Alison Arngrim, Nellie Oleson de La Familia Ingalls: “Me escupieron”

Imposible olvidar las actitudes odiosas, presumidas y vanidosas de Nellie Oleson, la niña rica de La familia Ingalls o Little house on the prairie.
Hija de Harriet y Nels -los dueños del almacén de ramos generales, gozaba de sobremanera la exhibición de su ventajosa situación económica en comparación al resto de los habitantes del pueblo.
También le encantaba humillar a las hermanas Ingalls y se divertía muchísimo inventando situaciones para obtener alguna ventaja.
Su madre -con quien compartía el patrón de personalidad- la defendía a rajatabla y cubría en sus actitudes. Eso generaba más tensión y rispideces.
Sin embargo, también tenía sus vulnerabilidades e inseguridades. Esto quedaba más que evidente cuando debía enfrentar las consecuencias de sus actos o no conseguía lo que buscaba. Los llantos y berrinches eran la manifestación de estos deseos no cumplidos.
Por otro lado, a pesar de personalidad complicada, su tono muchas veces resultaba caricaturesco.
Como resumen, puede decirse que las aristas de este personaje son muy variadas y ricas. El plus es que Laura Ingalls Wilder, la autora del libro original que siguió la serie, se inspiró en tres niñas reales que enfrentó y padeció en su infancia.
Alison Arngrim, la actriz que llevó adelante este personaje, contó en el podcast The Talking Machine de La familia Ingalls que Victor French, quien interpretó el personaje del señor Edwards y dirigió algunos capítulos, fue quien la ayudó a ser “más malvada” y “más terrible”, como dijo en esa charla.
“Él era muy bueno en cómo debían ir creciendo las cosas. Me decía: Más, más, para empujarme a ir hasta el final”.
Antes de una escena del Grinch de Navidad, “había estado leyendo esa semana cómics de terror en el set, con hombres lobo y zombis. Eran muy sangrientos y fabulosos. Yo tenía 13 años. Y justo cuando estaba logrando ese nivel de maldad tipo Grinch, Victor me dijo: ¡Pensá en tus cómics de hombres lobo!”.
“Y de repente me salió una sonrisa fabulosa y malévola”, resumió. “Y él dijo: ‘Sí, eso es’”.
“Él absolutamente me animó y me alentó a lograrlo”.
Arngrim agrega que no fue nada fácil enfrentar al público fuera del set. En su libro autobiográfico Confesiones de una perra de la pradera: Cómo sobreviví a Nellie Oleson y aprendí a amar ser odiada, lo contó sin vueltas: “Me escupían en la calle. Para muchos, yo era Nellie de verdad”.
Otra anécdota que resume las vivencias de esos años fue que durante un desfile navideño una persona que estaba en el público le tiró un vaso de gaseosa en la cara.
Los ataques siguieron y llegó al punto de sentirse un “blanco en movimiento”. En el libro, agrega que le impresionaba la intensidad de las reacciones. “Me llamaba mucho la atención tanto odio. Hasta he llegado a pensar ¿Qué estoy haciendo para que estén tan convencidos de que esto es real, que simplemente pierden la cabeza?.”
Con el tiempo, como contó en el libro, eligió reconciliarse con su fama de villana y la transformó en parte de su carrera. También presenta este recorrido en un unipersonal que realiza desde hace algunos años.
Además, hoy tiene claro que ser mala también puede ser muy divertido. “El mayor triunfo fue que me odiaran tanto”, concluyó.
Arngrim tiene ahora 63 años. Participa activamente de los encuentros para fans de La familia Ingalls y presenta su unipersonal.
Además, colabora activamente en grupos contra la lucha contra el VIH y la visibilización de los abusos durante la infancia, como una forma de sanar los abusos que ella vivió.
Fuente: www.clarin.com