Betty Boop: la historia de un ícono femenino que escandalizó a la sociedad en los años 30 y nunca perdió vigencia

Betty Boop nació en 1930, en una época en la que la animación todavía estaba buscando su identidad y los estudios hacían pruebas sin miedo a que sean absurdas. Su historia empezó como un experimento que cambiaba de forma constantemente y nadie imaginaba que iba a trascender.

Entre influencias de cantantes, múltiples rediseños y un primer boceto que la presentó como un ser híbrido entre humano y caniche, el personaje atravesó una transformación radical antes de convertirse en la figura flapper (en referencia a las jóvenes modernas de los años 20 que desafiaban las normas sociales de la época) que definió su estética.

Más tarde se enfrentó a censuras, polémicas y modificaciones que atentaron contra su esencia, pero Betty Boop logró instalarse como uno de los personajes más influyentes de su época. Su impacto continúa a pesar de corto tiempo en pantalla y demuestra su fuerte presencia cultural.

Podría haber sido un caniche… Pero terminó siendo un ícono

Betty Boop no inició como humana: su primera versión era un caniche francés antropomórfico, con un mini vestido y actitud sensual. Los estudios buscaban parodiar a las actrices de la época, así que la idea quedó descartada en menos de un año para convertirla en una figura humana con estética flapper.

Betty Boop debutó como un caniche francés antropomórfico. Foto: ArchivoBetty Boop debutó como un caniche francés antropomórfico. Foto: Archivo

Sus orejas de perro se transformaron en aros circulares y la nariz oscura, en una pequeña y delicada.

El origen del personaje es complejo. Helen Kane aportó su estilo aniñado y coqueto; mientras otros decían que la inspiración había sido Sarah Bow -actriz de cine mudo-. Aunque se destacaban ciertas similitudes con la cantante de jazz, Baby Esther, conocida por sus “boops”, que Kane vio en vivo y replicó.

Grim Natwick, el creador del personaje utilizó todas esas influencias y, junto a seis artistas más, crearon el diseño final de Betty Boop.

El debut de Betty Boop como criatura híbrida fue en el cortometraje “Dizzy Dishes“, y luego debutó como humana en “Any rags”, como personaje secundario, con una personalidad sentimental e inocente.

Estas primeras apariciones imitaban el estilo flapper: polleras cortas, perlas y una personalidad despreocupada. Otro detalle es que las escenas estaban llenas de guiños sexuales y situaciones tensas que reflejan los conflictos sociales que vivían las mujeres en los años 30.

Polémicas, sexualización y denuncias

En la actualidad seria cancelado: Betty Boop tenía 16 años cuando debutó en los cortos en los que se la exponía a escenas con con una fuerte carga sexual.

En Betty Boop’s Bamboo Isle aparecía vestida únicamente con un collar hawaiano; en “Chess-nuts, un rey la llevaba a una habitación con intenciones directas; y en “Boop-Opp-a-Doop”, su jefe la amenazaba con despedirla si no “aflojaba”.

Su característica frase, “boop-oop-a-doop”, también tenía connotaciones profundas. En un episodio se explica que el villano no logró quitarle su “boop-oop-a-doop”, usándolo como metáfora de su virginidad. Los directores incluso habían mencionado que buscaban que Betty representara pureza pese al contexto adulto y machista que la rodeaba.

Betty Boop era un personaje sexualizado. Foto: Pinterest @vallerieriBetty Boop era un personaje sexualizado. Foto: Pinterest @vallerieri

Con el éxito del personaje se despertaron las disputas. En 1934, Helen Kane demandó a los estudios por plagiar su apariencia, su voz y estilo. Sin embargo, se encontró y presentó evidencia que el estilo ya había sido utilizado previamente. Helen perdió la demanda y se reafirmó la combinación de inspiraciones que utilizaron los creadores.

En varias ocasiones, además, se prestó confusión respecto al nombre del personaje; al principio se la llamaba Nancy Lee, en otras Nan McGraw. En 1931, se oficializó Betty Boop, combinando elementos de las mujeres que inspiraron al personaje.

La reina de la animación busca la reinvención constante

El éxito hizo que dejara de ser un personaje secundario para convertirse en protagonista de su propio show, “Stopping the show”. La búsqueda de voz fue competitiva porque Betty Boop se había convertido en una figura central.

Parte de su popularidad vino a partir de que, a diferencia de otros personajes, Betty Boop no era la versión femenina de un personaje masculino (como Minnie respecto a Mickey), Betty Boop era completamente original.

Mae Questel le dio voz a Betty Boop. Foto: Pinterest @lcmmellonMae Questel le dio voz a Betty Boop. Foto: Pinterest @lcmmellon

Fue tan influyente que, incluso, en producciones posteriores homenajearon algunas de sus escenas. Una de las escenas finales de Blancanieves en el ataúd de cristal fue originalmente de un corto de Betty Boop. Además, su única aparición en color fue en “Poor Cinderella”, en 1934, donde tuvo el pelo rojo.

También podríamos decir que fue la primera Barbie. Siguiendo su frase “Puedes ser lo que quieras ser”, Betty Boop interpretó a una artista de circo, piloto de autos de carreras y hasta candidata presidencial.

La censura amenazó con apagar su esencia pero encontró su camino de vuelta

En 1935 se presentaron nuevas leyes de censura, obligando a los cortos de Betty Boop a dar un giro de 180 grados. Los vestidos mini se alargaron hacia las rodillas, perdió el volumen de su cabello enrulado, suavizó sus travesías y sus tramas se volvieron domésticas.

El caos divertido y atrevido que la caracterizaba se esfumó, al igual que sus cómplices de aventuras: Koko fue reemplazado por un inventor malhumorado y Bimbo por Pudgy, su cachorro.

En 1939, el estudio cerró su producción y Betty Boop quedó inactiva por años. Años más tarde, en 1955, sus cortos se vendieron a la televisión, pero las nuevas tendencias de animación a color complicaron su vuelta a la pantalla. En los 70, enviaron el material a Corea del Sur para añadirle color, pero quedó tan mal que no pudieron venderlo.

Luego se creó una nueva recopilación de cortos para “Betty Boop for president”, y recién en los 90 volvió a generar visibilidad gracias a American Movie Classics, que lanzó colecciones en VHS.

Desde entonces, no hubo nuevo material animado, pero sí cientos de apariciones en obras de teatro, referencias en Cuphead, animés -como Porco Rosso- y videojuegos -como Splantoon y Bendy-.

Betty Boop trasciende generaciones

El estilo de Betty Boop no dejó de actualizarse. Hoy en día viste jeans y camisa; así y en sus mil versiones se la puede encontrar en una cantidad infinita de piezas de merchandising: desde colecciones de maquillaje hasta decoraciones para el hogar.

La primera animación reconocida como ícono femenino sigue vigente pese a haber tenido una carrera breve, intensa y llena de transformaciones.

Betty Boop no representa únicamente a un dibujo animado, es un personaje que pasó por controversias, reinvenciones, censura y, sobre todo, representó el rol de la mujer en una sociedad patriarcal pero aún así logro sobrevivir por un siglo como símbolo cultural.

Fuente: www.clarin.com

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