“Cómo sobrevivir a Milei”: el llamativo taller dictado por un exministro de Mauricio Macri

En un ciclo de cuatro encuentros, entre la “autoayuda política” y el análisis del discurso autoritario del mileísmo, Pablo Avelluto, exministro de Cultura de Mauricio Macri, se puso al frente de un taller pensado para brindar herramientas sobre “Cómo sobrevivir a Milei”.

“Lo que trabajamos fue analizar cómo funcionan los relatos autoritarios frente a los democráticos con ejemplos de fragmentos de cine, porque no se trataba de discutir las ideas de Milei o si su programa económico es bueno o malo sino de lo que nos pasa a nosotros con todo eso”, indicó Avelluto en diálogo con Clarín.

La propuesta nació de una idea de Ignacio Iraola, amigo de Avelluto y dueño de la librería Naesqui donde se realizó el taller, quien definió el ciclo como una forma de “autoayuda política”. Según el exministro, detrás del curso había una necesidad urgente: “La necesidad de construir desde la imaginación y la creatividad un nuevo ‘nosotros’ político”.

El mileísmo claramente construyó, como suelen hacer los gobiernos autoritarios, un ‘nosotros’ y un ‘ellos’ muy tajante, donde ‘ellos’ son los que contaminan la pureza de nuestra Nación y están ‘los ciudadanos de bien’ frente a ‘los zurdos de mierda’. Esa lógica de oposición en el discurso democrático se quedó sin un nosotros. Hay pedacitos nada más”, advirtió.

El taller que realizó Pablo Avelluto y congregó a unos 35 participantes, en modalidad presencial y vía Zoom. El taller que realizó Pablo Avelluto y congregó a unos 35 participantes, en modalidad presencial y vía Zoom.

El ciclo de cuatro encuentros se desarrolló durante los martes de noviembre y congregó a unos 35 participantes, en modalidad presencial y vía Zoom, junto a quienes el exfuncionario buscó analizar el contexto político actual. “Había más de la mitad de gente de casi 60 años, que vivió en la dictadura y la democracia, y el resto eran chicos de alrededor de 30 años. Era un público muy diverso. Nunca hablamos de política en el sentido de cómo piensa cada uno o a quién votó. Fue un taller con lógica académica, participativo”, indicó a este diario.

Consultado acerca de si tiene pensado volver a dictar el curso, respondió: “Algunos de los participantes me decían ‘hay que hacer otros porque faltan dos años de Milei’. Supongo que se podrá hacer una segunda edición, pero todavía no hay fecha. Hay algo terapéutico de cuando vos ves que lo que te pasa a vos también le pasa a otra gente. Cada reunión duraba aproximadamente dos horas”.

Las emociones del discurso político y la batalla cultural: dos pilares del taller

Según detalló Avelluto, el primer encuentro estuvo dedicado a pensar “cómo el discurso político construye emociones y cómo esas emociones funcionan en nuestro cerebro político y definen nuestras opciones políticas”. En tanto, el segundo martes se abordó el uso de las palabras en el discurso autoritario: “Tenemos la sensación de que las palabras han perdido el significado, de que algunas han sido adueñadas por un campo narrativo o un relato”.

Para Avelluto, el mileísmo —como otros movimientos de extrema derecha— logró construir un relato completo con héroes, villanos y víctimas: “Los héroes son los individuos; el enemigo es el Estado y, también, ‘los zurdos’ que lo defienden. No hay un principio de verdad y no importa, porque es un cuento”.

En tanto, el tercer encuentro se metieron de lleno en la “batalla cultural”, que para el exministro de Cultura es “la madre de las batallas”. Allí planteó que parte de la dirigencia tradicional, incluidos “antiguos amigos del PRO”, interpreta erróneamente que la discusión central es la economía. “Lo que está en juego es el modelo de sociedad: cómo convivimos, qué está bien, qué está mal, cuáles son los valores“, subrayó.

“Los libertarios tienen una estrategia diseñada de que hay que tirar una avalancha de temas, eso Santiago Caputo lo hace muy bien. Tener una iniciativa permanente de decena de temas para que uno vaya tapando el otro y generar caos. La idea es que no puedas procesar nada, que tu única respuesta termine siendo del estilo ‘qué barbaridad’ y que te quedes en la indignación que es algo improductivo”, explicó a Clarín.

Al último encuentro, Avelluto lo llamó “el kit de supervivencia democrática”. En ese capítulo, el exfuncionario presentó “herramientas para discutir sin gritar, procesar el caos informativo y llegar a fin de año sin pelearse en la mesa familiar”. Entre las claves, propuso invertir la lógica del “hombre de paja”, esa táctica de “ridiculizar al otro para ganar la discusión”, y tomar la mejor versión del argumento ajeno para “debatir ahí arriba”.

“La idea es que lo que reemplace a Milei va a tener que ser tan nuevo como fue Milei en su momento. El desconcierto del elenco de la política tradicional de la Argentina, sea del color político que sea, es que nadie es capaz de articular un ‘nosotros’, un marco narrativo, una historia convincente de héroes, villanos y víctimas diferentes a los actuales”, planteó.

“Sobrevivir a Milei no es sobrevivir a un político”: las claves del taller de Avelluto

“Sobrevivir a Milei no es sobrevivir a un político. Es sobrevivir al miedo, a la degradación del lenguaje y a la tentación de rendirnos a la crueldad”, apuntó el exfuncionario a través de un posteo en su cuenta de X.

Avelluto planteó que el objetivo del taller fue construir un espacio para pensar “sin perder la cabeza” en plena era del mileísmo. “Podemos defender la democracia sin convertirnos en los defensores del pasado ni en aquello que combatimos”, remarcó.

A través de la cuenta de Instagram de la librería, el taller fue presentado a mediados de octubre como un “laboratorio de cabeza fría, lenguaje limpio y respeto democrático”.

“Programa en 4 episodios: 1 – Del shock autoritario a la cabeza fría; 2 – Lenguaje bajo presión: cómo nos roba el autoritarismo (y cómo recuperarlo); 3 – Despolarizar en serio: respeto y preguntas honestas; y 4 – El día después: 10 movimientos ‘no regrets'”, indicó el posteo que promocionaba el curso.

La propuesta buscó que los participantes se fueran “con la cabeza fría, el lenguaje claro y la empatía viva”, bajo la premisa de que “pensar también es una forma de resistencia” en tiempos de discursos crispados y confrontación permanente.



Fuente: www.clarin.com

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