Un matrimonio millonario se enfrenta a sus vecinos tras poner una valla eléctrica en su mansión por un insólito miedo


Un empresario entró en guerra con sus vecinos al levantar una cerca eléctrica alrededor de su mansión de casi 60 millones de dólares en Notting Hill, Inglaterra. Los residentes del barrio dijeron a los medios locales que ahora el lugar parece “un campo de prisioneros de guerra”.

Según medios locales, como el Daily Mail, el UK Times o The Standard, David Walsh la erigió en respuesta a un pedido de su esposa, Jyotsna Chadha, para evitar visitantes indeseados.

“Le tiene mucho miedo a los zorros”, admitió el hombre a un vecino. Walsh, que trabaja en seguros, adquirió la propiedad en 2023 y ni él ni Jyotsna desean que esos animales se cuelen en su jardín.

Según el Daily Mail, los vecinos están disconformes con el agregado por una cuestión estética, pero también por representar un riesgo para la seguridad pública.

Por eso, asociaciones dedicadas a preservar la arquitectura tradicional de la zona se comunicaron con la municipalidad para que revise la instalación con el objetivo de determinar si respeta o no los códigos de conservación del barrio.

El matrimonio trata de evitar los zorros por miedo, pero también porque estos suelen revolver la basura y arruinar el jardín de las mansiones. Un asunto para nada nuevo.

Los zorros urbanos se establecieron en Londres durante las primeras décadas del siglo XX, cuando la expansión de la ciudad invadió sus hábitats naturales.

Actualmente se calcula que en Londres viven alrededor de 10.000 ejemplares, una cifra que se mantuvo relativamente estable en los últimos años.

Estos animales se adaptan perfectamente a los entornos urbanos: buscan refugio en jardines, huecos bajo arbustos, terrazas o rincones tranquilos, y su dieta se compone muchas veces de restos, basura o residuos de comida.

Aunque suelen ser más activos al anochecer o durante la noche, no es raro verlos de día, incluso transitando por calles o paseando por barrios residenciales.

Este dilema entre habitantes adinerados, autoridades locales y fauna urbana —como los zorros— revela las tensiones que surgen cuando la naturaleza se entrecruza con la vida moderna.

Expertos en vida silvestre urbana recomiendan métodos más humanos y sostenibles para convivir con zorros, sin recurrir a medidas drásticas como vallas eléctricas.

Entre las sugerencias destacan la de evitar dejar residuos de comida al aire libre, bolsas de basura sin cerrar, restos de comida en jardines o contenedores accesibles. O sellar posibles accesos fáciles, como huecos, basureros y entradas a patios, sin necesidad de levantar muros extremos.

También recomiendan fomentar el respeto por la fauna urbana como parte del ecosistema de la ciudad: los zorros pueden contribuir al control natural de plagas (ratas, ratones, insectos), y su presencia en general no representa una amenaza directa si se convive con responsabilidad.

Fuente: www.clarin.com

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