Así está hoy la casa del femicidio de Cecilia Strzyzowski: con nuevos inquilinos y en medio de un tironeo judicial

“Ah, esa es la casa de los Sena, ¿no es cierto?”, dice el conductor del auto de aplicaciones al revisar la dirección que indica el teléfono. Aunque ya pasó el sofocón que tuvo en 2023, con movilizaciones, pintadas, escraches y cámaras de televisión, la fortaleza que edificaron Emerenciano Sena y Marcela Acuña en la calle Santa María de Oro 1460 sigue siendo una referencia dentro de Resistencia. La casa donde entró Cecilia Strzyzowski por última vez el 2 de junio. La casa del crimen.

Se trata de un chalet enrevesado que perteneció a la familia Acuña por más de cincuenta años y que será uno de los temas que estarán en debate a partir de este lunes, cuando retomen las audiencias en el juicio por el femicidio de Cecilia. Allí comenzarán a pasar por el estrado una legión de peritos técnicos que tratarán de aportar los argumentos para resolver un crimen que no tiene cuerpo. “No hay certificado de defunción”, como señaló el abogado de Emerenciano Sena, Ricardo Osuna, en la apertura de sus alegatos.

Y uno de los puntos será la casa donde todo ocurrió.

Pero ya es otra. De la fortaleza que edificaron los Sena y donde vivieron hasta su detención, hoy queda poco. En el medio hubo cambios de muebles, etapas de abandono y una serie de refacciones para volver a alquilar la casa, que ahora volvió a estar habitada por una familia que se mudó hace seis meses.

Fue adquirida a mediados de la década del 60 por Saúl Acuña, un histórico abogado y militante de los derechos humanos perseguido durante la última dictadura militar. Era una casa de una sola planta, dos habitaciones apenas, que servía como base para mitines políticos. Junto a su esposa Inda Cruz Rocha tuvieron dos hijas, Patricia y Marcela Acuña.

En la planta baja, en el cuarto donde se cree que ocurrió el crimen, dormía Patricia, la mayor de las dos hermanas. El cuarto no tiene ventanas, pero hasta hace apenas unos meses tenía una puerta falsa escondida en el placard. Servía para que las chicas se escapen a jugar por la siesta, o a veces por las noches ya de más grandes.

Cuando Marcela conoció a Emerenciano durante los piquetes de la década del 2000, vivieron un tiempo en esa casa, pero se fueron por el rechazo de Saúl a la pareja. Emerenciano era un piquetero que venía de las afueras de Resistencia, mientras que los Acuña eran una familia de clase media burguesa.

Emerenciano Sena y Marcela Acuña, dos de los acusados por el crimen.Emerenciano Sena y Marcela Acuña, dos de los acusados por el crimen.

Saúl murió en 2006. Para ese entonces, Marcela y Emerenciano ya se habían vuelto a instalar, según cuenta ella en “Caudillo del Norte”, la biografía que escribió de su esposo. En esa misma casa nació también César.

A la par, comenzaron las edificaciones en la casa que cambiaron su fisonomía. Se agregó una planta entera en el primer piso, donde dormía la familia. Hoy tiene doble garaje con doble escalera, un portón negro y un balcón vidriado arriba, resguardado por dos lonas verdes que originalmente reparaban del duro sol de la tarde, pero que hace dos años preservan la intimidad del domicilio. Desde afuera, parece una fortaleza.

César, el pequeño protegido de la familia, se crió en esa fortaleza. Tenía un cuarto propio en el primer piso, pero también uno extra en la planta baja donde solía ir con Cecilia en las contadas ocasiones en las que iban a dormir allí.

El 2 de junio de 2023, César y Cecilia llegaron a la casa a las 9:14. Según creía ella, era una escala antes de irse de viaje a Ushuaia. No existían los boletos de avión. César no se llevaba ni una campera, según declaró Mercedes Valois, abuela de Cecilia.

La última imagen de Cecilia con vida, el viernes 2 de junio, antes de ingresar al domicilio de los Sena.La última imagen de Cecilia con vida, el viernes 2 de junio, antes de ingresar al domicilio de los Sena.

En esa mañana de junio, apenas dos minutos antes de la llegada de los chicos, se había retirado Marcela. En la teoría del caso de los fiscales, su salida es parte del plan orquestado por el matrimonio para darle un “ambiente seguro” para ejecutar el crimen.

Todo esto fue tomado por una cámara de seguridad ubicada enfrente de la casa de los Sena, que encuadra el portón derecho del garaje, por donde entró la pareja. Pero hay un segundo portón a la izquierda, que no logra ser tomado por el ángulo de la cámara debido al lapacho que se levanta en la vereda.

La teoría que impulsan cerca de César es que Cecilia podría haber salido por allí, a bordo de una moto que luego apareció en casa de Mercedes. Gabriela Tomljenovic, su abogada, habló de “un rompecabezas al que le faltan piezas” en su alegato de apertura. “A veces parece que una pieza va en un lugar y al probar resulta que no encaja”, deslizó.

