Los 10 mejores álbumes de metal de 2025: un año con muchas emociones y nada aburrido


Si Billy Joel hubiera sacado hoy “We Didn’t Start the Fire”, el 2025 se llevaría más de un verso. ¿No me creen? Un breve repaso: Donald Trump regresó a la presidencia de Estados Unidos, una “tregua” -a medias- entre Israel y Gaza, le dieron el Nóbel de la Paz a María Corina Machado, la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2025, fiebre mundial por los Labubus, el último concierto de Black Sabbath y muerte de Ozzy Osbourne, el adiós al Papa Francisco, Katy Perry viajó a la Luna, la kiss cam de Coldplay, el regreso de Oasis, los jeans de Sydney Sweeney, Pennywise desata el terror en Derry, Stranger Things se despide con su quinta temporada y mucho más.
Sí, el 2025 fue todo menos un “año aburrido”. Este periodo tuvo un sinfín de acontecimientos que marcaron a más de uno y la música se lleva la nota alta por brindar un soundtrack más que perfecto, ya que tuvo la capacidad de describir lo que fue este viaje de 12 meses. Desde el reguetón hasta el rock, cada género musical tuvo grandes lanzamientos y debuts, pero hubo un estilo que supo destacar por el simple hecho de buscar “reinventarse” y ser más accesible para todos: el metal.
aftershock | sacto, thank you.
📷: Steve Thrasher + @audiomassacre pic.twitter.com/v0QDTizq8T
— Deftones (@deftones) October 6, 2025
Dentro de la escena, este año puede considerarse una “vuelta a las bases” y un llamado de atención para toda la industria. Más allá de repetir fórmulas ya aburridas para la mayoría, este 2025, el metal se atrevió a explorar otros géneros y experimentar con los sonidos del pasado para complementarse así mismo.
En pocas palabras, el 2025 para el metal fue una época cíclica, de experimentar y de volver a reencontrarse con la grandeza del pasado. El año tuvo actos de alto nivel, el ascenso de nuevos artistas y dolorosas despedidas; pero, al final, todos contribuyeron para un bien mayor y el quid de esta nota: la música.
Sacred moments in time, captured in Oakland by @adamrosssi
Tonight, Arcadia entwines with Los Angeles, marking the conclusion of the MMXXV rituals. pic.twitter.com/RO1zPWrxYt
— Sleep Token (@Sleep_Token) October 11, 2025
Armar un top 10 de “los mejores álbumes” de este año es ambicioso. Muchas fueron las producciones escuchadas y son varias las que quedaron por fuera. Algunos estarán de acuerdo, otros no tanto (C’est la vie, mon pote). Sin embargo, la selección describe a la perfección lo que fue el 2025: un año fuera de lo normal, que tuvo sus altos y bajos, y que supo marcar la diferencia. Una perfecta montaña rusa.
10. Orbit Culture – Death Above Life
Desde hace muchos años, Suecia ha sabido llevar -literalmente- el metal al extremo. Bathory, Entombed, Meshuggah, Amon Amarth, la banda que se te ocurra. Sin embargo, dentro de este nutrido grupo, Orbit Culture viene pisando fuerte y este 2025 sacaron un álbum que deja a más de uno con la piel de gallina de principio a fin: “Death Above Life”.
Con “Death Above Life”, Orbit Culture subió la vara este año y sacó un álbum que toma lo mejor de cada una de las bandas más importantes de Suecia. “Inferna” es la apertura perfecta para quienes buscan belleza dentro de la brutalidad del tech metal; “The Tales of War” toma prestado el djent y death metal explosivo de Meshuggah; “Bloodhound” recuerda -un poco- a Entombed e “Hydra” se planta con cambios de ritmo complejos y letras que recuerdan a los vikingos de Amon Amarth. En resumen, un disco perfecto para el headbang.
9. Fox Lake – New World Hate
Cuando pensabas que el groove del rap metal de los ’90 había desaparecido y el nu metal de principios del 2000 estaba en el olvido, Fox Lake se ríe en tu cara y trae nueva vida con un álbum que supo encontrar el equilibrio entre ambos géneros, con un poco de hardcore de por medio: “New World Hate”.
