BLACKPINK en la mira: críticas, dudas y un tour que divide a los fanáticos

Después de una larga pausa enfocada en proyectos individuales, BLACKPINK inauguró el 5 de julio su gira mundial Deadline: World Tour con un concierto con entradas agotadas en el estadio Goyang de Seúl.
Sin embargo, desde el anuncio hasta las primeras presentaciones, el entusiasmo inicial se transformó en críticas y desconcierto, tanto entre quienes asistieron a los primeros shows como los fanáticos online.
Su última gira, Born Pink World Tour, finalizó en septiembre de 2023 y fue la más exitosa de un grupo femenino en la historia del K-pop, con más de 1,8 millones de asistentes alrededor del mundo.
Desde entonces, las cuatro integrantes —Jennie, Jisoo, Lisa y Rosé— se enfocaron casi exclusivamente en sus carreras solistas, generando rumores de una posible separación.
En teoría, el Deadline Tour marca el regreso tan esperado de BLACKPINK a los escenarios como grupo tras un largo período centrado en proyectos individuales.
Sin embargo, su inicio generó reacciones divididas entre los fans, con críticas a la falta de música nueva, la escasa coordinación en escena y una energía desigual entre las presentaciones grupales y solistas.

El regreso de BLACKPINK: dos años de espera… ¿para esto?
El regreso vino acompañado únicamente por el lanzamiento del single “Jump”, lo que generó una inmediata sensación de vacío. Luego de años sin nuevo álbum, la apuesta por una sola canción fue interpretada como una señal de desinterés y falta de preparación.

Si bien muchos disfrutaron la canción, la cual obtuvo el puesto No. 1 de las listas globales de Billboard, otros describieron el comeback como apresurado y superficial.
En redes, la frustración se hizo sentir con fuerza. Varios seguidores señalaron que su agencia, YG Entertainment, parece más enfocada en capitalizar económicamente al grupo que en ofrecer una propuesta renovada a quienes las apoyaron todo este tiempo y esperaron su regreso con tanta anticipación.
El setlist repite canciones de giras anteriores con mínimos ajustes, lo que llevó a algunos fans a describir el espectáculo como “un refrito de Born Pink con nuevos atuendos y más luces”.
Y si bien una de las novedades del tour fue la inclusión de algunos de sus temas solistas (como Like JENNIE de Jennie, Woman de Lisa, Earthquake de Jisoo y APT. de Rosé, entre otros), la puesta en escena terminó generando un mayor contraste entre la energía de las integrantes.

Solos encendidos, grupo desconectado
Cada integrante aprovechó el tiempo fuera del grupo para consolidar su carrera: Rosé lanzó rosie y recorrió el mundo con su hit junto a Bruno Mars, “APT.”; Lisa se lució con su álbum Alter Ego y Jennie rompió récords con Ruby, siendo las primeras en presentarse en el festival Coachella 2025; Jisoo, por su parte, lanzó AMORTAGE y se volcó de lleno a los dramas coreanos.

Pero las presentaciones individuales fueron el punto más alto de la noche y esa independencia artística se notó en el escenario. Los solos fueron intensos, visualmente impactantes y técnicamente bien logrados, y el contraste con las actuaciones grupales fue evidente: poca sincronización, energía dispersa y una química ausente.
Clips virales mostraron a Rosé olvidándose de la coreografía de su single más reciente, a Jennie desfasada con las coreografías y dejando de bailar en plena presentación, y un fuerte contraste entre la presencia en el escenario de Lisa con el resto de las integrantes.
Un sentimiento general empezó a crecer en redes: “Tuvieron dos años para prepararse… ¿y esto es lo que presentan?”. Algunos las excusan con que no tuvieron dos años, sino dos meses para prepararse, pero si están haciendo las mismas canciones que hace seis años, ¿por qué tantos errores?
Viejas polémicas que regresan
Durante uno de los shows, Jennie interrumpió brevemente una coreografía para ajustar su equipo de sonido. El momento, aunque técnico, trajo de vuelta las críticas históricas sobre su “falta de compromiso”. La etiqueta de Lazy Jennie (“Jennie vaga”) volvió a instalarse en las plataformas, alimentada por quienes creen que el grupo ya no quiere estar unido.
@lizdollzz The amount of break she had and this how she delivers 💀😭#fyp #jennie #jenniekim #jennielazy
Pero el descontento va más allá. Semanas antes del inicio de la gira, varios fans expresaron su preocupación por la falta total de contenido promocional, ensayos grupales o pistas del setlist.
Una publicación viral sintetizó la sensación generalizada: “Faltan tres semanas para la gira y no vimos ni un solo ensayo, solo avistamientos de las chicas en diferentes países por sus solos. No hay adelantos, ni contenido, ni preparación visible. Esto no pinta bien”.
El nombre mismo del tour, Deadline, también ha sido objeto de interpretaciones. Para muchos, suena más a despedida que a regreso triunfal, reforzando la teoría de que el tour podría estar motivado más por obligaciones contractuales que por deseo genuino.

Tras meses de shows en solitario, giras individuales y grabaciones por separado, el reencuentro grupal no transmite cohesión, sino agotamiento.
Lo que alguna vez fue un símbolo de unidad y empoderamiento femenino hoy transmite distancia, cansancio y prioridades divididas. Las dudas ya no se centran solo en la música, sino en la motivación detrás del show: ¿quieren seguir siendo BLACKPINK o están simplemente cumpliendo un ciclo?
Ecos de una gira en desarrollo
El Deadline Tour continuará su recorrido hasta enero de 2026, con paradas previstas en Los Ángeles, París, Londres, Yakarta y más ciudades. Mientras BLACKPINK regresa a los escenarios globales, la reacción del público sigue siendo mixta: entre el entusiasmo de verlas juntas y la sensación persistente de que algo ya no encaja.

Más que un regreso, esta gira parece estar marcada por la tensión entre la nostalgia y una nueva etapa aún indefinida sobre el verdadero destino de uno de los grupos más influyentes del K-pop moderno.
Fuente: www.clarin.com