Curiosa paradoja: la cámara que aportó gran parte de las pruebas que hoy complican al matrimonio fue instalada por una gestión de la propia Marcela Acuña para mejorar la seguridad en el barrio.

La cámara que filmó toda la secuencia. Foto: Marcelo CarrollLa cámara que filmó toda la secuencia. Foto: Marcelo Carroll

Cecilia estuvo con vida al menos una hora más ese 2 de junio, según se infiere de las búsquedas de Google que hizo con su teléfono. A las 10 de la mañana navegaba entre lugares donde tomar chocolate en Buenos Aires, la ciudad en la que harían una escala antes de ir a Tierra del Fuego.

Lo que ocurrió allí adentro no lo sabe nadie.

Cómo es la casa por dentro

Clarín tuvo acceso al interior de algunos puntos. Detrás de cada enorme portón negro que oficia de muro aparece un garaje. Hay uno a cada lado de la propiedad. El de la derecha da a una cocina comedor, que es el lugar donde se solía almorzar. Adelante hay una escalera que parte del frente y sube a los cuartos donde dormían Emerenciano y Marcela.

Así está hoy el cuarto que fue de César SenaAsí está hoy el cuarto que fue de César Sena

Son dos casas separadas: la planta baja y la planta alta. Los garajes conectan con una sala de estar que aparece en el corazón de la casa de abajo, que solía ser sede de reuniones. Era un punto de encuentro del matrimonio para atender asuntos, reservando la planta alta como sede privada. Toda la planta baja no tiene una sola ventana que le aporte algo de luz natural. Es sumamente oscura.

Ese salón de estar tiene sobre el lado izquierdo un pasillo, que da a los cuartos de la planta baja. Son tres, dos de ellos ubicados a la izquierda y uno al fondo. Sobre el lado derecho del corredor hay un baño. De esos cuartos, en el del medio, habría ocurrido el crimen. Es el cuarto donde César solía dormir con Cecilia cuando ella venía a la casa. Tenía cuarto en ambas casas, la de arriba y la de abajo.

El frente de la casa del caso Cecilia Strzyzowski.El frente de la casa del caso Cecilia Strzyzowski.

Luego habría llevado envuelto el cuerpo al cuarto del fondo, donde lo dejó sobre una pared en el lado derecho. En ese cuarto que aparece al fondo es donde estaba el bulto que Marcela identificó como un cuerpo al asomarse. Es el más escondido de los tres, y el más oscuro. Allí llamó a Obregón para que vaya a comprobar qué había encontrado.

En esos cuartos estaban además los muebles que fueron donados y que tenían restos de sangre de Cecilia.

En esa casa fueron detenidos Emerenciano y Marcela, cuando la policía fue a realizar allanamientos en lo que todavía se investigaba como una averiguación de paradero. Horas después, la carátula cambiaría a femicidio.

Un declive, abandono y refacciones

Desde ese momento, la casa entró en un declive. Durante las primeras semanas tuvo una custodia policial, que se instaló para tratar de preservar posibles pruebas. Varios inquilinos tuvo la residencia en ese tiempo, incluyendo una hermana de Emerenciano Sena, o Paula Martínez, hija de un matrimonio anterior de Marcela Acuña.

En el medio, muchos de los muebles que tenía la casa fueron desapareciendo.

Otra imagen del frente de la casa, en Santa María de Oro 1460.Otra imagen del frente de la casa, en Santa María de Oro 1460.

La casa está actualmente en medio de una disputa legal que es previa incluso al crimen. Según explican fuentes cercanas a la familia, la propiedad está en un proceso de sucesión tras la muerte de Saúl Acuña, donde las beneficiarias son Patricia y Marcela.

Pero ese proceso quedó en pausa por la denuncia de lavado de activos que pesa sobre el matrimonio piquetero. Es que ambos habían puesto a Santa María de Oro 1460 como la sede legal de la fundación Saúl Acuña. Hoy se encuentra inhibida por la investigación del fiscal federal Patricio Sabadini.

Como la casa es previa incluso a la creación del movimiento piquetero, desde la familia pidieron que se excluya la propiedad de la investigación federal, aunque por el momento no hubo respuesta.

César Sena y Cecilia StrzyzowskiCésar Sena y Cecilia Strzyzowski

Mientras tanto, la casa sufrió otras modificaciones. Actualmente vive allí Paula, hija de Marcela, que se encuentra en la casa de arriba. En la de abajo, por su lado, se realizaron refacciones para alquilar a una familia que se mudó hace unos seis meses. Ellos están instalados en los cuartos donde estuvo Cecilia por última vez.

Son los pasillos que estarán en el centro del debate las próximas semanas, cuando los peritos traten de determinar qué pasó (o qué pudo haber pasado) entre esas paredes sin luz, únicas testigos de las últimas horas de Cecilia.

Fuente: www.clarin.com

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