“Loco David” y triple crimen: el fiscal busca a “tres o cuatro sospechosos más” y toma una declaración que puede ser reveladora

El fiscal Adrián Arribas, responsable de investigar el triple crimen de Florencio Varela, brindó algunos detalles del avance de la causa al afirmar que están detrás de la pista de unos “tres o cuatro” sospechosos más. Aún así, consideran que ya tienen “en parte” a los autores materiales de los asesinatos de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15).

Fue en un escueto cruce con la prensa en la puerta de la fiscalía de San Justo, en donde Arribas actualizó el estado de situación del caso. Entre ellos, confirmó que la Policía Federal se encuentra custodiando a la familia de Morena, tras la declaración que realizó ayer la madre de la chica. Allí dio detalles sobre un posible móvil narco atrás del caso y denunció que viene recibiendo amenazas.

El fiscal adelantó que esperan tener para el fin de semana los resultados de los peritajes sobre los teléfonos, y que apuntan a realizar nuevos allanamientos durante este miércoles, que no pudieron concretarse ayer por un problema de autorización y de jurisdicciones.

Pero el dato más determinante puede ser la declaración de Celeste Magalí González Guerrero (28),quien había alquilado la propiedad donde se cometió el triple crimen para una supuesta “fiesta”. La mujer llegó a la sede de la fiscalía poco antes de las 10 de la mañana.

Arribas sostuvo que cree que “en parte” tienen a los autores materiales del crimen, pero siguen buscando a “tres o cuatro” sospechosos más. Ayer se conoció el testimonio de la esposa de Víctor Sotacuro, el remisero acusado de dar apoyo a la camioneta que se llevó a las víctimas. La mujer ubicó en la noche del triple crimen a un hombre conocido como “Loco David”.

Lo último que supieron las familias de Lara, Brenda y Morena es que el viernes 19 asistirían a una fiesta donde les pagarían 300 dólares a cada una. Luego se supo que las pasaron a buscar en una camioneta Chevrolet Tracker blanca por La Matanza y que las llevaron hasta Florencio Varela.

El miércoles 24 los cuerpos de las tres chicas fueron hallados dentro de un pozo hecho en el patio de la vivienda. Las autopsias indicaron que las tres fueron torturadas, golpeadas y asesinadas.

Ese mismo día los primeros en ser detenidos fueron Maximiliano Andrés Parra (18) e Iara Daniela Ibarra (19). Estaban lavando manchas de sangre dentro de la casa de Río Jáchal y Chañar, en el barrio de Villa Vatteone, donde finalmente encontraron los cuerpos de las tres jóvenes, enterrados en una fosa en el fondo de la propiedad.

Después arrestaron a Celeste Magalí y su pareja, el peruano Miguel Ángel Villanueva Silva (25).

Dos días después cayó el quinto implicado: el “remisero”, Víctor Sotacuro, quien fuera detenido en la ciudad de Villazón, en Bolivia, en la frontera con La Quiaca, Jujuy. La captura se produjo en un hostal a unos 600 metros del paso fronterizo.

Pocas horas después detuvieron a su sobrina, Florencia Ibáñez (31) luego de dar una entrevista en un canal de TV. Tanto Sotacuro como su sobrina fueron de los pocos que realizaron declaraciones. La gran mayoría de negó a declarar.

Luego le tocó el turno a Ariel Giménez (29), gracias al testimonio de un chofer de aplicación que declaró haber trasladado, desde la vivienda donde mataron a las chicas hasta la casa allanada, a un hombre que llevaba una pala y un parlante.

Finalmente, el martes 30 de septiembre atraparon en Perú a Tony Janzen Valverde Victoriano, más conocido como “Pequeño J”, y a Matías Agustín Ozorio (28), señalado como su mano derecha.