Austria desde adentro: “No te dejan jugar” :: Olé

En 1991, Reinaldo Carlos Merlo era el técnico de la Selección Sub 17. Entonces, al definir el equipo que debía afrontar el Sudamericano de Paraguay, Mostaza dejó afuera al Pollo Vignolo, actual relator de ESPN, Pablo Guede, ex DT de San Lorenzo y actual Alianza Lima, y a Carlos Chaille, zaguero tucumano. Sin embargo, para este último hubo revancha: el entrenador lo llevó al Mundial de Montecatini, en Italia, con un equipo que incluía al Vasco Arruabarrena, la Brujita Verón, el Muñeco Gallardo, Gustavo Lombardi, el Turco Husain, Ariel Zapagta y Rubén Bernuncio.

Chaille jugó los seis partidos de ese certamen, en el que la Albiceleste se quedó con el tercer puesto. Luego, llegó a Primera en Ferro, pasó a Almagro, con el que obtuvo el ascenso de 1999 y Gimnasia y Tiro de Salta. Desde allí partió al fútbol de Austria: jugó hasta 2009. Luego, comenzó su carrera de entrenador, ya lleva 15 años de profesión. Actualmente, es el director general de las Inferiores del Lask, equipo que marca segundo en el torneo local. “Tengo a cargo la Sub 14, Sub 15, Sub 16, Sub 18 y la Reserva del equipo. Yo doy los contenidos que se tienen que entrenar, cuándo se entrena, cómo se entrena, qué entrenamiento vamos a hacer, coordino todo ese tipo de cosas”, explica.

Olé conversó con Chaille para conocer su visión del segundo rival de Argentina en el Mundial 2026.

-Austria vuelve al Mundial después de 30 años ¿Qué expectativa ves vos en el público austríaco y qué potencial ves en el equipo austríaco para el Mundial?

– Yo pienso que Austria tuvo un desarrollo muy bueno. Eso se debe a que muchos de los futbolistas que están jugando participan en ligas importantes, en Alemania o en Inglaterra, y están siendo titulares, y eso levantó mucho el nivel del equipo. Sumado a eso trajeron un entrenador muy experimentado, Rangnick, y él le dio una forma al equipo. Son un equipo muy consistente, muy sólido. No hay jugadores muy buenos, pero se destaca más el colectivo. Juegan muy bien juntos, tienen un juego muy vertical, muy difícil, muy molesto, no te dejan jugar. Si perdés la pelota enseguida te hacen un contrataque, te provocan una situación de gol. Son bastante complicados.

-Gran parte de la prensa hace hincapié en el entrenador, en el alemán Rangnick. ¿Qué fue lo que generó? ¿Qué fue lo que vos pensás que les aportó a los jugadores?

-Acá no había en la selección un tipo definido de fútbol. Dependía de cómo venía el técnico, más o menos, jugaban los jugadores. Este entrenador se basa mucho en la presión. Es claro que él quiere presionar, él quiere ganar la pelota y jugar verticalmente y cuando le das la posibilidad de que no están bien armados, te golpean, te lastiman. S on muy muy eficaces y juegan a eso. Aprietan en todo el campo, no se tiran atrás. El equipo es muy compacto.

– Y proyectándolo para el Mundial, ¿vos pensás que tiene chance contra Argentina? ¿A qué es lo que puede aspirar?

-Para Austria, ya estar clasificado para el Mundial, después de más de 30 años, es un algo inmenso. El día en que se clasificaron, que salieron primeros en el grupo, se festejó como algo muy grande. Y yo pienso que es un rival para tener cuidado. Yo creo que Argentina es Argentina, pero como contra todos los equipos a los que no se los conoce bien es un rival a tener cuidado. El colectivo es muy bueno y te exigen mucho, te exigen hasta lo último, hasta el último minuto del partido te van a exigir. No se entregan nunca.

-La prensa austríaca nos insistía mucho en el colectivo, pero ¿hay alguna individualidad que pueda marcar diferencia? Se habla mucho de Arnautović, el goleador que sería su última chance de un Mundial…

-Mirándolo de la perspectiva argentina, yo creo que Arnautovic es uno de los mejores. Jugó en equipos grandes y tiene esa capacidad de resolverte cosas inesperadas. También, tienen un delantero, Michael Gregoritsch, que es un nueve de referencia, que juega bien arriba, que es peligroso en el área, si la pelota le cae está siempre bien para un gol. Y para mí tiene dos jugadores también importantes. Son Marcel Sabitzer, que estuvo jugando en el Dortmund y Baumgartner, que está jugando en el Leipzig, y eso puede marcar la diferencia. Cuando tienen espacio son peligrosos. También lo tiene a Konrad Laimer, que juega en el Bayern, que está siempre. Es más bien un volante defensivo, pero llega siempre al ataque y hace goles, o sea tienen un par de jugadores de prestar atención.

-Por lo que vos me describís y sabemos del estilo de juego que aplica Austria, y por lo que nos han contado los periodistas austríacos, ¿no debemos pensar en una marca personal a Messi?

-No, no hacen marca personal. Lo que sí es que al jugar tan compacto, ataca uno y el otro está cerca. O sea, te sacás un hombre de encima y viene el otro y lo cierran de atrás y te doblan y tratan de hacer superioridad numérica donde está la pelota. No te dejan jugar. También están muy bien preparados físicamente.

-Si te pregunto algún punto débil de Austria en función del Mundial, ¿cuál qué me puedes decir?

-Yo te diría que eso… Uf es difícil encontrar un punto débil. Difícil. Quizás lo que está a favor de Argentina, por ejemplo, es la experiencia que ya tienen los jugadores. Austria recién se clasifica para este tipo de torneos, quizás eso podría ser algo que le costaría un poco, pero yo creo que el nivel de los jugadores en las ligas que juegan es bastante parejo. No debería incidir.

-También hubo en el recorrido de Austria una victoria 6 a 1 a Turquía y después a las pocas semanas una derrota contra el mismo equipo. ¿Ahí puede haber alguna debilidad sobre una falta de regularidad? ¿Qué hubo en ese partido para que se pueda explicar algo así?

-Yo te diría que eso fue más que nada un accidente. Porque el equipo fue bastante compacto, bastante regular en toda la temporada desde que asumió este técnico. O sea, tienen pocos altibajos, son muy constantes. No diría que fue un partido malo, sino que de esas cosas que pasan muy, muy de vez en cuando.