Bajó 50 kilos, se sometió a una cirugía y descubrieron que tenía una tijera en su abdomen: “Estoy viva de milagro”

Desde que recibió el alta el sábado en una clínica de Nápoles, a Giusy Abruzzo, una mujer de 43 años oriunda de Módena, Italia, la apodan “la chica de las tijeras milagrosas“. Sin saberlo, durante cinco meses su vida estuvo en riesgo crítico luego de una mala praxis durante una cirugía.
Lo que percibía como “puntadas” y dolor cuando hacía determinados movimientos mientras jugaba con sus hijos, en realidad era el objeto quirúrgico de 14 centímetros que “pinchaba” su abdomen.
En una entrevista televisiva con TG SPOT, el noticiero del canal TRC Modena, Giusy contó su historia. “Estoy viva de milagro“, fue lo primero que dijo, invadida por una mezcla de emoción e impotencia.
Giusy Abruzzo se había recuperado de una cirugía bariátrica cuando se sometió al segundo procedimiento. (Captura de TV TRC Modena)La operación que le salvó la vida tuvo lugar el pasado jueves 27 de noviembre en el hospital de Sassuolo, donde descubrieron cuál era la impactante razón de su malestar tras hacerle una tomografía computarizada.
“Usted tiene una tijera quirúrgica en el abdomen”: del shock al quirófano otra vez
El pasado 30 de junio Giusy se sometió a una abdominoplastia en Nápoles para eliminar el exceso de piel luego de bajar 50 kilos tras una cirugía bariátrica anterior.
“Sufrí obesidad severa, y luego de perder tanto peso tenía derecho a otro procedimiento a través del sistema nacional de salud para reconstruir el abdomen”, explicó.
Pasó por el quirófano tres veces luego de una drástica pérdida de peso. (Foto ilustrativa: Pixabay)Hizo las averiguaciones pertinentes y realizó el proceso en el sistema de salud público. “No afronté ningún costo económico en ninguna de las operaciones”, aclaró.
Consiguió turno con un cirujano en un hospital de Nápoles que tenía convenio con el Servicio Nacional de Salud italiano. Las críticas de otros pacientes fueron positivas, y Giusy siguió adelante: se operó el 30 de junio.
Cuando se despertó le dijeron que la cirugía de eliminación de exceso de piel había sido un éxito. “Quedé muy contenta, mi abdomen tenía una apariencia excelente, y tras el reposo volví a mi vida normal”, indicó.
Trabaja como auxiliar de enfermería del departamento de microbiología del Hospital Policlínico de Módena. “Sentía molestias a menudo entre el ombligo y la ingle, sobre todo cuando me agachaba o levantaba cosas pesadas, o cuando jugaba con mi hija en el suelo, así que fui a una nueva consulta con el médico que me operó”, relató.
Giusy Abruzzo tiene 43 años, es auxiliar de enfermería y fue víctima de mala praxis. (Captura de TV TRC Modena)El cirujano le dijo que ese tipo de síntomas eran comunes en el posoperatorio, y que podían deberse a una hernia umbilical. Pero 20 días después tuvo dos infecciones en la zona del abdomen, que fueron tratadas con antibióticos.
“Yo no estaba tranquila, sentía que algo andaba mal, y aunque me hicieron una ecografía me dijeron que no se veía muy bien, y solicitaron otro ultrasonido para dentro de dos meses”, narró.
Demanda al cirujano que dejó la tijera en su abdomen
Fue a otro hospital, y cuando finalmente pudo hacerse un nuevo ultrasonido vio a los médicos del hospital Pavullo acercarse a la pantalla uno tras otro. “Ahí me dijeron: ‘Señora, usted tiene una tijera quirúrgica en el abdomen’“, reveló.
En la tomografía computada descubrieron que tenía una tijera quirúgica en el abdomen. (Foto ilustrativa: Pixabay)“Emitieron un código rojo y menos de una hora después estaba en el quirófano. Sentí que mi vida pasaba ante mis ojos, pensaba en cómo la noche anterior estaba dando volteretas en la cama con mis hijos“, expresó.
“No es un material de costura o un instrumento pequeño, es una tijera quirúrgica de aproximadamente 14 centímetros de largo, que podría haber tocado cualquiera de mis órganos de forma fatal en estos cinco meses”, manifestó.
Mientras inicia su recuperación luego de haber pasado por tres cirugías -el bypass gástrico, la abdominoplastia y la extracción de las tijeras-, inició un proceso legal contra el médico de Nápoles.
“No quiero saber nada de ese doctor, quiero borrarlo de mi vida y ni siquiera quiero sus disculpas”, aseguró. “Acudiré a la Justicia porque no quiero que otras personas corran el riesgo que yo corrí durante cinco meses”, sostuvo.
“Siempre hay que buscar la mejor información antes de confiar en un profesional, y yo lo hice, pero aun así no fue suficiente”, lamentó.
Luego extendió su más sincero agradecimiento al equipo del hospital de Sassuolo. “Me salvaron la vida y fueron maravillosos conmigo, gracias a ellos mis hijos tienen a su madre en este mundo”, concluyó.
Fuente: www.clarin.com



