SECRETARIO GENERAL DEL SINDICATO AZUCARERO DE LEDESMA ORDENÓ LA REPRESIÓN POLICIAL CONTRA DELEGADOS GREMIALES

Un grupo de delegados gremiales fue duramente reprimido por la Policía de Jujuy cuando intentaba ingresar a una asamblea realizada en la sede del Sindicato de Empleados y Obreros del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL). El hecho profundiza la grave crisis que atraviesa el gremio, conducido por Luciano Lezano, marcada por más de 300 despidos en lo que va del año, la ausencia de aumentos salariales, la persecución a delegados autoconvocados y reiterados episodios de violencia.

El delegado Gonzalo Mercado explicó que se acercaron a una asamblea que carecía de validez estatutaria, ya que no fue convocada ni publicada conforme a lo establecido por el estatuto sindical. “Esta asamblea se organizó para expulsar a los delegados autoconvocados que venimos acampando en protesta contra la empresa Ledesma. Lezano pagó 70 mil pesos a cada afiliado para que voten nuestra expulsión”, denunció.

Mercado también afirmó que se impidió el ingreso a trabajadores que no responden a la comisión directiva y que se ordenó su agresión. “Personas pagadas nos golpeaban, los compañeros reaccionaron y la policía montada reprimió. Hubo heridos. Luego anunciaron que la asamblea se suspendía, pero fue una mentira”, sostuvo. Según el delegado, se trató de una maniobra para descomprimir la situación y, posteriormente, realizar una reunión cerrada con seguidores de Lezano para firmar un acta que expulse a cinco delegados y a la ex comisión directiva.

Por su parte, Daniel Salcedo, secretario de actas de la actual comisión directiva, señaló que se presentó en una asamblea de la que nunca fue notificado formalmente. “Al llegar, el lugar estaba completamente cercado por la policía y no se permitió el ingreso a la mayoría de los afiliados. Lo que hice fue labrar un acta volante, firmada por los presentes, donde consta que se nos impidió el ingreso y que fuimos golpeados por la policía”, explicó.

Finalmente, los delegados advirtieron que el conflicto podría agravarse, ya que los afiliados se encuentran cansados de la inacción del sindicato frente a los 300 despidos, la falta de paritarias salariales y la violenta persecución contra los delegados autoconvocados.