La jura del canciller Pablo Quirno, reflejo del poder de Luis Caputo y Karina Milei en el gabinete

La jura de Pablo Quirno como canciller en el Salón Blanco de la Casa Rosada fue un reflejo del estado de situación del Gobierno y del poder interno creciente del ministro de Economía, Luis Caputo, y de Karina Milei sobre el resto del gabinete que también explican el ascenso del funcionario. El Presidente y sus ministros volvieron a verse las caras tras el triunfo electoral del domingo y se fundieron en abrazos.
“Estás viviendo una externalidad positiva, yo te aviso. Solamente te aviso, pero está bueno”, bromeó Javier Milei, apenas recibió a Quirno. El escribano general de la Nación Martín Rodríguez Giesso leyó el decreto con la renuncia de Gerardo Werthein -ausente a pesar del reconocimiento del Presidente en la noche del domingo- y con el nombramiento del ahora ex secretario de Finanzas.
Después de abrazar a su tercer ministro de Relaciones Exteriores en 21 meses, Milei saludó uno a uno a sus ministros, que habían esperado a la jura, en el Salón Eva Perón. Desde allí, había salido Quirno al balcón de la Rosada para dejarse fotografiar.
Pablo Quirno salió al balcón de la Rosada a saludar. Foto: Emmanuel Fernández.En la primera fila se ubicaron Karina Milei, el presidente de Diputados Martín Menem, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro del Interior, Lisandro Catalán y Luis Caputo.
Milei saludó con palmadas estruendosas a cada uno y en especial a Patricia Bullrich, ganadora en la Ciudad. Hubo asistencia perfecta del gabinete. El mandatario estrechó la mano de todos los funcionarios e invitados. También saludó al secretario de Turismo y Deportes, el ex gobernador y vicepresidente Daniel Scioli, que estaba al lado de un antikirchnerista radical como Fernando Iglesias, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de Diputados. Completaban esa fila el sherpa del G-20 Federico Pinedo, el director de Marca Argentina, Diego Sucalesca y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi. De pie vigilaba Santiago Caputo .
Pulgares arriba. Javier Milei y Pablo Quirno. El asesor nunca se sentó y también se abrazó con el Presidente. Karina Milei, vestida con una campera de cuero como las que usa su hermano, también saludó uno a uno a los ministros antes de que llegara su hermano, pero después de meses de internas cruzadas y sin cuartel en el triángulo de hierro, evitó saludar a Caputo, consciente de que los periodistas eran testigos de la escena.
La mano derecha de la secretaria general de Presidencia, Eduardo “Lule” Menem, en cambio, sí se saludó con Caputo con una sonrisa y un abrazo, aunque casi no intercambiaron palabra. El asesor se mezcló más tarde con otros dirigentes cercanos a Karina, como el vocero Manuel Adorni.
Jura de Quirno. Lule Menem y Santiago Caputo.El ministro de Economía hace equilibrio. El domingo cerró filas en el búnker con su sobrino, no se separó de él ni de los funcionarios que responden al asesor como la secretaria Legal y Técnica, María Ibarzabal, y el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, además de Manuel Vidal, muy cercano al asesor.
Meses atrás la hermanísima compartió una gira con Quirno en Canadá, en un foro de minería, en la que trabó un vínculo con el flamante canciller y lograron confirmar inversiones. Su aprobación, además de la coordinación con Economía, fue clave para que el saliente secretario de Finanzas ascendiera a canciller.
La secretaria general de Presidencia también se abrazó un largo rato con Mariano Cúneo Libarona, que seguirá en la cartera de Justicia un tiempo más, después de presentarle dos veces la renuncia al Presidente.
Más allá de la interna silenciada en lo más alto del Gobierno y de la imagen relajada de los Menem, Francos y Catalán, el equipo económico se robó la fiesta. El canciller se fotografió con el ministro y con el titular del Banco Central, Santiago Bausili, solos, y con el resto de los funcionarios del área: Federico Furiase, Felipe Núñez, el titular del ARCA, Juan Pazos, y el secretario de Política Económica, José Luis Daza, probable reemplazante de Quirno en la secretaría de Finanzas, un área clave. Cuando el Presidente se retiró, se abrazaron y saltaron en ronda, como si fuera un casamiento.
Hubo retratos con ministros y con sus esposas. Quirno había entrado a la Rosada de la mano de su mujer y de su hija. Su esposa fue la primera a la que el flamante ministro buscó. Las esposas de los referentes del equipo económico charlaron con Karina Milei.
Casi a la misma hora de la jura, entró a la Rosada el streamer oficialista y referente de las Fuerzas del Cielo, la agrupación que responde a Santiago Caputo, Daniel Parisini alias el Gordo Dan. No estuvo en el Salón Blanco.
Jura de Quirno. El equipo económico en una reunión improvisadaMientras Quirno seguía fotografiándose con funcionarios y antes de atender a la prensa, Luis Caputo improvisó una reunión en uno de los extremos del Salón con Bausili, Daza y Nicolás Ferro, director del BCRA.
Media hora después de que jurara como canciller, Quirno por fin atendió a la prensa. “Creemos también que, con el respaldo que nos dieron los resultados de las elecciones, el domingo, todo esto se va a poder profundizar”, dijo sobre el trabajo de sus antecesores y la posibilidad de atraer más inversiones. Evitó confirmar a su equipo y tampoco dio certezas sobre los nombramientos de último momento que Werthein apuró antes de renunciar.
El nuevo ministro se refirió al vínculo con los Estados Unidos. “Se consolida día a día. El Presidente ha hecho muchos viajes para cimentar esa relación. Todavía, todavía no está definida la agenda total”, dijo sobre el próximo viaje de Milei y la posibilidad de que el mandatario vuelva a encontrarse con Trump.
Fuente: www.clarin.com



