencias de los suyos lo dejaron en carrera pero ante el Matador debía sumar de a tres para seguir con buenas chances de ser campeón. Sin embargo, las cosas no empezaron bien y a falta de cinco minutos el resultado estaba 0-1, incluso jugando con uno más desde hacía casi media hora.

Fue cuando Juan Román Riquelme se hizo cargo de un tiro libre en el borde del área rival, casi en el vértice derecho del trazado. En lugar de patear al arco o tirar un centro, Román dio un pase al medio para que aparezca Leo, quien le dio de derecha y de primera para ponerla -rasante- junto al palo de… Javier García.

Así, Boca empataba agónicamente un partido que luego ganaría con un gol más sobre la hora aún del Cata Díaz. Fue una tarde de desahogo aunque no alcanzó: no volvió a ganar en los cuatro partidos siguientes y terminó séptimo a cuatro puntos del campeón San Lorenzo.

En el siguiente mercado de pases, Paredes se fue a préstamo a Roma por 18 meses y empezó su camino en Europa, de donde regresaría recién este año para continuar su historia xeneize. Y si bien ya volvió a marcar (generó un gol ante Independiente Rivadavia y le hizo uno de penal a Defensa y Justicia), todavía no gritó uno como el de aquella tarde en que se fue ovacionado.