Condenaron a prisión perpetua al policía que mató en Miramar a Luciano Olivera, futbolista juvenil de 16 años


El policía que mató a Luciano Olivera, un futbolista juvenil de 16 años, durante un operativo ocurrido en diciembre de 2021 en Miramar fue condenado a prisión perpetua.
Luego de que un jurado popular integrado por 12 ciudadanos declarara culpable al oficial de la Policía bonaerense Maximiliano González en el juicio realizado el mes pasado en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Mar del Plata, el juez Facundo Gómez Urso resolvió este viernes aplicarle la pena máxima. Para ello, rechazó el planteo de inconstitucionalidad presentado por la defensa.
González, de 29 años, fue condenado como autor del delito de “homicidio triplemente agravado por el uso de arma de fuego, por alevosía y por abuso funcional en su condición de miembro de una fuerza de seguridad”, una figura penal que prevé como única sanción la prisión perpetua.
Luciano Olivera fue asesinado en la madrugada del 10 de diciembre de 2021. Esa noche había salido a festejar junto a sus compañeros de la sexta división del Club Once Unidos de Miramar. Tras la celebración inicial, el grupo se trasladó a una plaza del centro de la ciudad, donde continuaron los festejos.
Cerca de las 3 de la madrugada, el adolescente se subió a su moto Yamaha 125, se despidió de sus amigos y tomó por la calle 26 hasta la avenida 9. A la altura de la calle 34 se topó con una patrulla integrada por cuatro policías. Allí recibiría un disparo en el pecho que le causó la muerte.
Según la investigación, el personal policial del Comando de Patrullas de Miramar se encontraba realizando tareas de prevención cuando fue convocado por radio ante una denuncia por música alta en el anfiteatro de la plaza céntrica, delimitada por las calles 21, 24, 23 y 26. Así lo describió la fiscal Ana María Caro, a cargo de la causa, en su pedido de prisión preventiva contra González.
De acuerdo con la acusación, uno de los patrulleros inició un seguimiento que se extendió hasta la avenida 9, entre las calles 34 y 32. En ese punto, Luciano Olivera se encontró de frente con una camioneta Toyota Hilux de la Policía, “que se incorporó a la interceptación” del joven.
La fiscalía sostuvo que el móvil policial frenó de manera brusca sobre la avenida 9, en dirección al mar, cuando se cruzó con la moto. Tres policías descendieron del vehículo, mientras una cuarta agente permaneció en el interior. Los efectivos habrían dado la voz de alto.
Siempre según la acusación, el oficial González bajó por la puerta trasera izquierda de la camioneta y, “actuando sobre seguro y con claras intenciones de darle muerte”, extrajo su arma reglamentaria, una pistola Bersa calibre 9 milímetros, cargada con 14 municiones.
La fiscal remarcó que Luciano Olivera no portaba ningún elemento que pudiera representar un riesgo inminente para la vida del personal policial ni de terceros. Aun así, González efectuó un disparo “de forma sorpresiva” contra el adolescente, quien no tuvo posibilidad de resguardarse porque conducía la moto, que aún se encontraba en movimiento, a más de un metro de distancia del efectivo y del resto de los agentes.
Fuente: www.clarin.com



