Construyó arcas y convenció a miles para que dejaran sus casas: Ebo Noah, el “Noé africano” que anuncia el fin del mundo

Ebo Noah, un extravagante hombre de Ghana, cobró notoriedad en las últimas semanas por anunciar que el día de Navidad se produciría el Diluvio universal.

Miles de personas le creyeron y dejaron sus hogares dispuestas a abordar las arcas que él mismo construyó para salvar a la humanidad de la supuesta tragedia.

Finalmente, el pronóstico no se cumplió, lo que desató el enojo de algunos de sus seguidores, aunque el predicador continúa insistiendo en que el fin del mundo sucederá pronto.

Ebo Noah comenzó a ganar popularidad en las redes, especialmente en TikTok, donde ahora tiene alrededor de 1,3 millones de seguidores, por videos en los que aparecía, vestido con un desgarrado traje de arpillera que apenas le tapaba el cuerpo, leyendo la biblia.

Sin embargo, su fama internacional se dio a partir de agosto de este año, cuando empezó a difundir la idea de que, en la Navidad de 2025, sucedería el Diluvio universal que devastaría a toda la humanidad.

Según comentaba Noah, fue Dios quien le advirtió de la catástrofe, y también le dijo que duraría tres años.

A tal punto creía lo que decía, que comenzó a construir gigantescas embarcaciones de madera, inspiradas en el arca de Noé, y por ello se ganó el apodo de el “Noé africano”.

Según los medios locales, este hombre, con la ayuda de algunos seguidores, fabricó entre 8 y 10 arcas, que serían utilizadas para salvar a la población cuando sucediera la gran inundación.

Como Noah compartió el proceso en las redes sociales, miles de personas de toda África dejaron sus hogares y llegaron a Ghana con la esperanza de conseguir un lugar en sus embarcaciones y salvarse de la tragedia.

En diciembre, finalmente, las autoridades ghanesas arrestaron a Ebo por temor a que sus declaraciones causaran pánico en el público. Estuvo detenido durante 72 horas, pero fue liberado luego de que se determinara que, para la legislación del país, hacer profecías religiosas no constituye un delito penal.

Tras su liberación, la profecía siguió generando un intenso debate, específicamente en Ghana pero también a nivel internacional.

Días antes de Navidad, Noah incrementó aún más la polémica al aparecer en público en un Mercedes-Benz valuado en alrededor de 90.000 dólares. El coche parecía recién adquirido, y muchos sostuvieron que lo había comprado con las donaciones de sus seguidores, aunque él lo desmintió.

En el último video que compartió antes del 25 de diciembre, contó que había ayunado durante tres semanas y orado por Ghana y el mundo, y luego dijo que cualquier cosa que sucediera sería decisión de Dios.

Por si fuera poco, en los días previos a la fecha de Navidad, ocurrieron intensas lluvias en el país africano, lo que intensificó los temores de algunos creyentes, y varios tomaron la profecía lo suficientemente en serio como para prepararse.

Finalmente, el 25 de diciembre comenzó sin lluvias en Ghana.

Pero lejos de retractarse, ese mismo día, Ebo Noah afirmó que el Diluvio no ocurriría en la fecha anunciada, y que nadie debía apresurarse a acudir a las ubicaciones de las arcas.

Para justificarse, relató que tuvo una nueva visión en la que vio a muchas personas intentando ingresar a las arcas y que, tras orar, Dios le concedió más tiempo para construir más embarcaciones y dar cabida a todos.

Por la noche, volvió a tener otra actitud polémica, al aparecer en el festival Rapperholic 2025, uno de los eventos de rap más importantes de Ghana, organizado por el famoso rapero Sarkodie.

Allí, ante una multitud y mientras detrás de él las pantallas reproducían imágenes de lluvias, ratificó su pronóstico.

Afirmó que Dios había “aplazado” el desastre gracias a sus oraciones y ayuno, y dijo que el mundo había escapado del Diluvio, pero solo por el momento.

Por último, animó a la audiencia a disfrutar del evento y celebrar en lugar de temer al apocalipsis.

Sin embargo, tras esto, el Noé africano comenzó a ser blanco de críticas, y muchos de sus seguidores lo acusaron de mentiroso.

Un grupo de ellos fue más allá y, al día siguiente, prendió fuego a uno de los barcos que creían que era de Ebo. Sin embargo, luego se descubrió que este pertenecía a otra persona, por lo que las arcas de Noah siguen intactas.

A pesar de todo, el predicador no se rinde. Continúa caminando descalzo y compartiendo su mensaje en las redes. Sostiene que ha recibido una misión divina para salvar a la humanidad y que simplemente está cumpliendo con la tarea que se le ha asignado. “Es una visión, no una profecía”, es el emblema que se lee en su perfil de TikTok.