“La gente que más años vive no hace CrossFit o Pilates”: un experto en longevidad revela los hábitos diarios de quienes viven más


Un investigador norteamericano descubrió el “secreto” de la longevidad y no se trata de pasar muchas horas en el gimnasio, o de realizar ejercicios como pilates o crossfit. Según su visión, las personas que viven más años son las que llevan un estilo de vida ordenado, saludable y se mueven mucho.

El autor de esta teoría es Dan Buettner, una analista que lleva más de 20 años investigando las “Blue Zones”, o zonas azules del mundo, donde se concentran la mayor cantidad de centenarios, es decir las personas que llegan a los 100 años de edad. Según su investigación, el secreto no está en el ejercicio programado, sino en el movimiento cotidiano y constante integrado a la vida diaria.

Buettner analizó comunidades de Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Icaria (Grecia), Loma Linda (Estados Unidos) y la península de Nicoya (Costa Rica).

En todas ellas detectó un patrón común y es que las personas no viven más por tener una genética superior ni por entrenar de forma estricta, sino porque evitan las enfermedades que suelen acortar la vida, como la diabetes, los problemas cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y el deterioro cognitivo.

En una reciente entrevista, el investigador explicó que la clave para que las personas lleguen a vivir 100 años está en su autonomía, movilidad y buena calidad de vida, algo que no se logra con una hora de gimnasio si el resto del día se es sedentario.

Los centenarios no tienen rutinas planificadas, no hacen ejercicios con máquinas, ni personal trainers. La clave es el movimiento y está incorporado de manera natural a la vida cotidiana.

Caminan todos los días, trabajan en huertas, cocinan sin electrodomésticos que reduzcan el esfuerzo físico, limpian sus casas ellos mismos y se desplazan para visitar a vecinos, amigos o familiares. Ese movimiento no se vive como una obligación, sino como parte del día a día.

Buettner sostiene que, en promedio, estas personas se mueven cada 15 o 20 minutos sin darse cuenta. Este patrón contrasta con el de las sociedades urbanas actuales, donde muchas personas pasan largas horas sentadas y luego intentan compensar ese sedentarismo con sesiones intensas de entrenamiento que, en muchos casos, no se sostienen en el tiempo.

Según el especialista, concentrar toda la actividad física en un solo momento del día no genera los mismos beneficios que distribuir el movimiento a lo largo de la jornada. El cuerpo responde mejor a la actividad frecuente y moderada que al esfuerzo intenso pero aislado.

Este enfoque ayuda a mantener activo el metabolismo, mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de lesiones asociadas al sobreesfuerzo. Además, al no estar ligado a objetivos deportivos ni a la presión del rendimiento, resulta más fácil de sostener con el paso de los años.

Buettner remarca que las personas de las zonas azules no entrenan para “estar en forma”, sino que viven de una manera que las mantiene activas sin proponérselo. Ese estilo de vida, sumado a una alimentación simple, vínculos sociales fuertes y un propósito claro, crea un entorno que favorece la longevidad.

Fuente: www.clarin.com

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