Silvia Kutika: “Me encanta tratar de dejar algo luminoso”

Silvia Kutika es de esa gente que sonríe con los ojos. Habla suave pero contundente. Aunque jura que no tiene confianza en sí misma, tuvo la valentía para dejarse llevar por la vida, y en ese transcurrir, ser quién es: a los 17, quería estudiar Biología pero terminó haciéndole caso a su padre, posó para un fotógrafo, la convirtieron en primera princesa Miss 7 Días y al poco tiempo llegó a “Calabromas” y a filmar con Renán. El resto es historia conocida.
De gira por distintas ciudades de la Argentina con “Al fin y al cabo es mi vida” y preparando “El cuarto de Verónica” para la temporada en Carlos Paz, describe que cada vez que sale a escena es como magia, un ritual en el que la energía va y viene. “¿Qué me pasa en el escenario? Es una sensación amorosa, es darle de comer al alma. Si puedo despertar una sonrisa, si puedo encender la mirada de alguien, ya es maravilloso. Vale la pena”.
Noticias: ¿Podríamos decir que de algún modo “Al fin y al cabo es mi vida” habla de hacerse cargo?
Silvia Kutika: Sí, de un personaje que lo que pide es que se respete su derecho a decidir sobre su cuerpo, sobre su vida, sobre su muerte. Está viviendo un momento que ella siente que no es una vida digna.
Noticias: Esa palabra parece clave, ¿no?
Kutika: Claro, es una escultora que ha sido absolutamente libre, imaginativa, fantasiosa y en este momento su cuerpo no le responde. Su cabeza se transforma también en su enemiga, porque esa imaginación que ella deja volar todo el tiempo, en algún momento se tiene que plasmar y es ahí donde ella choca, donde tiene esa pared, esa imposibilidad.
Noticias: ¿Qué pasa con los espectadores que atravesaron algo similar con alguien querido?
Kutika: Se acercan hasta como pidiendo disculpas, tengo la sensación, como con alguna sensación de culpa. Espero que después de ver la obra, se vayan más livianos. Porque creo que tomar una decisión así implica un acto amoroso. Uno deja el egoísmo de lado de tener a esa persona querida a costa de lo que sea. Yo viví una situación bastante parecida con mi vieja.
Noticias: ¿Cómo fue?
Kutika: Ella toda la vida nos dijo a mi hermano y a mí que no quería ser una carga, que cuando ya no hay nada más que hacer, no hay nada más que hacer; listo, suave. Y a los 84, le detectaron una leucemia galopante. Nos dijeron que no tenía más de tres meses de vida y nos preguntaron si la queríamos dejar internada o llevarla a casa y decidimos traerla a casa. Creo que fue la mejor decisión. Aunque uno dice “quisiera que le hagan más cosas”, porque también se me cruzó que no podía ser, que todo era un mal chiste…
Noticias: Aparece la negación porque ahí está el punto: ¿cómo saber que no hay nada más que hacer?
Kutika: Claro, ese “no hay nada más que hacer”… Se murió en casa, al mes. Yo me desperté y le dije a Pipo (Luis Luque): “Mamá se murió”, y bajé corriendo y había muerto. Y (con la obra) pasa eso, por ahí la gente se te acerca con eso de “habré hecho bien, en vez de probar más cosas”. Pero yo sentí que ella se había ido tranquila, de una manera amorosa, rodeada por todos sus afectos. Creo que es la mejor manera.
Noticias: Hace pocos días Uruguay sancionó la ley de Muerte Digna. ¿Cómo le repercute? ¿Gente que trabaja por la causa en Argentina se puso en contacto con ustedes?
Kutika: Sé que el papá de Mirta Wons (parte del elenco) fue un médico que trabajó mucho sobre la muerte digna y después le tocó ser paciente oncológico. El tema es que no te sigan haciendo tratamientos invasivos para prolongar algo que ya está decidido. Después nos han llamado para llevar la obra a Uruguay.
Noticias: ¿A partir de la ley?
Kutika: Sí, a partir de la ley. Y tenemos muchas ganas. El tema es cómo se implementa porque llevar la obra no es tan sencillo, somos un montón de actores. Pero nos encantaría.
Noticias: En algún momento de su carrera quiso abrirse a otros personajes y desafíos. Kutika: Sí, es genial. Tanto le pedí al universo, o no sé si es pedirle al universo o decir “qué ganas de cambiar un poco el rumbo, qué ganas”. Porque me encasillaban mucho en determinados roles. Me decían que me elegían para personajes de buena y en un momento quise hacer otra cosa, porque hay personajes que son maravillosos para investigar, para crecer porque sentía que me limitaba y me quedaba ahí en un lugar que yo no quería estar.
Noticias: Inmóvil.
Kutika: ¡Inmóvil, mirá!
Noticias: Es es el tema, ¿no? Al quedarse fijo en un lugar, la vida se detiene.
