Analistas adivierten que el peso argentino está 20% sobrevaluado y complica la estrategia de Milei

Uno de los mayores problemas que enfrenta el presidente argentino, Javier Milei, en su intento por contener la crisis cambiaria, es que el peso, según casi todos los análisis, está sobrevaluado.
Barclays Plc sostiene que el tipo de cambio real efectivo debería ser hasta un 30% más débil para estimular la economía. StoneX y la corredora local One618 estiman que la sobrevaluación del peso ronda el 20%. Otros inversores y analistas consultados por Bloomberg no quisieron dar un cálculo preciso, pero coinciden en que, en mayor o menor medida, el peso necesita una depreciación.
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Una moneda fuerte siempre fue parte del plan de dos pilares de Milei —junto con la austeridad fiscal— para controlar la inflación y estabilizar la economía. Y aunque ha logrado reducir el alza de precios desde más de 200% anual hace un año hasta 33,6% en la actualidad, su sobrevaluación, advierten analistas, ha ido aumentando mes a mes, encendiendo alarmas en un país con un largo historial de devaluaciones y defaults.
Las señales del impacto por la fortaleza excesiva del peso son evidentes: cada vez más argentinos hacen sus compras en el exterior; frigoríficos de renombre importan carne —el principal producto de exportación del país— porque es más barata que la local. Mientras tanto, la economía se enfría, en parte arrastrada por los recortes presupuestarios.
Aunque las autoridades permitieron que el peso cayera más rápidamente en las últimas semanas —presionadas por las dudas de los inversores respecto al apoyo político de Milei—, los analistas advierten que se requiere una depreciación más audaz para equilibrar la economía y cumplir con los términos del acuerdo por US$20.000 millones firmado este año con el Fondo Monetario Internacional.
“El FMI está pidiendo un superávit de cuenta corriente anual de unos US$10.000 millones, que solo se alcanzaría con un peso entre 1.650 y 1.700 por dólar, frente a los 1.408 al cierre del lunes”, señaló Juan Manuel Pazos, economista jefe de la corredora local One618.
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Ramiro Blazquez, analista de StoneX, también considera que el peso sigue sobrevaluado en casi un 20%. “Yo te diría que entre 1.500 y 1.600 es un tipo de cambio que ya está más lógico para Argentina”, afirmó.
Son pocos los que esperan que Milei permita una mayor depreciación antes de las elecciones legislativas de octubre. En especial tras la dura derrota en los comicios de la provincia de Buenos Aires hace dos semanas, que desencadenó una fuerte venta de activos argentinos.
“Postelecciones, el gobierno tendría que avanzar en la dirección de buscar los US$10.000 millones de superávit. Veremos si se animan”, dijo Pazos, refiriéndose a las legislativas nacionales.
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El gobierno de Milei recibió el lunes un fuerte respaldo de la administración Donald Trump, cuando el secretario del Tesoro, Scott Bessent, prometió ofrecer “todas las opciones para la estabilización”. Al mismo tiempo, la expectativa de un rescate estadounidense podría fortalecer la demanda por el peso, complicando aún más la recalibración que necesita la moneda.
Se esperan más detalles después de la reunión que sostendrán los líderes de ambos países este martes en Nueva York.
Los comentarios de Bessent fueron “de gran importancia y la promesa por sí sola hará subir al peso sin que se requiera intervención real alguna”, señaló en X Robin Brooks, economista de la Brookings Institution. “El problema es que eso empeora la sobrevaluación de Argentina, no la mejora”.
GZ
Fuente: www.perfil.com