Más que un álbum, “New World Hate” es un grito de fuerza y energía cruda. En “For The Love Of The Game”, una canción que recuerda a la agresividad de Knocked Loose, las primeras palabras de Nathan Johnson es la carta de presentación perfecta para lo que tus oídos escucharán: Buckle up / Put your money where your mouth is / Get your weight up / This is one vs a thousand. Por otro lado, el nu metal está más que palpable en pistas como “Freestyle” y el rap metal, más cercano al estilo de Rage Against The Machine o Limp Bizkit, se puede escuchar en “Savior” o “Cold Hard Truth”.
A mitad de disco, “New World Hate” sorprende con una pausa merecida con “h a l f t i m e”. Es la paz antes de la tormenta, porque después de ese interludio sigue un vendaval complejo de riffs pesados y más barras. En conclusión, Fox Lake toma aquellos sonidos que funcionaron en el pasado y los mezcla con la nueva era del metal para crear, como resultado final, un cóctel explosivo digno de un pogo.
8. AVRALIZE – liminal
Cuando pensabas que el metal no podía ofrecer más en los últimos meses de 2025, en noviembre, AVRALIZE llegó con un álbum que mezcló a la perfección diversos géneros como la electrónica, un buen funk, eurodance de los ’90 y el indiscutible metalcore de esta generación: “liminal”.
El título del álbum describe a la perfección lo que quiso hacer el cuarteto de Alemania: un álbum capaz de de mostrar el recorrido de una banda que pasó por “Freaks”, para llegar a un sonido experimental y más maduro con “liminal”. Es decir, el proceso de una metamorfosis. Para los más puros del sonido pesado, escuchar los primeros segundos de “medicine”, puede parecer una tomada de pelo, pero tengan por seguro que el disco está lejos está de ser una pérdida de tiempo.
Al igual que actos como Sleep Token, Bad Omens, BMTH, The Devil Wears Prada, Bilmuri y otros tantos más, AVRALIZE supo mezclar los “pegajoso” del pop con la fuerza del metal y sus riffs. Temas como “wanderlust”, “close to you” o “bite my tongue” son prueba de ello. Por otro lado, los amantes de lo más pesado pueden encontrar cobijo en “helium” y “upside down”. En definitiva, “liminal” es un viaje plagado de emociones y corto (38 minutos) que no quieres que llegue a su fin.
7. Sleep Theory – Afterglow
Algo importante que se mencionó al principio es que, este año, el metal destacó por continuar reinventándose para no caer en el olvido, estrellas en ascenso y ser un género más accesible. Y, queridos metalheads, Sleep Theory es el ejemplo perfecto de todo esto. Con una combinación de estilos que pasan desde el R&B hasta el metalcore, la banda oriunda de Memphis se presenta al mundo con un álbum plagado de éxitos de radio: “Afterglow”.
Igual que con AVRALIZE, Sleep Theory sigue la senda que comenzaron varios actos al mezclar melodías angelicales con riffs que rozan la contundencia del djent. En “Afterglow”, podemos encontrar influencias de blues y R&B en la voz de Mainman Cullen Moore y capas que recuerdan a Fall Out Boys o Saosin. Con respecto al ritmo y riffs sin límites, la banda recuerda -un poco- a lo que era el viejo Linkin Park en “Fallout” con su característico nu metal y uso de sintetizadores (hasta una canción de disco se llama “Numb”). Y si tienen dudas de si el disco tiene material para agitar la cabeza con fuerza, escuchen “III”, “Parasite”, “Just A Mistake” y “Paralyzed”.
Podemos decir que “Afterglow” es todo un sueño juvenil: una fiesta que no tiene fin y donde todos están invitados.
6. BABYMETAL – Metal Forth
Desde que lanzaron su primer álbum en el 2014, BABYMETAL no para de estar en boca de muchos como algo “novedoso” y estar en los principales festivales del mundo. El trio compuesto por Su-metal, Moametal y Momometal ya eran más que conocidas entre los fans de cualquier cosa que Japón produzca (te hablo a ti, fanático del anime). Sin embargo, después de cuatro producciones sin poder lograr el mainstream total, era necesario un “golpe de autoridad” para alcanzar una audiencia más grande y lo consiguieron con su quinto álbum: “METAL FORTH”.
