Wicked: Por siempre es mejor en cine que en el teatro, con nuevas canciones para Ariana Grande y Cynthia Erivo

Antes de hablar de Wicked: Por siempre convengamos que no es lo mismo ver los dos actos de un musical en un teatro, con un intervalo de 15 minutos entre uno y otro, que ver esos dos actos -y el segundo con más canciones y escenas- en cine y con un año entre una película y otra.

Ahora hablemos de Wicked: Por siempre, que es precisamente el segundo acto de la obra musical, que retoma allí donde la Bruja Mala del Oeste cantaba Defying Gravity, no por nada considerada una de las mejores canciones de la historia del género, y ésa que probablemente usted haya escuchado aunque no haya visto Wicked.

Cynthia Erivo, la Bruja Mala del Oeste: su personaje creció. Fotos Universal/UIPCynthia Erivo, la Bruja Mala del Oeste: su personaje creció. Fotos Universal/UIP

Cómo remontar el final de la primera “Wicked”

Allí radicaba el “problema” de Wicked, el musical entero: el primer acto terminaba tan arriba que el segundo acto, no solo por esto, bajaba considerable el nivel de adrenalina.

El director Jon M. Chu hizo cirugía, no magia ni un hechizo, y al mismo momento en que con Stephen Schwartz, autor del musical, decidieron que Wicked serían dos películas, expandió la segunda (en el teatro el segundo acto ronda la hora; la película dura el doble), no solo agregando dos canciones, una para lucimiento de Cynthia Erivo (No Place Like Home, las mismas palabras que decía Dorothy en El Mago de Oz) y otra para el de Ariana Grande (The Girl in the Bubble) y para que alguna, o las dos canciones, puedan competir por el Oscar a la mejor canción original.

Ariana Grande, como Glinda, la Buena: la artista lo da todo.Ariana Grande, como Glinda, la Buena: la artista lo da todo.

No. Ahora la relación entre Elphaba o la Bruja Mala del Oeste, y Galinda o Glinda, la Buena, se expande, inclusive pese a que una película y otra pueden entenderse como independientes.

Bueno, el que no vio Wicked: Parte 1 se va a preguntar un par de cuestiones.

Al final de la primera, Elphaba (Erivo) era exiliada de Oz, luego de desenmascarar el fraude que era el Mago (Jeff Goldblum). Glinda (Grande) se quedaba allí, en la Ciudad Esmeralda, a la que en la primera escena de Wicked: Por siempre le están construyendo el icónico y famoso camino amarillo para llegar hasta allí.

El farsante Mago de Oz y la Bruja Mala del Oeste: verás que todo es mentira.El farsante Mago de Oz y la Bruja Mala del Oeste: verás que todo es mentira.

Con “El Mago de Oz” en la mira

Hay en esta segunda película mucha más referencias, enlaces y explicaciones con El Mago de Oz, la película de 1939 con Judy Garland que nadie parece recordar que pese a las buenas críticas, en su estreno fue un fracaso comercial, luego revertido con los reestrenos y sus pasadas por la televisión.

Obvio que la versión revisionista que es Wicked va a dejar a los amantes que recuerdan El Mago de Oz con ojos de niños, no tanto confundidos como sí probablemente ofuscados, si son tremendamente puristas. Todo tiene su origen: la llegada de la niña campesina de Kansas, pasando por el Hombre de hojalata al León temeroso, lo mismo que la vuelta de tuerca del Espantapájaros, o los zapatitos color rubí.

Y quienes vieron el musical también notarán cambios sustanciales, más que nada en la hermana paralítica de Elphaba.

Qué imagen. El Hombre de Hojalata, Dorothy, el León y el Espantapájaros, ante Oz.Qué imagen. El Hombre de Hojalata, Dorothy, el León y el Espantapájaros, ante Oz.

Un cuento de hadas, distinto

Wicked termina siendo como un cuento de hadas, que no es de Disney, pero le pasa raspando, sobre tres mujeres enamoradas a las que, a dos el amor no les es correspondido, aunque haya bajadas de línea que, hoy, pueden parecer muy ligadas al presente político.

“La gente tiene la cabeza hueca y cree cualquier cosa”, dice un enamorado Fiyero (Jonathan Bailey). Mucho más sutil y poética es Glinda (“Cumplir tus sueños es complicado, hay un precio que pagar”), o cuando canta aquello de que “La felicidad es lo que sucede cuando tus sueños se hacen realidad”.

En Wicked: Por siempre se ve la redención de Glinda, un personaje de bordes como movedizos, que nunca sabemos si es buena, ingenua o si hace las cosas malas sólo por resentimiento, y a la que Ariana Grande le entrega absolutamente todo. Canta como nunca, tiene más de un momento para lucirse también como intérprete, vestida de rosa, de novia, con pestañas enormes y la voz privilegiada.

Ariana Grande y Cynthia Erivo se pelean el protagonismo del filme: un glamoroso empate.Ariana Grande y Cynthia Erivo se pelean el protagonismo del filme: un glamoroso empate.

Claro que le pelea el protagonismo a Cynthia Erivo, que también ha ganado y potenciado a su personaje luego de una Primera parte en la que se forja su amistad. Aquí se afianza -hay una imagen de ambas, separadas por una puerta que bien podría alcanzarle a la película ser nominada al Oscar- y los últimos quince minutos son lo mejor del filme.

Los efectos visuales del argentino Pablo Helman también probablemente lo acerquen a una quinta candidatura personal al premio de la Academia. El diseño de producción, el vestuario, la fotografía, el sonido, todo está impecable en esta Wicked que sino llega a los puntos álgidos, culminantes de la primera está mejor que el segundo acto del musical en el teatro.

“Wicked: Por siempre”

Musical. Estados Unidos, 2025. 137′, ATP. De: Jon M. Chu. Con: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jeff Goldblum, Michelle Yeoh, Jonathan Bailey. Salas: IMAX, Cinemark Palermo, Hoyts Abasto y Unicenter, Cinépolis Recoleta, Avellaneda y Houssay, Showcase Haedo, Belgrano y Quilmes.

Fuente: www.clarin.com

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