¿Por qué se cayó un capítulo clave del Presupuesto? Fuerte enojo con un gobernador y dudas sobre un ministro de Milei

Lo que hasta la medianoche parecía una jornada festiva para el Gobierno, con la media sanción en general que había conseguido con el Presupuesto en Diputados, se transformó en pesadilla a la madrugada. ¿Qué pasó? En la votación en particular, se cayó un capítulo, el XI, que la Rosada considera clave: es el que prevé, entre otras cosas, la derogación de las leyes de Discapacidad y Universidades.
Tan importante cree el Ejecutivo que es este artículo, el 75, que ya avisó que “así el Presupuesto no sirve”. Como adelantó Clarín este jueves, en el oficialismo argumentan que si no logra modificarse en el Senado, la ley podría ser vetada por el presidente Javier Milei.
Este traspié, ¿auto-inflingido?, corta una racha política inesperadamente positiva, que comenzó con la contundente victoria electoral del 26 de octubre y se trasladó al Congreso, donde La Libertad Avanza consiguió la primera minoría en Diputados, con el peronismo deshojándose en el Senado.
¿Quién pidió incluir la derogación en el proyecto?
En estas horas, un interrogante/pase de factura cruza los despachos más importantes del oficialismo: ¿de quién es la culpa de esta derrota parcial? Si se hace un análisis cronológico, la primera duda es por qué se agregó ese artículo de las derogaciones, que no estaba incluido en los bocetos y charlas iniciales.
Allí hay dos versiones temporales: una dice que se agregó tres días antes del dictamen y otra, que se agregó el mismo día. En cualquier caso, lo que está claro, es que no formaba parte de las negociaciones que se llevaron a cabo con los gobernadores dialoguistas para garantizar los votos de los diputados que les responden.
La segunda cuestión, más sensible, es quién propuso incluirlo, sabiendo que eran temas -discapacidad y universidades-, con fuerte arraigo en la opinión pública y que habían conseguido apoyos parlamentarios contundentes, difíciles de torcer. Se recuerda: ambos proyectos fueron aprobados por el Congreso, vetados por el presidente y confirmados luego con mayorías especiales en Diputados y Senado.
Menem, Karina, Santilli y Bullrich, parte de la mesa política libertaria.Allí, dos fuentes que siguieron el día a día de la negociación, apuntan al ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, que tuvo un rol activo en la discusión del proyecto. Según el funcionario, con aval de Milei, ambas iniciativas rompen el equilibrio fiscal que es eje central de la política económica.
“Aunque la idea fuera de ‘Toto’, pasó por la mesa política y se armó la estrategia para sacar el presupuesto. No es justo tirarle todo a él con el diario del lunes”, matizó una de las fuentes.
“Entiendo que fue ‘Toto’, con un error grave de cálculo político. De no conocer a la política, la sensibilidad que tienen los dos temas para la gente. Además, parte de las subas de fondos, incluidos los aumentos ya se están pagando. Es decir, ni siquiera parece un tema puramente de gasto, sino de batalla cultural”, suma la otra fuente.
La duda ahora es cómo seguir. Desde la Rosada bajaron la idea de que “así el Presupuesto no sirve”. “Lo dijo Adorni en un chat de funcionarios. Y creo que también acá hay un problema de relato. Se generaron demasiadas expectativas, por un lado; y por el otro, sacaste por primera vez en tres años un presupuesto. Eso es muy importante. Lo del capítulo puede ser una derrota, pero menor”.
Apunten contra los gobernadores: en particular a uno
Siguiendo con el análisis cronológico, el otro punto sensible es la merma de votos que tuvo el Gobierno para el ya famosos capítulo XI. Como venía contando este diario, la estrategia de la Rosada, para tratar sacar las derogaciones, fue mezclar ese artículo con otros que, en la teoría, podrían sumarle votos. ¿Ejemplo? Más fondos para CABA por la coparticipación.
A la luz de los resultados, la estrategia falló. Y en el oficialismo apuntan, de entrada, a un genérico “los gobernadores”. Los aliados más cercanos, radicales y macristas; y los peronistas.
En el primer lote están Rogelio Frigerio (PRO, Entre Ríos), Alfredo Cornejo (UCR, Mendoza) y Leandro Zdero (UCR, Chaco). En el segundo, los PJ Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Sáenz (Salta).
En términos numéricos, los que quitaron el apoyo más contundente fueron los peronistas. Aunque alguno se abstuvo o ausentó, la mayoría de los diputados de esas provincias terminaron votando en contra. Con un detalle: apenas se conoció el artículo 75, los gobernadores del Norte avisaron que no pasaría y que no darían su apoyo.
Máximo y Grabois, en la última sesión. Foto: Federico López Claro.“Eso es una boludez. Por más que te avisen, ponete los pantalones y votá a favor”, analiza una fuente parlamentaria. Jaldo, por caso, fue uno de los gobernadores que más fondos recibió en el medio de la negociación. “Unos 20.000 millones, cuando a la mayoría les dieron 8, 9 o 10.000 millones”, completó la fuente. Se trata, de todos modos, de montos bajos para los presupuestos provinciales.
El más cuestionado en la cúpula libertaria en Diputados, de todos modos, es el neuquino Rolando Figueroa. “Había prometido que su diputada votaría a favor y directamente votó en contra”, detallaron. Un dirigente, no oficialista, habla de mala praxis libertaria: “Tenés que arreglar con el gobernador, y con cada diputado o diputada. No siempre responden al 100%”.
Con este panorama, la estrategia ahora es negociar cambios en el Senado y que el proyecto vuelva a Diputados. Final abierto. Y en caso que ocurra, recién sería para febrero. Un sector del Gobierno desdramatiza: “La verdadera pelea nuestra no es el Presupuesto sino la Reforma Laboral”.
Fuente: www.clarin.com



