Claudia Sheinbaum impulsa nuevos impuestos pese a su promesa fiscal


La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha reiterado en varias ocasiones que no habrá aumentos de impuestos para reducir el déficit fiscal del país. Sin embargo, una serie de nuevos gravámenes se esconden a simple vista en el plan presupuestario de 2026 que su partido Morena impulsa en el Congreso.

El proyecto, aprobado la semana pasada por la Cámara de Diputados, añade unos 137.000 millones de pesos (US$7.400 millones) en ingresos mediante nuevos o mayores impuestos a refrescos, videojuegos violentos, cigarrillos y apuestas, según un análisis del centro de estudios CIEP.

Sheinbaum ha presentado los llamados “impuestos al pecado” como una cuestión de salud pública, asegurando que buscan reducir el consumo de productos dañinos.

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Pero las críticas no se han hecho esperar. Muchos la acusan de incumplir una promesa central de campaña: que México no necesitaría una gran reforma fiscal ni nuevos impuestos para financiar una agenda que busca mantener la disciplina presupuestaria mientras amplía el gasto social.

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Aunque se espera que los aumentos impositivos sean aprobados sin dificultad por el Senado, controlado por Morena, el riesgo político es real. Este tipo de impuestos suele impactar con mayor fuerza a los sectores de bajos ingresos, la base electoral que sostiene tanto a Morena como a la popularidad de la presidenta.

“Los funcionarios pueden negar que esto sea una reforma fiscal que golpea directamente los bolsillos mexicanos, pero la evidencia es abrumadora”, dijo Marco Cancino, experto en finanzas públicas, quien sostiene que Sheinbaum debería destinar los nuevos ingresos a programas de salud. Añadió que el dinero es escaso y que optaron por gravar productos que pueden etiquetar como poco saludables.

La oficina de Sheinbaum no respondió a preguntas sobre los nuevos gravámenes. Sin embargo, la mandataria ha citado datos para rechazar la idea de que busca únicamente llenar las arcas públicas o reducir el déficit.

Durante años, México ha sido el mayor consumidor per cápita de Coca-Cola en el mundo, y Sheinbaum suele destacar que enfermedades crónicas como la diabetes son especialmente mortales en el país. El alto consumo de refrescos y alimentos calóricos causa al menos 100.000 muertes al año, lamentó recientemente en una conferencia matutina.

“El objetivo es prevenir, prevenir, prevenir”, dijo la semana pasada.

Cuáles son los nuevos impuestos

El plan presupuestario propone elevar el impuesto a las bebidas azucaradas a 3,08 pesos por litro, un aumento de 90% respecto a la tasa actual. Incluso los refrescos sin calorías enfrentarán un nuevo gravamen, aunque menor, tras la intensa presión de la industria. El gobierno estima que los ingresos por estas bebidas superarán los 75.000 millones de pesos en 2026, casi el doble del total proyectado para este año.

Ejecutivos de la industria han criticado la medida. El director ejecutivo global de Coca-Cola Co., James Quincey, la calificó como “un aumento significativo”, mientras que el director ejecutivo de la embotelladora local Arca Continental SAB, Arturo Gutiérrez, dijo a inversionistas que el impuesto obligará a la empresa a subir precios al menos 8% más inflación.

El plan también eleva el impuesto a las ganancias de apuestas de 30% a 50% e impone un gravamen de 8% a los videojuegos para adultos que incluyan sangre o lenguaje ofensivo. Los fumadores enfrentarán un impuesto que aumentará gradualmente hasta alcanzar 23 pesos por cajetilla a finales de la década, un alza de 80% respecto a la tasa actual.

Además, se introduce un nuevo impuesto a las plataformas de comercio electrónico, que deberán retener 10,5% de las ventas de los minoristas que utilicen sus servicios. El presupuesto no incluye una estimación de ingresos por este concepto, que ha generado el rechazo del sector.

David Geisen, director general de MercadoLibre Inc. en México, calificó la medida en una publicación reciente como la política más perjudicial para el sector. La mayor firma de comercio electrónico en América Latina estima que un millón de pequeñas y medianas empresas podrían verse afectadas.

Objetivos del gobierno

El gobierno prevé recaudar un récord de 10,1 billones de pesos el próximo año, con las nuevas tasas representando solo una parte del total. Una porción mayor provendrá de la promesa de Sheinbaum de aumentar los ingresos mediante una mejor recaudación.

La presidenta logró reducir el déficit presupuestario de 2025 tras el fuerte gasto de su predecesor y mentor, Andrés Manuel López Obrador, en el último año de su mandato. Aun así, el plan de 2026 prevé que el déficit fiscal alcance 4,1% del producto interno bruto, un nivel similar al estimado para este año.

Con un control firme del poder, los legisladores de Morena parecen dispuestos a soportar el posible costo político de los nuevos impuestos, especialmente si los mexicanos no aceptan los argumentos de salud pública. Pero no todos dentro del partido coinciden.

Gerardo Esquivel, economista de izquierda cercano a Morena, calculó que el impacto del impuesto a los refrescos sería ocho veces mayor para los mexicanos de bajos ingresos que para los de altos.

“Está muy bien tratar de recaudar más con la promesa de aumentar los recursos destinados a la salud”, escribió en una columna reciente. “La pregunta es por qué se considera preferible hacerlo mediante un enfoque tan regresivo”.



Fuente: www.perfil.com

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