Unas vacaciones terminaron en tragedia: padre e hijo murieron tras ser atacados por avispas gigantes


Daniel Owen, un profesor estadounidense de 47 años, y su hijo Cooper, de 15, murieron tras ser picados por cientos de avispas gigantes asiáticas mientras practicaban tirolesa en un complejo de ecoturismo cerca de la ciudad de Luang Prabang, Laos.
La tragedia ocurrió el 15 de octubre mientras padre e hijo luchaban por descender de un árbol junto a su guía. Un enjambre de lo que parecían ser avispas gigantes asiáticas los atacó, informó el medio británico The Times.
Según Phanomsay Phakan, médico de la Clínica Phakan Arocavet donde fueron llevados por primera vez, los cuerpos de las víctimas estaban “cubiertos de manchas rojas”.
El doctor indicó que padecieron “muchas picaduras, más de 100, en todo el cuerpo”, calificando la situación de “muy, muy dolorosa” y peligrosa, ya que -según dijo- “nunca había visto un caso tan grave”.
A pesar de la gravedad, el padre y el hijo estaban conscientes al llegar a la clínica y no mostraron síntomas de shock anafiláctico, la reacción alérgica que puede ser mortal por picaduras de abejas, avispas u otros himenópteros. Fueron trasladados menos de una hora después al Hospital de Luang Prabang.
Aunque las picaduras leves son comunes en Laos, el doctor Phakan subrayó que las muertes son raras. Ian Campbell, portavoz de la Asociación Británica de Apicultores, señaló que las avispas pueden picar varias veces, y si un nido es perturbado, lo defienden “vigorosa y enérgicamente”.
La avispa gigante asiática es la más grande del mundo. Es originaria de zonas tropicales del este y sur de Asia, del sudeste asiático continental y de algunas zonas del Lejano Oriente ruso. En los últimos años, se ha expandido a varios países de Europa occidental, incluido el Reino Unido.
Se le atribuyen decenas de muertes cada año debido a la potencia de su aguijón de 6 milímetros, con el que inyecta un veneno altamente tóxico llamado mastoparan-M, una sustancia común en el veneno de las avispas, pero especialmente letal en esta especie.
Daniel Owen, originario de Idaho, Estados Unidos, murió justo antes de cumplir 47 años. Dedicó 18 años a QSI International School, donde se desempeñaba como director en Haiphong, al norte de Vietnam. “Nuestro más sincero pésame a la familia Owen y a todos los que los conocían y querían”, escribió la institución en su página de Facebook.
Green Jungle Park -el parque de aventura y campamento con actividades ecoturísticas donde ocurrió el hecho- expresó sus “más sentidas condolencias” a la familia y amigos de Daniel y Cooper Owen. A través de un comunicado, difundido por People, aseguraron que su muerte afectó “profundamente a todos” en la comunidad del parque.
“Desde el momento en que ocurrió el incidente, nuestros propietarios y personal cooperaron plenamente con las autoridades locales, la Embajada de los Estados Unidos y la familia en duelo para brindar todo el apoyo posible”, agregaron.
El parque aseguró que tras el incidente llevaron a cabo una revisión de sus procedimientos para mejorar sus protocolos de respuestas “incluido el proceso de evacuación del circuito de tirolesa”.
“Este evento no tiene precedentes en nuestra experiencia y, según entendemos, tampoco en Luang Prabang. Fue un suceso natural imprevisible y extraordinario. Mantenemos nuestro compromiso con los más altos estándares de profesionalismo y responsabilidad hacia todos los que nos visitan”, remarcaron.
Fuente: www.clarin.com



