Cómo eliminar al “pez de plata” de la casa y resolver un grave problema


Los peces de plata son insectos pequeños, alargados, de un color plateado brillante, justamente. Se suelen esconden en el baño, la cocina o entre los muebles, y lamentablemente pueden convertirse en una pesadilla para nuestra casa.

Sucede que se reproducen con mucha facilidad, y suelen vivir por años, razón por la cual su presencia puede desembocar en una temible plaga, como en ocasiones se da con las cucarachas y las hormigas.

Los peces de platas on descubiertos al momento de hacer limpieza, porque están escondidos. Pese a son inofensivos para los humanos y no dañan la vivienda, resultan un problema a resolver.

La aparición de los pececillos de plata es sinónimo de paredes con humedad; un inconveniente que, si no se soluciona a tiempo, puede tener consecuencias bastantes graves y costosas.

Como describe The Mirror, si no se controla, la humedad puede causar daños irrecuperables: desde que los ladrillos se agrieten, las vigas o el yeso se pudran y las esporas de moho se propaguen, hasta la destrucción de la estructura misma de la propiedad

Las causas que la provocan pueden ser muchas, desde caños con pérdidas, filtraciones o simplemente mala ventilación. Pero lo importante es detectarla y resolverla a tiempo. Una alerta que nos dan los peces de plata.

El pez de plata (Lepisma Saccharina) es un insecto que se alimenta de restos orgánicos como cartón, papel, moho, azúcares o tejidos, entre otras cosas.

También como “bicho de la humedad”, además de dar cuenta de los problemas estructurales que puede tener la vivienda, también provoca la presencia de ácaros o la aparición de otros insectos.

Aman la oscuridad y los entornos húmedos, es por ellos suelen nacer entre las grietas de las paredes y se desarrollan en los lugares más sombríos de la casa, como los huecos de los muebles que se mueven poco, las cocinas y los baños.

Con una estructura similar a la de un ciempiés pero más finos, pueden llegar a medir hasta 12 milímetros de largo, no tienen alas y pueden vivir entre dos y ocho años. Son muy veloces y se reproducen rápidamente.

El primer paso al hallarlos es buscar dónde puede estar el problema de la humedad y resolverlo. Pero además, es esencial terminar con esta plaga para evitar que sigan instalándose en el lugar.

Se puede terminar con ellos rociando alcohol etílico la zona en la que los encontramos, aconseja Elperiodico.com.  También se puede poner ácido bórico en las juntas de las baldosas del baño o la cocina o esparcir diatomita o tierra de diatomeas por la zona, lo que hará que el insecto se seque y muera. 

El medio también deja consejos para evitar que se vuelvan a instalar: 

Fuente: www.clarin.com

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