Las últimas horas de Mary Magdalene, la influencer de 33 años que cayó de un noveno piso: revelan detalles de la investigación

Las autoridades tailandesas revelaron detalles de la investigación de la muerte de la influencer Mary Magdalene, quien fue hallada sin vida el martes 9 de diciembre en el estacionamiento del hotel Patong Tower, tras caerse del balcón del noveno piso del condominio de gran altura en Tailandia.

La modelo mexicana tenía 33 años y se había sometido a cirugías de modificaciones corporales extremas desde los 21. Su verdadero nombre era Denise Ivonne Jarvis Gongora, y había adoptado el apodo artístico de María Magdalena, como una clara referencia a la personalidad histórica y polémica de la religión católica.

El teniente coronel de policía Chanarong Prakongkuea confirmó el fallecimiento, y reveló que la influencer se había registrado para una estadía de una sola noche a penas diez minutos antes del trágico desenlace.

El hotel donde sucedió se encuentra en el corazón de Patong, Phuket, Tailandia, justo en Thaweewong Road, y a solo unos metros de la famosa Playa de Patong. La habitación de la joven tenía vistas directas a las aguas turquesas.

“Dentro de su habitación encontramos los zapatos de la fallecida justo antes de la salida al balcón, lo que indica que salió antes de saltar a la planta baja”, indicó el comisario Prakongkuea.

El personal de recepción indicó que Mary subió a su habitación alrededor de la 1:30 p.m. hora local, y a los 10 minutos hallaron el cuerpo.

Sus restos fueron llevados al Hospital Vachira Phuket para un examen forense y notificaron a la Embajada de México.

La influencer había generado alarma y preocupación el pasado 20 de noviembre en la isla Koh Phi Phi, al sur de Tailandia, cuando la vieron tendida en el suelo afuera de un bar.

Los oficiales confirmaron que estaba bajo los efectos del alcohol en estado de ebriedad, y la llevaran de regreso a su habitación bajo la iniciativa “Tú bebes, yo conduzco”, que ayuda a los turistas alcoholizados a regresar a sus hoteles.

El video de la joven siendo llevada por dos personas que trataban de sostenerla se hizo viral en aquel entonces. Tan solo tres semanas después publicó un críptico mensaje en sus redes: “Alguien que me quiera por favor”.

Tenía dos cuentas de Instagram, una destinada a sus obras de arte como artista plástica, y la otra para publicar contenido diario. En su perfil principal cambió su nombre de usuario, que originalmente era “@mary853magdalene”, a “MaryMagdaleneDied”, cuya traducción literal es “MaryMagdalenemurió”.

También publicó un meme de la escena final de la película The Truman Show, donde el personaje interpretado por Jim Carrey, Truman Burbank, se despide con la frase: “Y en caso de que no los vea, buenas tardes, buenas noches y buenas noches”.

Ese último posteo fue acompañado de una foto de ella misma de la infancia, antes de todas las cirugías.

En 2022 participó de un episodio de Soft White Underbelly, un canal de YouTube donde Mark Laita entrevista a “personas frecuentemente invisibles en la sociedad”.

“Soy un ser humano que siente muy profundamente y que ama muy profundamente con buenas intenciones, y quizá mi caos se manifieste con intensidad, pero solo quiero el bien para todos”, había dicho frente a la cámara.

“No me importa tener una vida larga ni una vida maravillosa, solo quiero el bien. De verdad, literalmente, eso es todo lo que quiero”, recalcó.

“No creo que sea malo cómo vivo. Cuando lloro, lloro mucho, me pongo sensible, y yo tengo poca educación, no hablo muy bien, pero cuando siento algo, sé que es real, que mis emociones son reales”, comentó.

La modelo dio sus primeros pasos en OnlyFans antes de convertirse en escultora y pintora. En diálogo con el podcast No Jumper había contado que creció en una familia estrictamente religiosa, y que cuando era niña le prohibieron ver películas de Disney.

“A los 12 años me revelé, y empecé a tener una vida muy salvaje, siendo sexualmente activa desde entonces y a consumir drogas”, confesó.

“Consumía cocaína e iba borracha a la escuela en octavo grado”, lamentó. A los 17 años empezó a trabajar como stripper, y luego como acompañante sexual.

“Cuando empecé a subir contenido a Only Fans gané muchísimo dinero y pude dejar de bailar y de ser acompañante, lo cual me deprimía mucho”, contó.

A los 21 años se sometió a su primera cirugía, un aumento de senos en México con un dentista local que no era cirujano. Recurrió a otra operación para corregirla, y luego siguió un interminable listado de procedimientos.

Levantamientos de cejas, transferencias de grasa, liposucción en rostro y cuerpo, múltiples modificaciones de nariz, carillas, cirugía de ojos de gato, inyecciones de glúteos, vaginoplastia, tatuajes en todo el cuerpo e incluso en el interior de sus ojos.

En una emotiva publicación de 2023, admitió que había quedado “atrapada en un ciclo interminable” y que constantemente pasaba por el bisturí para arreglar resultados fallidos.

“Ya no es una pequeña aventura divertida, es simplemente agotador en todos los sentidos posibles. Me agota el tiempo, la cuenta bancaria, la energía, la salud, y a la larga, termino hundiéndome en un agujero muy caro que me quita mucho tiempo”, había dicho.

Aunque nunca lo nombró abiertamente, algunos de sus seguidores le preguntaban si sufría trastorno dismórfico corporal, y sus respuestas variaban entre la sinceridad de las crisis y los momentos en que se sentía segura de sus decisiones.

“No tengo una crisis de identidad, simplemente me veo tan bien con cualquier estilo que me cuesta elegir uno”, le dijo a sus haters. “Y sí, me seguiré haciendo cirugías, porque puedo y porque quiero”, retrucó.