Pese a la fría relación, Javier Milei y los obispos intercambiaron por carta saludos y anhelos de paz social


Pese a la cada vez más fría y distante relación entre la Iglesia católica y el presidente de la Nación, los obispos le enviaron una respetuosa y cordial carta de salutación por la Navidad y Javier Milei le respondió en el mismo tono en la que, no obstante, los prelados abogan por “una paz social sólida. fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades”.
En ese sentido, los obispos mencionan a “los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar”. A la vez que le expresan su “disposición a contribuir desde la misión que la Iglesia desarrolla en el ancho territorio de nuestra patria, a toda instancia que favorezca el bienestar integral de nuestro pueblo”.
Por su parte, Milei afirma que valora “el llamado a la reflexión, a la paz social y al compromiso por el bien común” y señala que “seguimos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, atendiendo especialmente a quienes se encuentran situaciones de mayor vulnerabilidad”.
“Aprecio la disposición de la Iglesia a contribuir al bienestar integral del pueblo argentino, al que me comprometo a desarrollar a través de un diálogo respetuoso fecundo con todas las instituciones, en el marco del Estado de Derecho”, añade el presidente en una implícita respuesta al permanente pedido de la Iglesia católica -como lo hacía con Cristina Kirchner- a abrirse a una actitud dialogante.
La carta de la Conferencia Episcopal -que agrupa a todos los obispos del país- fue enviada luego de que el presidente no contestó el pedido de audiencia del año pasado en la que los prelados le iban a transmitir los saludos navideños como hacen las autoridades católicas desde hace décadas con quien ocupa la presidencia de la Nación y, entonces, optaron por no pedirla este año.
Aunque luego en medios eclesiásticos se buscó bajar el tono del malestar, inicialmente se había deslizado el disgusto por la falta de respuesta al pedido y el hecho de que a lo largo del año y en épocas de intensa actividad recibiera a pastores y rabinos, cosa que se valora porque demuestra sensibilidad religiosa, pero excluyendo a la Iglesia católica.
De todas maneras, se apreció el armado este año de un pesebre frente a la Casa de Gobierno y la consiguiente bendición del obispo castrense, Santiago Olivera.
Fuente: www.clarin.com



