Chien Shiung Wu, la “Marie Curie china” que tuvo un rol fundamental en los planes nucleares de Estados Unidos

Sobran los casos en los que no se reconoció a personas que fueron parte de descubrimientos científicos. A muestra están el Premio Nobel que ganó Einstein, y el papel oculto que tuvo la matemática Mileva Maric, su primera esposa. O un poco más reciente, el hallazgo astrofísico de Jocelyn Bell Burnell, con la autoría adjudicada al supervisor de su tesis doctoral.

En la siguiente historia también hay un Nobel involucrado. Y al mismo tiempo, no se mencionó a quien diseñó el experimento merecedor del galardón: Chien Shiung Wu, la física china que se ganó un importante lugar en la comunidad científica estadounidense del siglo XX.

Es que ella fue una de las investigadoras del Proyecto Manhattan. Nada menos que el programa secreto iniciado por orden del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, para crear bombas atómicas antes que los nazis.

Posteriormente, en la Universidad de Columbia, Nueva York, desarrolló el “Experimento de Wu”. Allá por 1956, logró la verificación de una teoría formulada por sus colegas chinos también emigrados, Tsung Dao Lee y Chen Ning Yang. Estos le habían pedido ayuda para realizar la verificación experimental.

¿De qué? De la violación a un principio que era considerado verdadero desde hacía 30 años: el principio de la simetría entre el mundo y su reflejo, que hacía indistinguible el uno del otro. Específicamente, demostraron que esto no se cumplía en las interacciones electromagnéticas.

Y así se abrió camino a nuevas teorías sobre la materia y el universo.

La crianza en China y la pasión por la física de la “Marie Curie china”

Chien Shiung Wu nació cerca de Shanghái, en 1912. Llegó al mundo poco después de la revolución que puso fin al Imperio chino, y dio inicio a la lucha de poder entre los comunistas y los nacionalistas. Dato de color, estos últimos se refugiaron en Taiwán al ser derrotados por las fuerzas de Mao Tse Tung.

La familia de Chien-Shiung Wu, que es la quinta empezando por la izquierda. Foto: Gentileza Jada YuanLa familia de Chien-Shiung Wu, que es la quinta empezando por la izquierda. Foto: Gentileza Jada Yuan

Siendo la hermana del medio y única mujer de los tres hijos de una maestra y un ingeniero, tuvo una extraordinaria educación para su época. Asistió a una escuela primaria fundada por sus padres, que se encontraba en una aldea a 30 kilómetros de la ciudad anteriormente nombrada.

Sus progenitores reivindicaron fervientemente el acceso a la educación sin discriminación por sexo. Razón por la que a los 11 años ingresó al colegio secundario en un internado femenino, del que se graduó con honores. Allí se formó como profesora, y leyó sus primeros libros sobre física y matemáticas.

Su privilegiada educación se correspondió con una situación cómoda económicamente. Pero de niña ya destacaba por sus diferencias. Prefería aprender con lo que escuchaba en la radio antes que jugar al aire libre con los demás niños, según se cuenta en el libro Madame Chien-Shiung Wu: The First Lady of Physics Research.

El viaje que potenció su carrera

Inspirada en Marie Curie y fascinada por las ciencias, llegó lo más lejos que pudo en su tierra natal. En 1934 se graduó como Licenciada en Ciencias en lo que en la actualidad es la Universidad de Nanjing.

Pero su ímpetu de saber era incontenible, y cuando escuchó la experiencia de una profesora que había hecho un doctorado en Estados Unidos, decidió emprender el mismo camino.

Wu se inspiró en una profesora que había hecho un doctorado en Estados Unidos. Foto: Universidad de ColumbiaWu se inspiró en una profesora que había hecho un doctorado en Estados Unidos. Foto: Universidad de Columbia

Dos años después de su graduación universitaria, y con tan solo 24 años, desembarcó junto a una compatriota en San Francisco, California. Su objetivo era especializarse en física atómica, algo que no podía hacer en la China de aquel entonces.

