Horror en Monte Castro: sospechas de femicidio y orden de detención contra su pareja


Una casa de dos plantas, con una fachada de cerámicas que imitan piedra y una puerta blanca sobre la calle Desaguadero al 2600, del barrio de Monte Castro, en el límite con Villa Devoto, fue el escenario de un crimen brutal.

Carina Barbaresi (51) fue asesinada con múltiples puñaladas y golpes en distintas partes del cuerpo. La víctima, hija única de una familia italiana, vivía con su pareja, con quien mantenía una relación desde hacía más de 15 años.

Según fuentes policiales, fue él quien llamó al 911 pasadas las cinco de la tarde del sábado para avisar que había encontrado a su mujer “con bajos signos vitales”. Pero las inconsistencias en su testimonio y las pruebas encontradas en el lugar lo convierten hasta el momento en el principal sospechoso.

El hallazgo despertó la indignación de los vecinos. Uno de ellos contó que es muy difícil entrar a la casa por atrás, porque “tienen que pasar muchas terrazas”.

La vivienda tiene una puerta blanca que da a la calle, un patio y otra puerta interna para acceder al interior. Ninguna de ellas estaba forzada. Todo indica que Carina conocía a quien la atacó.

“Lo único que le pregunté a una de las policías forenses fue si el homicidio había sido muy duro, y me hace con la cabeza que sí”, contó un vecino que vio parte del operativo y pidió no dar su nombre por seguridad.

El cuerpo de Carina estaba sobre su cama, boca arriba, con la cabeza hacia la puerta. “En el colchón se notaba que había mucha sangre. Estaba boca arriba, con la cabeza hacia afuera de la habitación, como que estuvo de espalda y cayó arriba del colchón. Después capaz que se dio vuelta y quedó así en la posición que la encontraron. Porque llevaron una campera también con sangre”, relató otro testigo mientras trabajaban los peritos.

La mujer tenía un golpe muy fuerte en la parte de atrás de la cabeza, perdió mucha sangre y recibió al menos entre dos y tres puñaladas adelante y atrás de su cuerpo. Además, el rostro estaba muy golpeado.

La Unidad Criminalística Móvil (UCM) determinó que la víctima tenía cabellos en ambas manos, que fueron preservados para su análisis.

Además, personal de Video Judicial y Rastros levantó huellas e indicios en distintos puntos de la propiedad. Según la descripción de los vecinos, el hombre tiene el pelo que le llega hasta los hombros y siempre “usa colita”.

“En el cajón de un mueble, el marido dijo que había plata, y el cajón estaba tirado en el piso y no había nada. Después la billetera de ella, la vimos que estaba arriba de la mesa, el documento también todo desparramado, como que estuvieron revolviendo. Toda esa parte de la casa estaba revuelta”, contó el testigo que entró al domicilio.

Y agregó: “Abajo sí parecía que estaban viviendo, porque en la mesa había dos batatas y dos tazas boca abajo. La cocina estaba intacta. Y en la heladera incluso tenían agua porque después le dieron agua al marido porque no le podían sacar sangre. Estaba deshidratado”.

El cuerpo fue retirado recién a la 0.45 del domingo, después de varias horas de pericias. “Dentro de todo, no sé si serían los nervios o qué, pero el marido estaba como muy apagado”, contó el vecino.

Su actitud llamó la atención. “Le dijeron a él que se sacara la ropa que tenía puesta en ese momento y que se pusiera otra. Y él dijo que no tenía ropa acá”. Pero varios vecinos aseguran que eso no es cierto porque lo veían salir a trabajar de madrugada y volver por la tarde al domicilio durante la semana.

También notaron un cambio en sus hábitos. En los últimos días, el hombre había empezado a guardar su Toyota Corolla gris dentro del garaje, cuando antes siempre lo dejaba estacionado afuera.

Carina era una mujer tranquila, reservada, hija única, de una familia de inmigrantes italianos. Salía muy poco y no se hablaba con nadie. Hasta hace un año atrás, su mamá vivía en la misma casa, pero los vecinos no saben qué fue de ella.

“No son gente que se den con alguien, no molestaban, no recibían visitas. Nunca se escuchó ninguna discusión”, recordó una vecina de toda la vida. “Primera vez que pasa algo tan extremo en el barrio”, agregó otra.

Cómo sigue la investigación

Después de las primeras pericias, la Policía de la Ciudad confirmó que la Justicia ordenó la detención del sospechoso, quien fue trasladado incomunicado por disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 51, a cargo de Graciela Ángulo, a la espera que se resuelva su situación procesal.

Horas más tarde, y por orden de la misma jueza, se allanó la otra propiedad de la pareja ubicada fuera del barrio, donde él decía vivir habitualmente. En ese lugar, los peritos secuestraron ropa con manchas de sangre y varios elementos que podrían haber sido usados como armas blancas.

La principal hipótesis es que el hombre habría atacado a Carina en su casa, luego fue a la otra vivienda para cambiarse y después volvió al lugar para simular un robo. Todo habría ocurrido entre el mediodía y las primeras horas de la tarde.

“La Policía siempre anda por acá porque la cárcel de Devoto está a una cuadra y media”, dice otro vecino. Las cintas blancas de “clausurado” todavía cruzan la puerta blanca de la casa. Detrás de esas cerámicas que imitan piedra, nadie puede explicar todavía por qué la mataron a Carina.

Fuente: www.clarin.com

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