ChatGPT Atlas: cómo es el nuevo navegador con IA que amenaza a Google y cambia la forma de usar internet

OpenAI volvió a sacudir el tablero tecnológico con el lanzamiento de ChatGPT Atlas, su propio navegador con inteligencia artificial integrada.
No se trata de un complemento ni de una función adicional dentro del popular chatbot: es un navegador diseñado desde cero en torno a ChatGPT, capaz de leer, resumir, ejecutar tareas complejas y navegar por la web en nombre del usuario.
El anuncio tuvo un efecto inmediato: Alphabet, la empresa matriz de Google, perdió más de 150.000 millones de dólares en capitalización bursátil pocas horas después de conocerse la noticia. Y no es para menos. Con Atlas, OpenAI desafía directamente la hegemonía que Google mantiene desde hace más de dos décadas en el terreno de la búsqueda y la navegación online.
Un navegador que piensa” y actúa por el usuario
ChatGPT Atlas elimina la barra de direcciones como centro de la experiencia. (Foto: Reuters)A diferencia de Chrome o Safari, ChatGPT Atlas elimina la barra de direcciones como centro de la experiencia. En su lugar, todo gira en torno al diálogo con la IA: el usuario puede pedirle al navegador que busque, compare precios, analice un texto o complete formularios sin escribir una URL o cambiar de pestaña.
El corazón de la propuesta está en su “modo agente”, disponible por ahora para suscriptores de pago. En esta función, ChatGPT puede tomar el control del mouse y el teclado, abrir sitios web, hacer reservas, comprar productos o responder correos electrónicos de manera autónoma.
Durante la demostración oficial, un desarrollador mostró cómo el asistente encontraba una receta y compraba automáticamente todos los ingredientes necesarios sin intervención humana.
OpenAI define a Atlas como la respuesta a una pregunta simple: ¿qué pasaría si pudieras chatear con tu navegador como pasa con ChatGPT?
Desde ese enfoque, el sistema no solo interpreta órdenes, sino que entiende el contexto y actúa de forma coherente. Por ejemplo, puede leer un artículo completo y ofrecer un resumen, comparar precios en diferentes tiendas o sugerir alternativas de viaje según el historial de cada usuario.
En la práctica, esto convierte a Atlas en una herramienta de productividad y organización personal, que concentra funciones de explorador, buscador y asistente en un solo lugar. Su barra lateral —Sidechat— permite interactuar con cualquier página web: subrayar un texto, pedir una explicación, reescribir un párrafo o traducirlo instantáneamente.
Además, Atlas incluye una memoria integrada que recuerda búsquedas anteriores, sitios visitados y hábitos del usuario, lo que le permite anticipar necesidades o automatizar tareas repetitivas. Aunque esta función es opcional, plantea una pregunta inevitable: ¿hasta qué punto queremos que la IA conozca nuestra vida digital?
Por ahora, el navegador solo está disponible para macOS, aunque OpenAI confirmó que llegará próximamente a Windows, Android e iOS.
Atlas, la pesadilla de Google
Google Chrome, el popular navegador de internet para computadoras y móviles. (Foto: EFE)Durante 20 años, Google controló la puerta de entrada a Internet con una combinación perfecta: destronó a Internet Explorer, primero. Luego, Chrome creció exponencialmente en su popularidad como navegador web y el buscador como destino inevitable. Atlas tiene todo para romper esa lógica.
Si un navegador puede responder directamente preguntas, resumir artículos o realizar compras sin que el usuario salga de la página, la tradicional barra de búsqueda deja de tener sentido. Y, con ella, también peligra el negocio publicitario de Google, basado en clics y visitas a páginas.
El propio mercado interpretó este lanzamiento como una amenaza real. El desplome inicial de las acciones de Alphabet refleja la preocupación de los inversores ante un escenario donde OpenAI podría quitarle a Google su principal fuente de ingresos: la publicidad asociada a las búsquedas.
La guerra de navegadores con IA
El reinado de Google en internet tambalea por primera vez en décadas. (Foto: Reuters)La llegada de Atlas abre un nuevo frente en la llamada guerra de los navegadores inteligentes.
Google intenta defender su posición con Gemini, integrado en Chrome, mientras Microsoft apuesta por Copilot en Edge y Perplexity avanza con Comet, su propio navegador con IA conversacional.
Sin embargo, Atlas juega con ventaja: OpenAI ya tiene más de 800 millones de usuarios activos semanales en ChatGPT, una base que duplica la registrada en febrero. Esa comunidad podría adoptar rápidamente el nuevo navegador, acelerando su expansión global.
De momento, los primeros ensayos revelan luces y sombras: la ejecución de tareas aún puede ser más lenta que la navegación manual, y persisten las llamadas “alucinaciones” del modelo, respuestas incorrectas o inventadas. Aun así, el impacto ya es evidente.
La irrupción de ChatGPT Atlas marca algo más profundo que una innovación tecnológica: es un cambio de paradigma en la relación entre las personas y la web.
Por primera vez, un navegador no se limita a mostrar información, sino que piensa, recuerda y actúa. Para los usuarios, puede representar una revolución en comodidad y eficiencia. Para Google, un desafío directo a su dominio histórico.
Como sucedió hace casi dos décadas cuando Chrome destronó a Internet Explorer, los próximos años definirán si Atlas logra repetir la historia. Pero una cosa parece segura: la era de los navegadores pasivos acaba de llegar a su fin.
Fuente: www.clarin.com