“METAL FORTH” es un álbum con la idea de llegar a nuevos horizontes en cuanto a la audiencia. Para los que ya conocemos al grupo, sabemos de qué es capaz BABYMETAL con su “kawaii metal” y “power metal” con temas como “Head Bangya!!”, “Megitsune”, “Karate” o “Distortion”, pero era necesario “algo más” para subir el nivel.
La fuerza de del álbum reside en la -perfecta- sinergia que hay entre las idols del metal y cada uno de los artistas invitados. Un claro ejemplo es la canción de apertura, “from me to u”: por un lado están los screams y fuerza vocal que ya conocemos de Poppy y por el otro toda la energía de BABYMETAL (bailes, coros angelicales y riffs pesados). De hecho, hasta el mismísimo Tom Morello tuvo su granito de arena en este proyecto con “METALI!!” que, si bien no es RATM o Audioslave, su guitarra está más que presente.
Además de las colaboraciones y mezcla de géneros, la banda mantiene su “esencia” original para los más tradicionales. Con temas como “Algorism” y “White Flame -白炎-“, el trío sigue con el power metal al que nos tiene acostumbrados desde 2014. Si este top tuviera como criterio principal el romper fronteras con frenesí, “METAL FORTH” sería el ganador indiscutido.
5. The Callous Daoboys – I Don’t Want to See You in Heaven
“Sacar belleza de este caos es virtud”, dijo alguna vez Gustavo Cerati y no se equivocó. The Callous Daoboys es la representación perfecta de estas palabras. La banda, oriunda de Atlanta, desde 2019 que viene desatando el “caos” con su mathcore y nu metal tras el lanzamiento de su primer álbum, pero este 2025 soltaron una bestia alocada e impredecible: “I Don’t Want to See You in Heaven”.
Entre las canciones que componen el nuevo álbum de los Daoboys, “I. Collection of Forgotten Dreams” es la carta de presentación ideal de una historia para nada aburrida y con muchos “plot twists”: The Museum of Failure proudly presents / The “I Don’t Want To See You In Heaven” collection / An enigmatic series of eleven pieces. Hecha la presentación, comienza un hermoso caos controlado. “Schizophrenia Legacy” hace honor a su nombre y, como un vendaval, en menos de cinco minutos te da un paseo con una fusión perfecta entre emo, metalcore, post-hardcore y jazz de por medio (¡El sólo de saxofón, por Dios!).
Dentro de la locura técnica destaca la voz de Carson Pace, quien demuestra facilidad y control para navegar entre voces limpias y gritos caóticos. ¿Y la letra? Digna de un Nobel (sarcasmo, pero ustedes me entienden). Frases como “Benadryl dick never puts a ring on it” o “Ugga-ugga-boo, ugga-boo-boo-ugga” le llegarán a más de uno.
Al final del día, con “I Don’t Want to See You in Heaven”, The Callous Daoboys se planta como una fuerza creativa dentro del metal. Al final del día, más allá de las críticas, el álbum es toda una experiencia agradable e impredecible. Una producción hecha por locos, para locos.
4. Ghost – Skeletá
Nunca hay que juzgar un libro por su portada. Cuando miras la tapa de “Skeletá”, el nuevo album de Ghost, al igual que sus producciones anteriores, piensas que vas a escuchar un disco de death o black metal. Error. Es una oda al rock y heavy metal de los ’80.
No existe mejor forma de describir a “Skeletá” como un álbum que te lleva a los viajes familiares en auto, mientras disfrutabas con tus viejos con Journey, Kiss, Tears for Fears, Scorpions, Def Leppard, Ozzy Osbourne o el Black Sabbath de Dio en la radio casetera o el reproductor de CD’s. Hablando de Journey, “Peacefield” es todo un mimo para los fans de “Separate Ways (Worlds Apart)” y el resto de canciones van en ese sentido, con letras más introspectivas que tratan temas como el miedo existencial y la muerte.
Obviamente, hay buenos riff’s para los que buscan sonidos pesados y “pegajosos” y -también- para aquellos que sólo quieren volar en el diapasón. ¿Un par de ejemplos? “Lachryma”, “Missilia Amori” y “Umbra” son una gran selección. Así que, si eres todo un nostálgico, “Skeletá” es una elección segura para pasar el rato en casa, el trabajo o en la carretera.
