La renovación de la Auditoría: La Cámpora busca quedarse con un cargo extra y se va un peronista histórico


Antes de fines de noviembre, es decir antes de que se renueven ambas cámaras del Congreso, la oposición planea avanzar con la designación de los seis auditores de la Auditoría General de la Nación (AGN). Los cargos están vacantes hace meses y mantienen paralizado al principal organismo de control de las cuentas del Estado.

Casi en simultáneo, el titular de la AGN, el histórico dirigente del peronismo porteño Juan Manuel Olmos, dejaría el organismo. Dicen que ya tiene un pie afuera.

La versión de que Olmos dejaría el mando de la Auditoría antes de fin de año circula hace tiempo dentro del organismo y en el PJ. En un principio se especuló con que dejaría la AGN para concentrarse en su armado en el peronismo porteño, con el foco en el la futura pelea por la Ciudad.

En las elecciones legislativas de mayo, la lista Es Ahora Buenos Aires, encabezada por Leandro Santoro, tenía a Olmos en el puesto 11. Metieron 10 legisladores, con lo que el actual titular de la AGN quedó a un paso de entrar en la Legislatura.

Se habló de que Olmos podría pedirle a alguien de la lista que renunciara para que él asumiera en su lugar, y desde ahí aspirar a la vicepresidencia de la Legislatura de CABA.

Dirigentes de la Ciudad, de trato cercano con Olmos, confían que su intención de irse es cierta, aunque no para ser legislador. Incluso le ofrecieron ir como candidato a diputado por Fuerza Patria en la próxima elección y declinó.

En La Cámpora sostienen que la maniobra de hacer renunciar a un legislador para que él asuma sería impracticable. “No tiene a nadie para pedirle que se baje”, apuntan.

Más allá de las especulaciones, en el peronismo y en sectores de la oposición parece ser vox populi que Olmos se irá de la AGN. Dicen que no asumirá en otro cargo público.

“Le va bien con su estudio y sus cosas”, indica un dirigente peronista. Otroagrega: “Le gusta más la sombra que las luces”, en referencia a que prefiere evitar la exposición.

El cargo de titular de la AGN corresponde al principal partido de la oposición, es decir, ahora al PJ. El próximo titular deberá ser nombrado por José Mayans, quien, tras la condena a Cristina Kirchner, quedó al frente del pejota.

Por ahora se desconocen nombres, pero seguramente será alguien cercano al kirchnerismo. ¿Algún ex senador K?

La pelea que se viene es por los cargos en la Auditoría. Los tres que le corresponden a Diputados están vacantes hace más de un año; los del Senado, desde marzo pasado.

Hace unos días, según reveló La Nación, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, se reunió con el diputado Emilio Monzó, quien busca renovar su banca, aunque la tiene complicada porque va en tercer lugar en la boleta de Provincias Unidas. Hablaron centralmente sobre la conformación de la AGN.

Existe un acuerdo con el peronismo en Diputados para que Monzó, del bloque Encuentro Federal, sea auditor. Por UxP, el candidato es el camporista Juan Ignacio Forlón, quien así volvería a la AGN.

El tercer asiento por la Cámara baja correspondería al oficialismo. Ahí surgió un problema: había un compromiso para que fuera Jorge Triaca, por el PRO, pero un sector de La Libertad Avanza quiere que el lugar sea para Santiago Viola, apoderado nacional del partido.

Los que se quedarían afuera de la AGN por Diputados si prospera nomás esta negociación son la UCR y el massismo, que tuvo un auditor hasta el año pasado.

Del lado del Senado, el peronista Javier Fernández reúne consenso para otro mandato. ¿A qué sector del PJ responde? “A todos”, aseguran en la bancada de UxP.

La novedad es que por el principal bloque opositor también ingresaría la ex senadora camporista Virginia García. Ex cuñada de Máximo Kirchner, actualmente se desempeña como gerenta en la AGN.

Si la jugada se concreta, La Cámpora pasaría de tener un auditor a dos. Y posiblemente la presidencia quede en manos kirchneristas, en caso de que se concrete la salida de Omos.

El tercer auditor sería de la UCR, que quedaría compensada por no designar a nadie por Diputados. El que corre con ventaja para el puesto es el radical Luis Naidenoff.

Los puestos en la Auditoría son muy codiciados. Tienen sueldos millonarios -muy superiores a los de los senadores-, mandatos por ocho años y mucho poder: revisan las cuentas de las gestiones.

Fuente: www.clarin.com

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