Las últimas canciones de Chris Cornell: Soundgarden revela detalles del álbum final y posible tour

Han pasado ocho años desde aquella noche de mayo de 2017 en Detroit. Ocho años desde que Chris Cornell colgó el micrófono por última vez, sin saber que era la última vez. Ocho años en los que Kim Thayil, Matt Cameron y Ben Shepherd han tenido que aprender a respirar sin él, a existir como músicos en un mundo donde Soundgarden ya no podía existir. Hasta ahora.

El 8 de noviembre pasado, en Cleveland, algo imposible sucedió: Soundgarden volvió a tocar. No como lo recordábamos, porque eso sería una blasfemia. Pero tocaron. Y por unos minutos, en ese escenario del Rock & Roll Hall of Fame, con Taylor Momsen desgarrando “Rusty Cage” y Brandi Carlile quebrándose en “Black Hole Sun”, los que estuvieron allí y aquellos que lo vimos a través de una pantalla con los ojos húmedos, entendimos que la banda nunca se había ido realmente. Solo estaba esperando el momento correcto para volver.

Jim Carrey fue quien los indujo al salón de la fama, y su discurso no fue la típica pompa ceremonial que esperás de estos eventos. Carrey habló como lo que es: un fan que un día tuvo el privilegio de estar del otro lado. Recordó 1996, su debut en Saturday Night Live, cuando exigió que Soundgarden fuera la banda invitada. “Se lanzaron a la oscura y épica belleza de ‘Pretty Noose'”, dijo. “Me paré justo en frente de ellos, dejando que las olas de electricidad me bañaran, como un bautismo auditivo. Me sumergieron y cuando salí, era libre”.

Esa noche, Cornell le regaló la Telecaster con la que había tocado, firmada por toda la banda. “Una de mis posesiones más preciadas”, admitió Carrey décadas después, porque todos los que aman a Soundgarden saben que no hay reliquia más sagrada que un pedazo de esa época, cuando el grunge todavía era visceral y honesto, antes de que se convirtiera en nostalgia empaquetada.

Pero el verdadero golpe emocional llegó cuando Toni Cornell de 21 años, subió al escenario con Nancy Wilson para interpretar “Fell on Black Days”. No había forma de salir ileso de ese momento. Ver a la hija de Chris cantar las palabras que su padre escribió tres décadas atrás, acompañada por otra leyenda de Seattle, fue un recordatorio brutal de que el grunge nunca trató sobre la fama o los discos de platino. Siempre fue sobre esto: dolor transmutado en arte, vulnerabilidad convertida en poder, la certeza de que las canciones sobreviven cuando todo lo demás se desmorona.

Las canciones que casi nunca vimos: dentro del último álbum de Soundgarden

La historia de este disco es tan complicada como todo lo que rodea al final de Soundgarden. En 2016, la banda estaba en el estudio trabajando en material nuevo. Cornell ya había grabado voces, Thayil estaba construyendo riffs, Cameron martillando la batería con esa precisión quirúrgica que lo caracteriza. Todo iba bien. Demasiado bien, quizás. Entonces vino lo que siempre venía: la presión de salir de gira, de tocar los hits, de ser la máquina de nostalgia que el negocio necesitaba que fueran.

“Estaba tan enojado cuando nos dijeron que teníamos que parar para salir de gira”, admitió Ben Shepherd en una entrevista con Bass Magazine este 2025. “No tenía ningún sentido”. Querían terminar el disco. Querían usar el momentum creativo. Pero las giras ya estaban planeadas, los boletos vendidos, el circo en marcha. Así que dejaron las canciones a medias y se subieron al bus. Nunca volvieron a ese estudio los cuatro juntos.

Chris Cornell de Soundgarden durante un concierto en Toronto el 2 de julio de 2011. Foto: REUTERS/Mark BlinchChris Cornell de Soundgarden durante un concierto en Toronto el 2 de julio de 2011. Foto: REUTERS/Mark Blinch

Después vinieron los años oscuros. La muerte de Cornell en mayo de 2017. El duelo. Las batallas legales por las cintas maestras que se extendieron durante años, con Vicky Cornell de un lado y la banda del otro, todos reclamando el derecho a terminar lo que Chris había empezado. Fueron años de silencio, de canciones atrapadas en el limbo legal, de fans resignados a nunca escuchar ese material.

Pero ahora, finalmente, están de vuelta en el estudio. Con Terry Date -el productor que ayudó a forjar el sonido de Soundgarden en sus días de gloria- al frente de la consola, Thayil, Cameron y Shepherd están completando lo que comenzaron hace casi una década. Y lo están haciendo alrededor de algo sagrado: las últimas grabaciones vocales de Chris Cornell.

