Intentaron frenar el ataque en Australia y murieron: la historia de los jubilados Boris y Sofía Gurman

Minutos antes de que Bondi Beach se transformara en el escenario de una masacre, una pareja advirtió el atentado terrorista y en un “acto de valentía” intentó frustrar el ataque, hecho que le costó la vida, al igual que a otras 14 personas que se encontraban en Sídney, Australia.

Boris y Sofía Gurman, una pareja de origen judío-rusa de 69 y 61 años respectivamente, murieron a manos de Mal Lanyon y Naveed Akram, el padre e hijo presuntamente responsables del atentado ocurrido este 14 de diciembre.

Un video captado por la cámara de auto muestra el momento en que Boris forcejeó con uno de los atacantes y le quitó el arma antes de ambos cayeran al suelo. Luego, Boris se levantó y lo golpeó con el arma. Sin embargo, el atacante sacó otra arma y le disparó a él y a su esposa.

De acuerdo con EFE, en un comunicado remitido a los medios locales, la familia de Boris y Sofía expresó “un abrumador sentimiento de orgullo por su valentía y altruismo“, a la vez que expresaron su dolor por la pérdida del matrimonio.

“Esto resume quiénes eran Boris y Sofia: personas que, de forma instintiva y desinteresada, intentaron ayudar a los demás“, indicó la familia.

La dueña del vehículo que con su cámara grabó el momento señaló a Reuters que Boris “no huyó”, al ver a los terroristas, sino que “se lanzó directamente hacia el peligro, usando toda su fuerza para arrebatar el arma y luchar hasta el final”.

“Puedo ver en mi cámara que finalmente el hombre mayor fue alcanzado por los disparos y se desplomó. Ese momento me rompió el corazón”, dijo.

Otro testigo aseguró al medio 9News que Boris “fue un héroe”, que “trató de hacer algo”, y que “su familia debe saber lo que hizo”. “Todos deben saber lo que intentó, porque fue al comienzo de todo. Se puso frente al peligro cuando ya estaban volando balas”, insistió.

Boris y Sofía llevaban 34 años de casados. Él era un mecánico jubilado mientras que ella era empleada de correo. En enero, el matrimonio hubiera celebrado su 35° aniversario, mientras que el 17 de diciembre Sofía iba a celebrar su cumpleaños junto a su familia.

“Eran personas profundamente bondadosas, de fuerza tranquila y cuidado inquebrantable por los demás. Dedicados a su familia y entre ellos, su ausencia dejó un vacío que no se puede llenar”, señaló Andy Kanchik, amigo cercano de Boris, que inició una campaña de recaudación en el sitio Go Fund Me para apoyar a la familia.

Kanchik destacó cómo “en los momentos previos a su partida”, Boris – con Sofía “valientemente a su lado”- intervino “para proteger a los demás”. “Este acto de valentía y desinterés refleja exactamente quiénes eran: personas que instintivamente eligieron ayudar, incluso a gran riesgo personal”, agregó.

Pero Boris y Sofia Gurman no fueron los únicos ciudadanos que se enfrentaron a los atacantes. Un hombre de 42 años, más tarde identificado como Ahmed al Ahmed, se escondió detrás de unos vehículos para sorprender a uno de los terroristas y forcejear con él hasta quitarle el rifle.

Durante su intervención, puso en riesgo su propia vida al punto de que sufrió una herida en uno de sus brazos. Su accionar fue filmado por un celular y compartido en redes sociales, donde rápidamente se viralizó.

El primer ministro del Estado de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, lo describió como “un auténtico héroe”, al asegurar que su intervención fue “la escena más increíble” que vio en su vida. En tanto, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, lo definió como “un verdadero héroe australiano”, luego de visitarlo al hospital donde Ahmed se recupera.

El atentado, que dejó un saldo de 16 muertos y 42 heridos, ocurrió cuando los miembros de la comunidad judía se habían reunido para dar comienzo a Hanukkah, una de las festividades más significativas del judaísmo.

De acuerdo con Albanese, los terroristas estuvieron probablemente “motivados por la ideología” del grupo Estado Islámico (EI). Las autoridades calificaron el ataque de “antisemita” y “terrorista”, y señalaron que el objetivo era sembrar el pánico entre la comunidad judía del país.

Los atacantes dispararon al menos 40 veces durante unos diez minutos contra una multitud reunida en la playa de Bondi. Entre las víctimas fatales se identificó una niña de 10 años, un rabino británico, un policía jubilado y un sobreviviente del Holocausto.

Las edades de los fallecidos oscilan entre los 10 y los 87 años. Además, 22 personas permanecen hospitalizadas, nueve de ellas en estado crítico.