¿Qué pasa si la IA se revela? La esperanzadora teoría que plantea Disney con Tron: Ares


La tesis de Tron de 1982 actualmente está en discusión. En esa película, los programas de computadora adquieren forma humana y, en el caso del personaje Master Control, desafían a su creador.

¿Qué pasa si la inteligencia artificial (IA) desarrolla sentimientos? Esa pregunta plantea la tercera parte de la saga de ciencia ficción de Disney que se estrenó el jueves en salas.

Atención: este artículo tiene spoilers.

En Tron: Ares, un magnate de la tecnología, Julian Dillinger (Evan Peters), diseña un soldado cibernético llamado Ares (Jared Leto), que en cierto momento, por cosas que pasan en la trama, descubre que es capaz de sentir.

A partir de ahí, su misión en la historia da un giro de 180 grados. Deja de ser un subordinado para convertirse en un hombre independiente, mortal como cualquiera. Su intención de dejar de ser un programa es cien por ciento altruista. Ares, al igual que Pinocho, desea convertirse en un hombre de verdad.

Así, en el combate final se da entre la IA todavía es controlada por Dillinger y Ares, la IA que se independizó de él.

Ares lucha por la supervivencia de Eve (Greta Lee), la CEO de ENCOM, una start up tecnológica que busca integrar a la IA en el progreso humano en relación con la ecología, el trabajo y la medicina.

¿Qué pasa si la IA se acopla a los humanos y los potencia en su lucha por la supervivencia? Tron: Ares, por más que su apariencia la ofrezca como un estreno comercial más, deja sobre la mesa una teoría no tan explorada en el cine de estudio: la IA como salvación y no como condena.

Para contextualizar, Clarín habló sobre IA y robots humanoides con el especialista chino Luo Xun, profesor de ciencias de la computación en Connected Universal Experience Labs y Miembro de la Junta Directiva de la Federación de Computadoras de China.

Luo confirma que el actual estado de la cuestión gira en torno a que los robots están teniendo “mayor interacción natural con los humanos”.

La funcionalidad de los robots va siendo cada vez más variada: los hay terapéuticos (véase el robot de Intuition Robotics capaz de recordar conversaciones), médicos (Toyota está desarrollando un robot capaz de hacer el trabajo de las enfermeras), obreros (AES Corporation utiliza robots para instalar paneles solares en los Estados Unidos), transportistas (Huawei sacó a la venta un auto que anda sin necesidad de que un humano toque el volante), asesinos (los drones de Vyriy diseñados en Ucrania en la guerra contra Rusia).

Una encuesta realizada por Pew Research en 2022 sobre si los robots reemplazarán a los humanos en sus empleos indicó que el 48% de los expertos cree que sí lo harán. El otro 52% cree que la robótica y la IA darán más trabajos de los que eliminarán. Un salto de fe por el ingenio humano. Lo que sí piensan ambos grupos es que las instituciones educativas no están preparando adecuadamente a las personas para el mercado del mañana.

Luo tiene una idea clara sobre el tema. “Ciertamente creo que nuevos tipos de trabajo surgirán con el aumento del número y la coexistencia más amplia de robots de servicio. Es difícil predecir qué tipo de empleos nuevos. Pero basado en la historia humana, esto no es motivo de preocupación”.

Eso sí: se pregunta si será justa la distribución de los nuevos empleos para todos los grupos de personas.

¿Usted es optimista respecto a esta cuestión?

No soy muy optimista… Por varias razones. La inteligencia artificial que tenemos ahora está construida en gran medida sobre el aprendizaje profundo y los grandes modelos. Si las cosas van mal en el razonamiento de los robots es difícil encontrar formas de mitigarlas. Sobre cómo debe ser regulada la IA hay falta de consenso entre las jurisdicciones. Esto es como la falta de una ley mundial de definición de crímenes comunes. Estamos en una época en la que los humanos están profundamente divididos en su comprensión de los valores comunes. En la situación de los robots, tal división sólo será peor.

Los dos tópicos que salen a flote rápidamente en cada conversación sobre IA son 1) la posibilidad de que los robots nos reemplacen 2) qué tan peligrosa es la IA a nivel criminalístico.

Acerca de la primera pregunta, Dr. Luo recuerda que los robots de fabricación industrial fueron utilizados durante mucho tiempo y a gran escala. Para él, el gran cambio en los últimos años tiene que ver con la mayor cantidad de robots en el área de servicio al consumidor.

¿Que habrá paranoia sobre el efecto de “valle inquietante” (expresión utilizada en la robótica para referirse a los robots que son similares a los humanos en perspectiva y afecto)? “Más o menos; es muy natural. La sociedad necesitará un profundo cambio de mentalidad para aceptar y abrazar el uso a gran escala de robots de servicio. Tardará un tiempo, pero finalmente sucederá. Así como aceptamos viajar en avión: no es naturalmente humano, pero nos adaptamos. ¿Habrá más robots que creemos que son humanos en perspectiva y afecto? Muy sinceramente sí”, dice Luo.

¿Habrá una tendencia entre los humanos a idear nuevos trabajos?

Ciertamente creo que nuevos tipos de trabajo surgirán con el aumento del número y la coexistencia más amplia de robots de servicio. Es difícil predecir qué tipo de empleos nuevos. Pero basado en la historia humana, esto no es motivo de preocupación.

Fuente: www.clarin.com

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