“Estamos tomando estas ideas que escribimos con él y finalmente las estamos grabando y completándolas”, explicó Shepherd. “Estas canciones ya están establecidas porque tenemos las pistas vocales de Chris. Solo estamos llenando todo alrededor de ellas. Incluso sus voces de prueba son lo suficientemente buenas como para hacer un álbum; su voz siempre fue extraordinaria“.

Los miembros de Soundgarden, de izquierda a derecha: Kim Thayil, Matt Cameron, Chris Cornell y Ben Shepherd, aparecen en la presentación del iTunes Festival durante el Festival de Música SXSW en Austin, Texas, el 13 de marzo de 2014. Foto: Jack Plunkett/Invision/AP)Los miembros de Soundgarden, de izquierda a derecha: Kim Thayil, Matt Cameron, Chris Cornell y Ben Shepherd, aparecen en la presentación del iTunes Festival durante el Festival de Música SXSW en Austin, Texas, el 13 de marzo de 2014. Foto: Jack Plunkett/Invision/AP)

El proceso es agridulce. Hace unas semanas, Shepherd entró al estudio por primera vez para grabar bajo. Salió de la sala de control para dejar su café y escuchó la reproducción de una de las canciones. Se detuvo en seco. “Pensé: ‘Dios mío, qué bueno es escuchar a Soundgarden de nuevo’. Pasó de ser tomas ásperas e ideas dispersas a que de repente las guitarras de Kim estaban ahí con la batería de Matt, las voces de Chris y mis nuevas líneas de bajo. Era Soundgarden. Fue una sensación tan genial”.

Pero también dolorosa. “Terminar este álbum me hace extrañar más a Chris”, confesó Shepherd. Y luego agregó algo que destroza: “El otro día me di cuenta en un nivel más profundo: en el minuto en que terminemos este disco y toque mi última nota, ¿Significa eso que nunca vamos a hacerlo de nuevo? ¿Qué significa esto? Sin Chris no somos Soundgarden. Quién sabe, tal vez -egoístamente- sigamos grabando el disco para poder seguir trabajando en él y preservar el momento en el tiempo”.

Las canciones prometen ser clásicas de Soundgarden en toda su complejidad retorcida. Shepherd describió una de las pistas como “poderosa”, término que él y Thayil reservan para los temas que realmente golpean. Se ampolló las manos tocándola. “Gracias, Cornell”, bromeó, reconociendo que Chris y Kim siempre escribían riffs imposibles que había que clavar sí o sí.

Chris Cornell, de Soundgarden, actuó durante un recital en el teatro Wiltern de Los Ángeles. Foto: Chris Pizzello/Invision/APChris Cornell, de Soundgarden, actuó durante un recital en el teatro Wiltern de Los Ángeles. Foto: Chris Pizzello/Invision/AP

Otra canción tiene una firma de tiempo complicada, porque Soundgarden nunca hizo las cosas fáciles. “Es una pista más relajada, no algo potente. Es realmente melódica y psicodélica”, describió Shepherd. “Matt me mostró que hay un pequeño golpe metido ahí que hace que el timing sea complicado. Una vez que me lo mostró, tuvo sentido”.

La batería de Cameron ya está lista. Thayil y Shepherd se alternan en el estudio, grabando sus partes, llenando los espacios que Cornell dejó marcados con su voz. Es un trabajo de restauración, de arqueología emocional, de completar un testamento musical que nunca debió quedar inconcluso.

¿Cuándo sale el nuevo álbum de Soundgarden?

¿Cuándo sale el nuevo álbum de Soundgarden? Esa es la pregunta que todos nos estamos haciendo y que -honestamente- nadie tiene respuesta. No hay fecha de lanzamiento. No hay cronograma. No hay ejecutivos de sello presionando con deadlines. Y tal vez eso sea lo mejor que le podía pasar a este disco.

Obviamente sería inteligente sacar esto en noviembre, entrando en la ceremonia del Rock and Roll Hall of Fame, como un regalo para los fans”, dijo Shepherd. “Pero nada está grabado en piedra. Ha tomado todo este tiempo llegar a este punto, pero sentimos la necesidad de sacar esto para los fans“.

Kim Thayil, y Chris Cornell de Soundgarden durante Lollapalooza Chile 2014. Foto: EFE/Mario RuizKim Thayil, y Chris Cornell de Soundgarden durante Lollapalooza Chile 2014. Foto: EFE/Mario Ruiz

La decisión de no poner una fecha límite es deliberada. Después de años de batallas legales solo para poder acceder a las cintas, después de todo el dolor y la mierda burocrática, lo último que quieren es apresurarse. “Es inteligente no tener una fecha límite”, agregó Shepherd. “Todos los asuntos de adultos ocurren cuando terminemos de mezclar, y eso incluye si vamos a tocarlo en vivo o no”.

