Britney Spears “se quedaba en silencio en la habitación de sus hijos con un cuchillo en la mano”: la dura acusación de Kevin Federline, su exesposo

Britney Spears vuelve a estar bajo la lupa pública. Esta vez, no por su música ni por sus videos virales, sino por una serie de acusaciones hechas por su exmarido, Kevin Federline, en el marco del lanzamiento de su libro You Thought You Knew, que saldrá a la venta el 21 de octubre.
En los fragmentos adelantados a la prensa, Federline revive episodios de la convivencia con la artista y su relación con los dos hijos que tuvieron juntos, Sean Preston y Jayden James, hoy de 20 y 19 años.
Las afirmaciones más resonantes giran en torno a un supuesto incidente ocurrido cuando los niños eran pequeños: según él, Britney habría sido vista observando a sus hijos mientras dormían, sosteniendo un cuchillo en la mano.
El exbailarín, además, asegura que temía por la seguridad de los menores y que estos “se sintieron incómodos” tras varios episodios de ese tipo.
Pero las descripciones no solo despertaron preocupación en algunos sectores, sino también el repudio de miles de fanáticos de la cantante, que interpretaron estas declaraciones como una nueva forma de exponer públicamente a Britney en beneficio propio.

Horas después de que los titulares inundaran los medios, Britney publicó en su cuenta de Instagram una foto aparentemente trivial: una ensalada. Fiel a su estilo, la cantante no mencionó directamente a su ex, pero la ironía no pasó desapercibida.
Lo que llamó la atención fue la frase que acompañó la imagen —“This salad is no joke” (“Esta ensalada no es una broma”)—, interpretada por muchos como una respuesta cargada de sarcasmo hacia las nuevas acusaciones.

Mientras Federline busca promover su libro con anécdotas sobre su vida junto a la princesa del pop, fans de Britney aseguran que su publicación no fue casualidad: fue un mensaje velado a quien, según ellos, intenta convertir su historia en un espectáculo más.
Las nuevas acusaciones de Kevin Federline
En su libro, Federline no solo aborda el presunto episodio del cuchillo, sino que vuelve sobre temas sensibles de la historia de la artista.
Entre ellos, la época más oscura de su carrera: la crisis de 2007 y su hospitalización psiquiátrica, que culminó con la tutela legal que la mantuvo bajo control familiar y financiero durante más de una década.
El texto, según se ha adelantado, describe a Britney como una madre impredecible y emocionalmente frágil.

También retoma episodios personales que, de ser ciertos, pertenecen al ámbito más íntimo. Federline sostiene que la sorprendió con otra mujer durante una gira y asegura que la cantante “no ha logrado recuperarse completamente” de sus crisis del pasado.
Incluso advierte que “algo malo podría ocurrir” si nadie interviene. Con esa frase, busca presentarse como un testigo preocupado, aunque para muchos sus palabras suenan a explotación mediática.

Estas afirmaciones llegan en un momento particular. La pensión alimenticia que Federline recibía por la manutención de sus hijos terminó recientemente, y tanto medios como fanáticos no tardaron en señalar la coincidencia temporal entre ese hecho y el anuncio del libro.
La respuesta de Britney y su entorno
El equipo de la artista no tardó en responder. Un representante calificó las declaraciones como “sensacionalistas” y aseguró que Federline “no hace más que repetir el patrón de vivir a costa del nombre de Britney”.
También señaló que la cantante se encuentra en un momento de calma y no tiene intención de alimentar más el conflicto, aunque lamenta que se utilicen temas familiares para promocionar un libro.

Meses atrás, la artista ya había dejado en claro su visión sobre Federline en su autobiografía The Woman in Me, donde relató los años de control, aislamiento y manipulación bajo la tutela legal impuesta en 2008.
Allí también reveló que su exesposo se negó en varias ocasiones a permitirle ver a sus hijos y trató de mostrarla públicamente como “inestable” para justificar sus decisiones judiciales.

Hasta 2021, su padre y un grupo de representantes controlaron sus decisiones personales, médicas y financieras. Durante ese tiempo, Federline obtuvo la custodia de los niños y un acuerdo económico que garantizaba una pensión mensual.
Esa estructura, según los fans de la cantante, perpetuó la imagen de una mujer “incompetente” que debía ser manejada por los hombres de su entorno.
Con la liberación de la tutela, Britney recuperó el control de su vida y su carrera. Pero las consecuencias emocionales y mediáticas de más de una década de exposición no desaparecieron.
“Dejen a Britney en paz”
La reacción del público no se hizo esperar. En redes sociales, los seguidores de la cantante acusaron a Federline de buscar nuevamente atención mediática y dinero ahora que ya no recibe manutención.
El hashtag #LeaveBritneyAlone volvió a ser tendencia, acompañado de mensajes que reflejan frustración y empatía por la artista.

“Me molesta mucho que este hombre haya pasado años viviendo de Britney, y cuando la pensión se acabó sale con un libro que publica cosas privadas que sus hijos le contaron. En algún momento tienes que trabajar y no lucrar con Britney ni con tus hijos. Es triste”, escribió una fan.
Otro comentario fue aún más contundente: “No creo ni una palabra de lo que dice ese hombre. Ya son mayores de edad y tú tuviste la custodia, basta”. Incluso entre los usuarios neutrales predominó la indignación: “Aunque fuera verdad, ¿por qué querría avergonzar a sus hijos y a la madre de sus hijos con un libro entero?”.

A tres años de haber recuperado su libertad legal, Spears enfrenta un nuevo desafío: demostrar que también puede controlar la narrativa de su vida. Y aunque su exesposo intente reescribirla, millones de fans ya decidieron de qué lado están.
Fuente: www.clarin.com