Kutika: Claro, aunque nos dé miedo, aunque no estemos muy cómodos. Entonces tenía ganas de que me propusieran cosas en las que no estuviera cómoda, que no supiera cómo resolverlas, que me parece que es fantástico, cómo ir buceando en esas luces y sombras, esas oscuridades que están en un personaje.
Noticias: Pareciera que se fue dejando llevar pero dice que le falta confianza en sí misma. ¿Cómo lo hizo entonces, de qué se agarró?
Kutika: Es que soy una persona que puede estar llena de dudas, de miedos y, sin embargo, sigo adelante, no me para nada, nada me detiene. Ante los desafíos, yo voy. La actuación era un desafío, algo que no estaba pensado y dije: “A ver esto de qué se trata. Si la vida pone esto, será porque yo tengo que seguir por acá, reaccionar ante esto y fortalecerme también es esto”. Ante la poca confianza, ante la timidez, ante los temores, seguí adelante, dije “esto no me va a vencer. Yo voy a superarlo y voy a ver qué sigue en este camino”.
Noticias: O sea que la búsqueda y la exploración se impuso a la falta de confianza en sí misma y la timidez.
Kutika: Sí, que es más fuerte que todo eso. Fue también un poco de educación. En mi casa eran muy exigentes con nosotros. Era esto de hacer con excelencia, no podías tener un 7, tenías que tener un 9.80 o un 10.
Noticias: ¿Todavía siente que tiene ese chip puesto o lo pudo desmontar?
Kutika: Todavía lo tengo, está ahí, nunca es suficiente, nunca alcanza.
Noticias: Podría haber pasado que toda esa exigencia la hubiera llevado a ser más dura y rígida y, sin embargo, pareciera que fue muy plástica. ¡De hecho las artes plásticas son una de sus artes!
Kutika: Claro, hago pintura y hago escultura, y ahí se nota eso por ahí difícil, porque no son cosas muy luminosas. Creo que ahí dejo a la verdadera Silvia, con esas oscuridades que aparecen, esas pinceladas que son un poco duras. En algún lado lo tengo que sacar. Siempre también fui muy respetuosa: si yo tengo oscuridades, puedo sacarlas a través de ficciones, no llevarlas a la vida real, es como que necesito sacarlo por algún lugar donde no vaya a lastimar a nadie.
Noticias: En esa misma línea, comparte en sus redes sociales mensajes positivos, constructivos y empáticos, como “Donde te encontrás hoy es donde tenés que estar, confiá, todos los sitios son parte del viaje”.
Kutika: Sí, es que creo que estamos tan duros, tan poco empáticos, tan egoístas, que a mí me encanta tratar de dejar algo luminoso, algo que ayude.
Noticias: Tiene 69, ¿se lo puede creer?
Kutika: Ahora que tengo ciática, sí (risas). Me pasaba lo mismo con mi vieja. Yo la escuchaba y decía qué genia, porque decía “en algún lugar del cuerpo se nota, pero en mi corazón yo tengo 30”. Vos la veías, ¡y el espíritu! Hay gente que es joven y tiene un espíritu viejo, que está descreído, que tiene una mirada que no es luminosa.
Noticias: ¿Cuáles son sus herramientas para renovar el entusiasmo, la confianza con la vida?
Kutika: Y, es Pipo, es la familia, ahora tenemos un nietito hermoso que se llama Faustino y en noviembre viene otro en camino, Oliverio. Es una manera de renovarse porque lo veo a Faustino y es como el amor, no sé, es verlo repetir esas cosas que ha hecho Santi (su hijo), verlo a mi hijo como papá… Después es que soy muy inquieta, estoy confiando mucho en el universo, que vienen personajes que son muy hermosos, eso también me lleva a plantearme el juego. El jugar, me parece que no lo tenemos que perder nunca. Aunque tengamos 104 y todos los problemas porque no es que yo no tenga problemas.
Noticias: Estar 35 años junto a Luis Luque, ¿es producto de algo construído o del destino?
Kutika: Creo que hay mucha afinidad, algo de alma gemela, pero no creo que sea solamente eso sino que hay una construcción, hay un elegirse día a día. Hay cosas de Pipo con las que yo no estoy del todo de acuerdo o cosas mías que por ahí no le resultan tan buenas a él y, sin embargo, estamos llegando al equilibrio de decir “bueno, esto no me gusta, pero hay un 90 % de cosas que de verdad compartimos y comulgamos”. Y eso me hace elegirlo día a día, de verdad me encanta el sentido del humor que tiene, sus códigos, sus valores. Nos estábamos buscando hace mucho tiempo y nos encontramos en el momento justo. Nos habíamos conocido 8 o 10 años antes.
Noticias: Vuelve otra vez aquella frase de “donde te encontrás hoy es donde tenés que estar”.
Kutika: Sí, si hubiésemos insistido en ese momento, estoy segura de que no hubiésemos llegado hasta este punto, no era el momento, había que esperar.
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Fuente: noticias.perfil.com
			
		
				
					