Su primera idea fue matricularse en la Universidad de Michigan, pero cambió de opinión cuando se enteró que el centro de estudiantes no le permitía a las mujeres entrar a su edificio por la puerta principal.

Wu ya contaba con un notable activismo estudiantil. Tanto así, que había sido proclamada líder por sus compañeros en el país asiático, y había encabezado una sentada que desembocó en un diálogo con el nacionalista Chiang Kai-shek.

Finalmente, se alistó en la Universidad de California en Berkeley, donde tuvo como supervisor al destacado físico Ernest Lawrence. Pero fue en la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde fue convocada para el Proyecto Manhattan, el mismo del que Lawrence fue jefe de departamento.

Además, en Columbia realizó el célebre experimento que refutó el principio de paridad en las interacciones débiles. Y por el que sus colegas chinos obtuvieron el Nobel de Física en 1957. Pero a ella la excluyeron.

La participación en el Proyecto Manhattan

Antes de la gran prueba experimental, Wu ya era una científica destacada. Era tan valorada al punto de que en 1944 fue convocada para unirse al programa secreto de los Estados Unidos para producir armas nucleares. Por supuesto, no fue sin antes un largo interrogatorio por parte de miembros de la división de investigación bélica de Columbia.

Sobre aquella evaluación, una curiosa escena fue compartida por Jada Yuan, la hija de su único heredero. En un artículo publicado en el Washington Post, aseguró que le pidieron a su abuela que adivinara el trabajo en el que la involucrarían, y sobre el que evitaron darle detalles. Lo hizo correctamente y causó la sorpresa de los hombres.

“Lo siento, pero si querían que no supiera lo que estaban haciendo, deberían haber limpiado las pizarras, dijo Wu.

Wu durante la presentación de su experimento a comienzos de 1957. Foto: Universidad de ColumbiaWu durante la presentación de su experimento a comienzos de 1957. Foto: Universidad de Columbia

Su conocimiento fue sumamente útil para el Proyecto Manhattan, en el que contribuyó, entre otras cosas, con soluciones para problemas en reactores.

Sobre el uso militar que llevó a la la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, su nieta afirmó que Wu “tenía remordimientos complejos”, al igual que “su amigo Oppenheimer”. Sin embargo, destacó en el mismo artículo el mensaje que le transmitió a Chiang Kai-shek en su visita a Taiwán en 1965, en contra del uso de las ojivas nucleares.

El final de la científica china más querida en Estados Unidos

En 1954 Wu obtuvo la nacionalidad estadounidense, momento en el que ya había conocido tanto al estudio como al amor de su vida. Es decir, la desintegración beta y a Chia-Liu Yuan, apodado “Luke”, ambos de su época en la Universidad de Berkeley.

Con Luke ya llevaba 12 años casada. Este, también físico, era nieto del Presidente chino Yuan Shikai, según contó Eric Pace en un artículo del New York Times.

En 1975 fue elegida como la primera Presidenta de la Sociedad Estadounidense de Física, uno de los varios títulos que la comunidad científica de aquel país le concedió. El mismo año recibió la Medalla Nacional de Ciencias. Otros reconocimientos otorgados el Premio Wolf y el Premio Comstock.

Volvió a visitar su China natal en la década de 1970, favorecida por el cambio de contexto diplomático que implicó el viaje del presidente norteamericano Richard Nixon en 1972.

No se conformó con el lugar que había conseguido, sino que se convirtió en una defensora de la participación de las mujeres en la ciencia.

Hasta que en febrero de 1997 la “Primera dama de la física” dijo adiós a los 84 años, en Nueva York. Hoy se la recuerda en ambos países: hay una estatua de bronce suya en Shanghái, y un salón de honor en su alma mater, la Univesidad de Nanjin.

Fuente: www.clarin.com

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