El descanso adecuado es un factor clave para el bienestar general porque tiene gran influencia en la calidad de vida. Dicho de otro modo: dormir no solo es una necesidad biológica, sino también un componente esencial para lograr el equilibrio físico, mental y emocional.
Durante las horas de sueño, el cuerpo realiza procesos vitales como la regeneración celular, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la consolidación de la memoria, funciones imprescindibles para el desempeño óptimo en casi todas las actividades diarias.
Sin embargo, el ritmo acelerado de la vida moderna ha generado un desequilibrio significativo en los hábitos de sueño. La sobrecarga de responsabilidades laborales, académicas y familiares, sumada al uso excesivo de dispositivos electrónicos, redujo las horas de descanso nocturno de gran parte de la población.
Este fenómeno, aunque más evidente en los adultos, también afecta a niños y jóvenes, quienes atraviesan etapas de desarrollo donde el sueño adecuado resulta fundamental para el crecimiento físico y cognitivo.
El sueño tiene distintas fases. La calculadora permite no cortar estos ciclos para tener un descanso más reparador. Foto: iStock.Un artículo del portal Un Como describe las distintas fases del sueño. La primera, o Fase I, ocurre cuando el cuerpo se encuentra “levemente dormido, de manera que es posible aún recibir estímulos del entorno.
Los músculos se relajan, el movimiento ocular es lento y el cerebro entra en el primer momento de la llamada fase theta”.
En la Fase II, “nuestro sistema nervioso bloquea la posible entrada de todo impulso del exterior. Desaparecen los movimientos oculares y el tono muscular es menor. Aquí nos encontramos en plena fase theta, donde el sueño es algo más profundo y tranquilo que en la anterior”.
En la Fase III, el sueño entra en una etapa mucho más profunda durante la cual “se bloquean totalmente las llegadas de impulsos sensoriales. La musculatura está completamente relajada y queda atrás la fase theta, adentrándose el cuerpo en completa fase delta”.
La etapa de mayor profundidad del sueño es la Fase IV, durante la cual “los sueños adquieren forma de imágenes, luces, figuras e incluso de historias. Entonces, se manifiestan alteraciones tales como el sonambulismo”.
Le sigue a la Fase IV, la fase MOR, cuando los sueños aparecen como una narración y puede haber alteraciones como pesadillas y parálisis del sueño.
Estos ciclos duran unos 90 minutos y por ello se recomienda no interrumpirlos y tratar de despertarnos justo en el momento en que finaliza y se cierra cada uno de ellos. Al dormir en ciclos completos, el despertar será mucho más llevadero y el sueño, más reparador.
“Así pues, resultan necesarias herramientas que nos ayuden a determinar en qué momento es conveniente levantarnos o a qué hora acostarnos, y es precisamente esto lo que la calculadora del sueño permite”, indica el portal.
Calculadora del sueño, para programar los momentos ideales para dormirse y despertarse. “Puedes elegir entre indicar la hora a la que te vas a dormir para así saber el momento más recomendable para poner el despertador, o bien, determinar cuándo tienes que levantarte para que te sugiera el momento de meterte en la cama; sin embargo, también deberás tener en cuenta cuánto tardas en quedarte dormido para ajustar al máximo la hora de la calculadora”.
El artículo añade que “el resultado te ofrecerá los distintos momentos más indicados para dormirte o despertarte, según tu preferencia, y así evitarás los trastornos del sueño más comunes que afectan al desarrollo del ciclo sueño-vigilia.
Al mismo tiempo, te asegurarás de que la calidad del descanso sea mayor y, por consiguiente, te levantarás mucho más activo y sintiéndote mejor”. En este link encontrarás la calculadora del sueño que te permitirá dormir mejor.
Un grupo de expertos en sueño de la National Sleep Foundation, de los Estados Unidos, recomienda esta cantidad de horas de sueño para los adolescentes y adultos, en función de cada edad:
Fuente: www.clarin.com