3. Spiritbox – Tsunami Sea
En el mundo de la música, es difícil replicar un éxito. Mucho más superarlo. Bueno, con facilidad y gracia, Spiritbox hizo lo imposible para muchos y sacó un álbum capaz de superar al aclamado “Eternal Blue”: con belleza y mucha oscuridad, “Tsunami Sea” ahogó al mundo en un maremoto de metalcore, prog-metal y djent.
Más que un tsunami, el último álbum de Spiritbox es más bien “un paseo experimental”. Primero prepara el ambiente con “Fata Morgana” y sigue in crescendo con “Black Rainbow”, para luego descender dos cambios con temas más melódicos y melancólicos como “Perfect Souls”, “Tsunami Sea” (el title track), “A Haven With Two Faces” o “Deep End”. ¿Lo mejor? Como siempre, además de la guitarra Mike Stringer, la bata’ de Zev Rosenberg y el bajo de Josh Gilbert, Courtney LaPlante no para de brillar: gran voz, gran composición y mucho dolor por contar.
Al final de cuentas, “Tsunami Sea” es un título perfecto y una metáfora excelente para describir el maremoto de emociones que esta producción trae: You hold your breath for someone I’ll never be / Out of my depth, you got me dreaming but I know / How deep it goes / And so I turn all my tears into a tsunami sea / Tumultuous down to the bottom where I know
2. Deftones – private music
Cuando pensábamos que “Ohms” sería lo último que escucharíamos de Chino Moreno y compañía, Deftones reaparece en el mapa con “private music”, un álbum que recuerda a las épocas de “Around the Fur”, “White Pony”, “Diamond Eyes” y “Koi No Yakan”. Sí, un cariñito para los que crecimos en el early 2000.
Además de tener un 2025 espectacular con varios festivales y una popularidad en crecimiento gracias a TikTok, la banda de Sacramento no tuvo mejor idea que cerrar el año con nuevo álbum. “private music” es el capricho hecho realidad de cada miembro del quinteto 37 años después: un balance perfecto entre el alt metal y el shoegaze.
“my mind is a mountain”, para los que recién estén descubriendo a Deftones, es la definición perfecta de “quién es Chino Moreno”: un hombre que hace lo que se le da la gana mientras despotrica, se lamenta, grita y, por supuesto, susurra sensualmente. En canciones como “souvenir”, “i think about you all the time”, “milk of the madonna” e “infinite source”, la guitarra de Stephen Carpenter brilla con crudeza y fuerza; mientras que en pistas como “ecdysis”, Fred Sablan se presenta al mundo con una de las mejores líneas de bajo en mucho tiempo.
En definitiva, “private music” es una declaración de madurez y legado. No cualquiera puede mantener la misma calidad durante décadas y seguir siendo una fuente inagotable de inspiración para las nuevas generaciones. Si bien Deftones plantea una fiesta de “música privada”, en realidad es una invitación para que veteranos y los más jóvenes disfruten por igual.
1. Sleep Token – Even In Arcadia
“Yo creo que System of a Down es una banda de ‘pop’, ¿Sabes? Al final de cuentas, llenamos estadios, somos escuchados y la gente pide más. Eso es ‘pop’: ser popular”, dijo John Dolmayan cuando tuve la oportunidad de hablar con él en mayo de 2025. Estas palabras no tuvieron un efecto inmediato. Pasaron de largo. Pero, días después, cuando Sleep Token sacó “Even in Arcadia” todo tuvo sentido.
Podemos decir que “Even in Arcadia” es un proyecto dividido entre sonidos ambiciosos y un álbum donde escuchamos a un Vessel al desnudo. Sí, después de cuatro producciones, oímos la fragilidad, el miedo a fallar y el mal de amores del hombre detrás de la máscara. Al final, todos somos humanos. Para muchos, es difícil catalogar el estilo que presenta Sleep Token con su nuevo álbum (si me preguntan a mí, por el tecnicismo, son una banda de prog). El grupo de Londres supo condensar a la perfección géneros como el alt metal, R&B, pop, trap, djent, progressive metal, black metal y hasta un toque de reguetón.
