A 50 años de Bohemian Rhapsody: la obra maestra de Queen que cambió la historia del rock


Hace 50 años salía a la luz, en formato de disco simple, Bohemian Rhapsody —publicada en la Argentina como Rapsodia Bohemia—, una de las canciones más emblemáticas no solo de Queen, sino de la historia de la música. En ella, Freddie Mercury fusionó rock y ópera con una maestría única, creando una obra atemporal. Hoy, medio siglo después, Queen celebra su legado con la reedición en vinilo por el 50° aniversario del icónico sencillo.
A lo largo de esos casi seis minutos que llevan la firma de Freddie Mercury, el tema, que luego sería parte del fantástico A Night at the Opera, trasciende las fronteras del rock, al incorporar un fragmento coral que hoy marca registrada de la banda británica que completaban Brian May, Roger Taylor y John Deacon.
Lejos de la ortodoxia estilística en la que se desarrollaba el lado B del single, I’m in Love with My Car, con la voz aguardentosa de Taylor al frente, Bohemian Rhapsody proponía un recorrido que tenía su punto de partida en una introducción coral -apoyada por un por entonces llamativo trabajo de mezcla que pasaba de canal a canal la pregunta original: “¿Es esta la vida real, es sólo fantasía?”- que desembocaba en un dramático relato interpretado por Freddie Mercury.
La guitarra de May, entonces, construía un puente eterno hacia la sección operística que, según su autor, partió de algunas investigaciones en torno al género, para luego volcar su resultado al ámbito paródico. Al final, un rock furioso prologaba un final con aires de resignación; y abría uno de los grandes capítulos de la canción popular. Su cuyo estreno en vivo quedó registrado en A Night At the Odeon – Hammermith 1975.
Así creó Freddie Mercury Bohemian Rhapsody, uno de los mayores éxitos de Queen
John Reid, quien fue representante de Queen entre 1975 y 1978, recordó en una entrevista con la BBC que su primera visita al departamento de Freddie Mercury, en la calle Holland de Kensington, fue una sorpresa. “Freddie me invitó a su departamento y lo primero que me sorprendió fue que estaba escuchando Cabaret, de Liza Minnelli, lo cual no encajaba con el grupo de rock”, relató.
El exmánager también describió la particular disposición del dormitorio del músico: “En su habitación había un piano con velas sobre él, colocado en la cabecera de la cama. Así que, cuando Freddie se despertaba y quería tocar, lo único que hacía era estirar el brazo. Creo que así empezó Bohemian Rhapsody, tocando al revés”, contó en el documental La historia de Bohemian Rhapsody (2004).
Por supuesto, la crítica del momento no le abrió un crédito amplio a la ocurrencia. Y, por supuesto, se equivocó.
Fuente: www.clarin.com



