Los resultados confirmaron la debacle de la UCR, que perdió bancas en las dos cámaras


La Unión Cívica Radical (UCR) tuvo una de los peores elecciones desde el retorno de la democracia y se abre una nueva etapa en la interna del partido centenario, con el poder de un puñado de gobernadores que deberán resolver en los próximos días cómo se reconfiguran en el Congreso a partir del 10 de diciembre.
En la Cámara de Diputados, los más optimistas apuestan a conformar un bloque de 12 legisladores con un amplío proceso de reunificación, aunque ese objetivo, a 48 horas de la elección del último domingo, parece casi imposible. En el Senado esperan formar una bancada con 10 representantes, pero todo dependerá de cómo se encaucen las conversaciones entre los distintos sectores del partido.
Por ahora, los radicales más afines al Gobierno, aquellos que llegaron a un acuerdo con La Libertad Avanza, cargaron culpas sobre Martín Lousteau, presidente del Comité Nacional de la UCR, que en esta elección accedió a una banca de diputados ingresando por la lista de Provincias Unidas, el espacio que impulsaron los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Jujuy, Chubut y Santa Cruz.
Desde el interior de la UCR advierten que esta no fue la peor elección desde 1983, cuando Raúl Alfonsín fue electo presidente marcando el regreso a la democracia. Recuerdan que en 2003, Leopoldo Moreau sacó el 2% tras la caída de Fernando de la Rúa.
Pero más allá de las ironías, el radicalismo festejó en Corrientes, Mendoza y Chaco, aunque en las últimas dos fue en acuerdo con La Libertad Avanza. Incluso las listas fueron encabezadas por libertarios.
En Córdoba, que era unos de los bastiones de la UCR y donde ponía 3 escaños en juego, no pudo retener ninguno. La lista encabezada por el ex intendente Ramón Mestre terminó sexta con un poco más de 60 mil votos.
En la UCR admiten que están en un momento complejo, en un escenario político fragmentado y una falta de cohesión extrema en los partidos. Al radicalismo se le sumó la falta de una conducción nacional, que algunos le achacan no hacerse cargo de su responsabilidad. Pero la realidad es cada autoridad partidaria decidió su estrategia, así Lousteau decidió ir con Provincia Unidas, algunos gobernadores acordaron con el oficialismo y en la provincia de Buenos Aires, que controla el senador Maximiliano Abad, fueron divididos.
Por eso, tras la elección del domingo, el horizonte en la UCR está puesto en la renovación de autoridades prevista para diciembre y las distintas versiones de los boinas blancas le quitan el crédito a Lousteau, mientras suben las acción del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, quien ganó todas las elecciones.
La misión es iniciar el camino hacia la reunificación del radicalismo, una película que ya se vio en el inicio de la etapa libertaria, cuando el bloque de diputados llegó a los 33 representantes, aunque después se partió en varios pedazos. Así surgió el sector Facundo Manes y otro de Lousteau, que confluyeron en Democracia para Siempre que cuenta con 12 y cuyo destino es una verdadera incógnita.
De ese espacio quedarán 3 diputados: su presidente Pablo Juliano, Mariela Coletta y Jorge Rizzotti. Aunque los 2 últimos podrían saltar al bloque de Provincias Unidas, que aún no está confirmado que vaya a debutar como tal tras el pobre resultado que ese espacio obtuvo en las elecciones legislativas con poco más del 7% de los votos, perdiendo en Córdoba y Santa Fe, territorios en los que pensaban ganar.
Lo cierto es que la UCR, el bloque que preside Rodrigo De Loredo, de las 14 bancas que tenía puso 11 en juego y sólo pudo retener 3. Renovó su mandato Pamela Verasay (Mendoza) e ingresan Guillermo Agüero (Chaco) y Darío Schneider (Entre Ríos). A ellos se agregan Karina Banfi, Ricardo Cipolini y Lisandro Nieri, que tienen mandato hasta 2027.
Por ahora, el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, mantiene abierta la opción de que sus dos diputados, Rizzotti y la electa María Inés Zigarán, pasen a Provincias Unidas, al que también se sumarían Lousteau, Coletta y Diógenes González, electo por Corrientes. Mientras que es una incertidumbre qué pasará con Juliano, alineado a Manes.
Las negociaciones por la reunificación son más complejas que la misma elección porque los más cercanos a la Casa Rosada ven casi imposible aceptar al actual jefe de la UCR. “Con Lousteau no vamos a ningún lado”, bramó un dialoguista.
Pero al mismo tiempo se abre otra discusión. Porque los sectores más alineados a Alfredo Cornejo incluyen en su espacio a los diputados que hoy están dentro de Liga del Interior, los radicales libertarios, para apoyar las políticas del Gobierno. Así alcanzarían los 9 diputados.
Sin embargo, no es tan sencillo porque los diputados que responden al senador Maximiliano Abad no estarían tan de acuerdo con otorgar un perdón al grupo que fue a la Casa Rosada para tener una foto con Milei.
En el Senado, el radicalismo podría mantener su unidad y esperan sumar a Silvana Schneider, la vicegobernadora de Chaco que fue electa por el acuerdo entre Leandro Zdero y el Gobierno.
Fuente: www.clarin.com