Cada canción de “Even in Arcadia”, es un golpe descarnado, vulnerable, emocional y debe escucharse como un viaje por varios ritmos para que el mensaje sea claro. Vessel brilla como nunca en la composición, la musicalidad y -sobre todo- la voz. Un claro ejemplo de esto son Gethsemane” e “Infinite Baths”, canciones que bailan al son de riffs pesados, diversidad de géneros y una letra que llega al alma: And I was trying my best, and that’s the thing I tell the mirror / I was in love with the thought that we were in love with each other
Si bien no es la última canción del álbum, “Caramel” se lleva todas las luces. Se podría describir como “un viaje por la carretera en un auto sin frenos”. Primero prepara el ambiente con un ritmo de reguetón y R&B, luego, como el mismo coche que sólo puede acelerar, aumenta el tempo para pasar al alt metal, después los riffs pesados y gritos del black metal, y luego terminar “dulcemente” con el mismo beat del principio.
Para los más puristas del género, “Even in Arcadia” es una herejía (“no es metal de verdad”, dirá más de uno). Pero, hoy en día, ¿Qué se puede considerar “metal de verdad”? La respuesta es simple: rebeldía y atreverse a hacer lo que otros no se atreven. Eso es rock. Eso es metal. Sin quererlo, Sleep Token llegó a las masas con un álbum que tiene todos los condimentos del éxito: buena producción, manejo sublime de los instrumentos, mezcla de géneros perfecta, una voz tanto melosa como descarnada y el propio Vessel. Porque, al final de cuentas, el ser humano es un bicho curioso y nada pica más la curiosidad que saber “quién es el hombre detrás de la máscara”.
Ya sabemos que es humano, que siente y tiene miedo de fallar. Siendo honestos, la cima se siente -y escucha- como el lugar más solitario de este mundo: What if I can’t get up and stand tall? / What if the diamond days are all gone / And who will I be when thе empire falls? / Wake up alonе, and I’ll be forgotten. Sin embargo, dentro de toda esa soledad y melancolía hay un mensaje más que claro, y es que en esta vida “no estás sólo”. Mucho menos en la compañía de buena música, ¿No creen?
Los que no llegaron al TOP
La carrera por entrar al TOP 10 fue brutal, no lo voy a negar. Hacer una selección toma decisiones brutalmente honestas. Si bien cada uno de los artistas y álbumes que acabamos de mencionar se llevan toda la gloria, hay un gran puñado de actos que no podemos ignorar sin más. Una injusticia de principio a fin.
Estos son álbumes que -también- mostraron una gran creatividad, riffs salvajes y una ejecución sin igual. Discos que, en cualquier otro año, habrían dominado la conversación. A continuación, prepárense para rendir homenaje a los titanes que, por un “BLEGH” o un breakdown menos, se quedaron justo a las puertas del paraíso:
- Deafheaven – Lonely People With Power
- Downswing – And Everything Was Dark
- Vianova – Hit It!
- The Devil Wears Prada – Flowers
- Of Mice & Men – Another Miracle
- Aviana – VOID
- Lorna Shore – I Feel the Everblack Festering Within Me
- Dayseeker – Creature In The Black Night
- Greyhaven – Keep It Quiet
- A Sense of Purpose – The Wounds We Share
- Thousand Below – Buried In Jade
- Fit For A King – Lonely God
- Rivers of Nihil – Rivers of Nihil
- Whitechapel – Hymns in Dissonance
- Currents – All That Follows (EP)
- We Came as Romans – All Is Beautiful… Because We’re Doomed
- Silverstein – Antibloom / Pink Moon
- Midwinter – Is There Anything You Want to Say?
- Zenith – Bleed From Within
- Bloodywood – Nu Delhi
- Volumes – Mirror Touch
- Architects – The Sky, The Earth & All Between
- Jinjer – Duél
- Dream Theater – Parasomnia
- Paleface Swiss – CURSED
- Testament – Para Bellum
- LANDMVRKS – The Darkest Place I’ve Ever Been
- I Prevail – Violent Nature
- Chevelle – Bright as Blasphemy
- Killswitch Engage – This Consequence
Fuente: www.clarin.com



