“Barbies humanas”: la sexualización y los peligros de las modelos que “quieren ser muñecas”

En la primera semana de noviembre se conoció el fallecimiento de la influencer brasilera Bárbara Jankavski, conocida como la “Barbie humana”. Perdió la vida en la casa del abogado Renato Campos Pinto de Vitto, quien la había contratado para “servicios sexuales” en su departamento de San Pablo.

Lo que ocurrió aun está siendo investigado por la policía, que registró el caso como una “muerte sospechosa”. Él está vivo, ella está muerta.

Muñeca inhumana” se titula el perfil de las redes de la joven de 31 años. ¿Una burla a sí misma de la cosificación? ¿Un deseo genuino? Lo que es seguro es que se sometió a 27 cirugías plásticas para parecerse a una Barbie.

A continuación, algunos casos de influencers que quieren ser una “muñeca” y sus razones para tal cambio. Algo que pareciera seguir una moda o aspectos superficiales, pero que en el fondo oculta historias de dolor y búsquedas personales.

Valeria, la “Barbie” de carne y hueso que quiere compartir amor

La muñeca Barbie, creada por la empresaria estadounidense Ruth Handler, se llamó así en honor a su hija Bárbara. Nació en un contexto en el que las niñas jugaban solamente con bebés artificiales a los que debían cuidar. Y Handler se propuso que las pequeñas pudieran entretenerse con algo distinto.

Pero este esparcimiento se convirtió en algo diferente para algunas de ellas al convertirse en adultas. Parecerse al famoso juguete les dio suma popularidad, como en el caso de Valeria Lukyanova.

Cantante y seguidora del esoterismo, Valeria lleva varios años como personalidad de Internet luego de haber ganado en 2007 el certamen Miss Diamond Crown of the World. Dice haberse hecho solamente una operación de pecho. Además, antes que ser conocida como Barbie, como la bautizó su público occidental, prefiere el nombre Amatue.

Lukyanova tiene fuertes creencias místicas. Foto ArchivoLukyanova tiene fuertes creencias místicas. Foto Archivo

El motivo que la llevó a elegir esa forma de llamarse es tan poco convencional como la historia que creó de sí misma: lo escuchó en uno de sus sueños.

Valeria afirma poder recordar sus “vidas pasadas”, habiendo transcurrido una de ellas en las pirámides de Egipto. La forma en que dice lograr esas visualizaciones es a través de la meditación.

La esbelta mujer, que llegó a ser convocada para protagonizar una película en Estados Unidos, reconoció “matarse de hambre” y hacer una dieta líquida. De todas maneras, destacó en varias oportunidades que “la verdadera belleza es interior”.

Esto adquiere mayor sentido en su cosmovisión de la vida, en la que tiene como objetivo que el sol sea “su única fuente de energía”. Incluso sentenció sin ruborizarse que realiza viajes a través del espacio, “abandonando” el cuerpo físico.

“Muchas personas creen que lo único que hace falta para tener éxito es belleza, pero es mentira. Sólo el trabajo espiritual puede dar resultados tangibles”, aseguró en sintonía con la importancia que le da a los asuntos cósmicos.

Su mensaje, a pesar de estar repleto de asuntos meta científicos, no deja de expresar positividad: “Quiero comunicar amor”, dijo en una entrevista con la periodista Daniela Ganoza.

¿Una reivindicación social o una cuestión sexual?

Por más voluntad de amor que haya, este tema parece no escapar a la perversión. Es que la sexualización de “Barbie” está en su origen. Este tuvo lugar en Suiza, país que la fundadora de la empresa estadounidense Mattel eligió para pasar unas vacaciones con su hija en 1956.

La creadora de Barbie se inspiró en una muñeca alemana que aparecía en caricaturas para adultos. Foto: ArchivoLa creadora de Barbie se inspiró en una muñeca alemana que aparecía en caricaturas para adultos. Foto: Archivo

Allí descubrió a Lilly Bild, una muñeca para adultos que había nacido como una caricatura publicada en un diario alemán al que le debe la segunda parte de su nombre. A partir del personaje del caricaturista Reinhard Beuthien, el fabricante de juguetes alemán O&M Hausser la empezó a producir en masa entre 1955 y 1964.

“Era una caricatura pornográfica, dijo M.G. Lord, autora de una biografía no autorizada de la muñeca, a Washington Post.

Más de medio siglo después, la polémica y la perversión siguen presente. En las últimas semanas se suspendió temporalmente la apertura de una tienda del gigante de la moda rápida Shein en París, por la venta online de muñecas sexuales con el cuerpo y rasgos de una niña.

Algo más que un vestido: una “nueva alma” para una argentina

Pero lejos de este condenable costado están el fanatismo y el cariño por un juguete que fue parte de millones de infancias. Más cerca de la Tierra que Lukyanova, Marcela Iglesias sí tuvo como horizonte a la muñeca rosa. Siendo una decisión “personal”, hace más de 20 años que se viste como Barbie, a quien pondera sin pudor.

“Todo es posible”, dice el lema de la marca. Y así lo cree la argentina que vive en California, Estados Unidos, junto a su pareja Steven, que se transformó en “Ken”. A diferencia de ella, él se sometió a varios procedimientos estéticos.

La argentina Marcela Iglesias está casada con un hombre que quiere lucirse como "Ken". Foto ArchivoLa argentina Marcela Iglesias está casada con un hombre que quiere lucirse como “Ken”. Foto Archivo

Sin tanta profundización mística, Iglesias no deja de usar terminología similar: encontró “su alma” en aquella figura de plástico, de la que quedó fascinada por su estética.

No cuenta con cirugías –se colocó bótox y rellenos labiales- y usa pelucas, lentes de contacto y pestañas postizas para imitar el largo pelo rubio lacio y ojos claros de su “ídola”.

Los agregados que la demoran 40 minutos para obtener su look son el maquillaje y la vestimenta. En lo que respecta a su cuerpo, “trabaja duro” en el gimnasio.

La transición de Ken a Barbie que atravesó el dolor

Quien sí se sometió a numerosas cirugías fue Jessica Alvez, la modelo brasilera que antes de realizar su transición de género buscó ser como “Ken”.

Rodrigo Alvez tuvo más de un centenar de intervenciones quirúrgicas. Foto ArchivoRodrigo Alvez tuvo más de un centenar de intervenciones quirúrgicas. Foto Archivo

No se sintió feliz con los “estándares sociales masculinos” y luego de más de un millón de euros dedicados a intervenciones quirúrgicas dejó de llamarse Rodrigo y se convirtió en otra “Barbie humana”.

“Recibí mucho bullying en la escuela, contó en el programa televisivo La Mesa Caliente. Aun así mantiene un motivado ímpetu desde su Instagram: “Llegará un momento en el que creerás que todo ha terminado. Sin embargo, ese será el comienzo”, dijo con esperanza a sus seguidores.

En cada uno de los casos contados, los comienzos fueron a raíz de un personaje ficticio. Personaje que tuvo a una Bárbara real, la niña que fue la fuerza motriz para impulsar a su creadora. Y bastante tiempo después a otra persona llamada con el mismo nombre pero que terminó muerta en extrañas circunstancias.

La inocencia, entre adultos, no siempre corre con la misma suerte. Y lo rosa, o lo ficticio, ayuda a alejarse un poco de la cruda realidad.

Fuente: www.clarin.com

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