Bolilla negra en la CGT: se enfría la candidatura de un triunviro y se recalienta la interna entre los gremios

A apenas 20 días del congreso de renovación de autoridades de la CGT, se intensifican las negociaciones entre los jefes de los gremios más poderosos, los que, justamente, cuentan con la mayor cantidad de congresales y pueden inclinar la cancha para un lado u otro.
En estas charlas previas surgió un imprevisto: a un sindicalista que figuraba como número puesto para integrar el futuro triunvirato cegetista le sacaron la bolilla negra en un puñado de gremios poderosos.
Se trata de Cristian Gerónimo, secretario general del sindicato del Vidrio y que cuenta con el impulso clave de Gerardo Martínez, titular de la UOCRA y miembro de la mesa más chiquita de la central.
Para Martínez, quien rechazó las propuestas para ser el próximo jefe de la CGT porque entiende que la cúpula cegetista necesita renovarse, en la futura conducción debe haber un representante de un sindicato del sector industrial. Y ahí encaja Gerónimo.

El problema es que a Gerónimo lo objeta Roberto Fernández, el secretario general del gremio de los Colectiveros (UTA). Aunque en cantidad de afiliados es un gremio mediano, la UTA tiene un enorme poder de fuego por el impacto de sus medidas de fuerza.
En el gremio de los colectiveros cuestionan al Sindicato del Vidrio por el ataque a la sede de la UTA en diciembre de 2019. Aquella vez, hombres con palos atravesados por clavos -similares a armas medievales- y que respondían a una facción disidente tomaron por asalto la UTA y la destrozaron.
Fernández debió escaparse por los techos de la furia de los atacantes y se refugió en una casa vecina.
Gerónimo en aquella época se movía cerca de Pablo Moyano. Y la facción disidente de los colectiveros contaba con el respaldo del hijo del jefe camionero. Ahí el conflicto.
Consultado por Clarín, Gerónimo dijo estar al tanto de la objeción en su contra. Pero agregó: “No voy a ser un impedimento. Yo priorizo el proyecto colectivo y la unidad de la CGT”.
Confió que contaba con más de 50 gremios que lo apoyan.

Aunque persiste el reparo, desde un sector sindical mantienen el impulso a la candidatura de Gerónimo. Y Fernández, aliado de Luis Barrionuevo, manifestó en reuniones su objeción contra el dirigente del Vidrio.
Cuentan que en una reunión reciente entre capos cegetistas volvieron a insistir con el nombre del dirigente del Vidrio. Y que Barrionuevo se plantó:
-Ni aunque sean tres, cinco o diez secretarios generales, Gerónimo va a poder ser triunviro.
Pese a esta traba, un sector importante de la CGT aún avala su llegada a la cima de la central. Gerardo Martínez trabaja para eso.
¿Un solo jefe o tres?
Aún, por otro lado, no pudo definirse el esquema de la nueva conducción. Algunos insisten con repetir el esquema del triunvirato porque permite contener a todos los sectores sindicales.
Otros, como Barrionuevo, plantean que debe haber un único jefe. En un reciente asado en el gremio de los Textiles, el gastronómico sostuvo frente a otros dirigentes sindicales: “¿Por qué, si cada uno de nosotros es el jefe de su gremio, vamos a querer que en la CGT haya más de uno?”.

El sector de los Independientes -Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri– buscan que siga un triunvirato, aunque con diferentes integrantes a los actuales.
Para ellos, ese triunviro podría integrarse con Gerónimo, un dirigente del sector Servicios -ahí había picado en punta Jorge Sola, del Seguro- y el tercer lugar sería para una mujer.
Las que más se mencionaron fueron Maia Volcovinsky de Judiciales y Marina Jareguiberry, de los docentes privados. Como los asientos son pocos, hay quienes ya emopiezan a decir en voz alta que no debería haber una mujer en la conducción.
Hugo Moyano también pretendía colar a un dirigente camionero en ese posible triunviro, pero en la CGT ven pocas chances de suceda.
“Hugo ya cobró con creces”, dicen en referencia a que su hijo Huguito va en la lista de diputados nacionales de Fuerza Patria en una muy buena ubicación y resultará electo.
Barrionuevo y otros dirigentes insisten con que debe haber un jefe único. Aún no lanzaron nombres, pero dicen que no debería ser nadie de un gremio industrial porque los más importantes de ese sector (UOM y SMATA) “juegan aliados al kirchnerismo”.
Hablan de un tapado, por ejemplo un segundo línea de un gremio muy relevante.

Al último congreso de la CGT, en 2021, asistieron unos 1.300 congresales. Barrionuevo asegura contar con 450, aunque sus rivales cegetistas cuestionan el número y dicen que está inflado.
Barrionuevo en su esquema cuenta a los delegados de la UATRE.Pero en la noche de este miércoles el jefe de la UATRE, José Voytenko, cenó con un dirigente de los Independientes, lo que revela que el final aún está abierto.
Este miércoles por la tarde, en UPCN, Andrés Rodríguez se reunió con Martínez, Héctor Daer, Gerónimo, José Luis Lingeri y Sergio Romero. El sector busca músculo para la negociación con otros sectores gremiales, como el de Barrionuevo, y Armando Cavalieri. Cerraron filas con que debe haber tres jefes y sostienen a Cristian Gerónimo.
En medio de toda esta rosca, los gremios recibieron una buena del Gobierno y en la previa de la elección. Les anunciaron que empezarán a cobrar, aunque en tres cuotas, la deuda que tiene la Superintendencia de Salud con las obras sociales. A una obra social importante le corresponden más de $ 5.000 millones.
Fuente: www.clarin.com