“Soñaba con trabajar en Disney desde que vi El rey león”: la historia de Cristian Hinz, el argentino detrás de Zootopia 2


“La verdad que la mayoría de la gente no sabe que existimos”, reconoce Cristian Hinz a Clarín, como si “él y los suyos” fuesen parte de una hermandad oculta.
Es que el común denominador de la población no sabe qué rol tiene un technical animator supervisor en una película animada. De eso trabajó Cristian en Zootopia 2, un tanque de Disney que acaba de superar los 1.000 millones de dólares de recaudación (la animada que más rápido pasó esa cifra en la historia).
Así explica él su trabajo: “Básicamente, nosotros estamos metidos justo entre animación e iluminación. Los animadores se encargan de animar las expresiones faciales, el movimiento del cuerpo y la acción y, una vez que ellos terminan, nosotros nos encargamos de animar las ropas y los pelos, los vestidos, todo ese tipo de cosas”.
Cristian y los suyos usan herramientas “más técnicas” que las de animación tradicional, sin embargo su trabajo es “100% artesanal”. Disney es una de las pocas empresas donde los viejos animadores 2D están ahí para ayudar a los jóvenes.
Cristian Hinz intentó estudiar ingeniería informática y química, pero ninguna de las dos lo convenció, así que optó por el diseño gráfico.
“A un par de años de haber empezado, comencé a trabajar en comerciales y de más, entonces dejé de estudiar y me dediqué 100% a eso. Empecé haciendo motion graphics, y después cuando vi que más o menos me salía todo esto mandé mi demo a todo el mundo, a ver quién me contrataba”, cuenta Hinz a Clarín.
Motion graphics es la técnica de animación que se usa con el objetivo de comunicar o intervenir narrativas mediante gráficos en movimientos (a diferencia de la animación tradicional, que cuenta historias con personajes). Quienes trabajan con ella se enfocan en elementos visuales abstractos o informativos: texto, íconos, líneas, mapas, diagramas, números y formas.
Fue entonces cuando un llamado inesperado llegó. Su carrera en el mundo de la animación pasó prácticamente de cero a cien en un “ring ring“: “Me querían contratar de Londres para hacer Narnia y Harry Potter (…) No lo podía creer, estaba enloquecido. Ni pensé nada, dije ‘sí, voy’, y dejé todo así como estaba en Argentina, largué todo y me fui”.
De ahí en adelante encaró sus propias películas animadas, consiguió un trabajo en Nueva York, luego otro en Vancouver (donde vive actualmente) y se sumó a proyectos como Star Wars. Cuando tuvo la oportunidad de dar el salto a Disney no lo dudó: “Obviamente, no iba a decir que no. Siempre fue mi sueño de chiquito trabajar en películas de Disney”.
-¿Por qué? ¿Viste una película y se te despertó la magia?
–Cuando vi El rey león dije: ‘Algún día me gustaría hacer eso, no sé si se puede, pero estaría bueno’.
-Y de grande supiste que era posible…
–Sí. Una vez que empecé. Igual nunca me imaginé que iba a trabajar en Disney. Ya en la industria, trabajar en Disney me parecía algo remoto, difícil. Y bueno, se dieron las cosas y acá estoy.
Y está muy cómodo: “Me encanta el día a día, lo que hago, la gente con la que trabajo. La verdad que estoy muy a gusto. Sería difícil ver un cambio grande o algo así. No me parece que tenga esa necesidad, por lo menos por el momento”.
A Zootopia 2, cuya experiencia describe como “alucinante”, le seguirá otro show del que todavía no sabe qué rol cumplirá. “Estoy seguro que la siguiente va a ser igual o mejor”.
-¿Qué le podés decir a chicos que sueñan con llegar algún día a Disney?
–No es imposible, claramente. Hay que ponerse las pilas, es lo único. Mucho esfuerzo y mucha perseverancia. Nadie te lo va a regalar en bandeja y decirte ‘vení’. Realmente no es fácil, pero es posible. Traten de aprender todo. Si realmente les interesa la animación, aprender sobre conceptos de animación tradicional es súper importante y tratar de hacer el mejor trabajo que puedan.
Fuente: www.clarin.com