Esta es la última vez que van a hacer esto. El último disco de Soundgarden con Chris Cornell. No hay presión más grande que esa, y ellos lo saben. Así que se están tomando el tiempo que necesitan, trabajando a su ritmo, asegurándose de que cada nota, cada riff de guitarra, cada golpe de batería y cada línea de bajo esté exactamente donde tiene que estar.

Si tuviéramos que apostar, 2026 parece lo más probable. Pero con Soundgarden nunca se sabe. Esta es la misma banda que desapareció durante más de 10 años entre Down on the Upside y King Animal. El tiempo funciona diferente para ellos.

El tour que nadie esperaba (y que tal vez nunca pase)

Acá es donde la cosa se pone complicada, porque estamos hablando de algo que va más allá de la música. Estamos hablando de si Soundgarden puede -o debe- existir sin Chris Cornell.

Durante una entrevista con The Seattle Times antes de la ceremonia del Rock & Roll Hall of Fame, Matt Cameron dejó la puerta entreabierta: “Realmente no hemos llegado a ese punto todavía. Solo estamos tratando de armar la música. Pero creo que podría haber algunas situaciones donde sería realmente genial hacer eso”. Y luego soltó la bomba: “Es solo cuestión de juntar a las personas correctas y tenemos algunas personas increíbles con las que hemos estado trabajando, algunos cantantes que han expresado interés. Estamos realmente emocionados sobre cómo podría lucir potencialmente eso”.

Chris Cornell, de Soundgarden, canta en el Teatro Wiltern el 16 de febrero de 2013 en Los Ángeles, California. Kevin Winter/AFPChris Cornell, de Soundgarden, canta en el Teatro Wiltern el 16 de febrero de 2013 en Los Ángeles, California. Kevin Winter/AFP

La banda ya viene probando las aguas. En diciembre de 2024 tocaron bajo el anagrama “Nudedragons” (¿lo pillaste?) con Shaina Shepherd, una cantante de Seattle, en un show benéfico. También han compartido escenario con Taylor Momsen, quien ya los había acompañado en el tributo a Taylor Hawkins en 2022 y -ahora- en el Salón de la Fama del Rock & Roll. y con Brandi Carlile. Cada vez que tocan, la química está ahí. La potencia está ahí. Pero falta algo irreemplazable.

Ben Shepherd fue el más honesto sobre el tema: “Eso es pura diversión. Solo me estoy enfocando en el estudio ahora mismo, pero resolveremos cualquier plan futuro después de eso. Ha habido conversaciones, pero nada ha resultado todavía. Solo queremos terminar este álbum correctamente y hacerle justicia“. Y luego agregó lo que todos pensamos: “Sin Chris no somos Soundgarden”.

Ahí está el problema. Chris Cornell no era solo la voz de Soundgarden, era el alma de la banda. Cuatro octavas de rango vocal, una presencia escénica que podía llenar estadios sin esfuerzo, letras que oscilaban entre lo visceral y lo poético. No hay forma de reemplazar eso. Ni siquiera intentarlo.

Pero Alice in Chains lo hizo con William DuVall después de Layne Staley. Linkin Park lo hizo con Emily Armstrong después de Chester Bennington. AC/DC siguió después de Bon Scott. La historia del rock está llena de bandas que encontraron formas de continuar honrando el legado sin pretender reemplazar lo irremplazable.

¿Podría funcionar con Taylor Momsen? Tiene la potencia, la actitud, y ya demostró que puede manejar el repertorio de Soundgarden. ¿Shaina Shepherd? Es de Seattle, entiende de dónde viene esta música. ¿Alguien completamente diferente? Cameron no dio nombres, pero dejó claro que hay opciones y que están “realmente emocionados” con las posibilidades.

Lo que es seguro es que cualquier decisión sobre una gira vendrá después de que el álbum esté terminado y lanzado. La prioridad ahora es cerrar ese capítulo, terminar lo que empezaron con Chris. Todo lo demás -si es que hay algo más- viene después.

Por ahora, tenemos la certeza de que habrá un último disco. Un último pedazo de Soundgarden con la voz de Cornell. Eso ya es más de lo que muchos pensamos que tendríamos. Y si algún día deciden salir de gira, será porque encontraron la forma de hacerlo sin traicionar lo que fueron. Porque si algo nos enseñó el grunge, es que la autenticidad importa más que cualquier otra cosa. Incluso -especialmente- cuando todo lo demás se ha ido al averno.



Fuente: www.clarin.com

Artículos Relacionados

Volver al botón superior